Parte 272: Escuadrón yordle

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Teemo creía que tenía una reunión con sus aliados de la Liga de las Leyendas, pero para sus sorpresa se encontraba rodeado por Veigar, Rumble y Ziggs.

Estos le habían tendido una trampa basada en un complejo plan de venganza muy intrincado.

"¿Has dicho que esto es una trampa?"

"Te dije que caería" - le dijo Rumble al brujo

"Para ser sinceros no esperaba que fuera a funcionar"

"¿Os habéis unido contra mi? ¿Y por qué Ziggs?"

Realmente el explorador nunca había combatido contra el bombardero.

"No pinta nada, simplemente nos siguió" - le explicó el yordle azulado

"Algunos solo queremos ver el mundo arder... jejejej"

"Eso es... decepcionante..."

"Yo no decepciono a na..."

"Has frustrado mis planes muchas veces, pero esta vez te destruiré" - le amenazó Veigar

"Oye, utiliza frases menos cliché si vamos a colabo..."

"¡No podéis atacar a lo que no podéis ver!"

El explorador corrió hacia unos arbustos para hacerse invisible.

"Genial, lo que faltaba..."

"Eso no nos preocupa, maldito tejón... Rumble..."

"Como quieras, veterano"

En pocos segundos el mecánico encendió su lanzallamas y empezó a quemar los arbustos cercanos.

"¡Ahhhh!" - gritó Teemo mientras salía de uno de ellos

"¡Ahí está! ¡A por él!"

"No vas a escaparte"

El brujo alzó su Horizonte de Sucesos un poco más por delante suya.

"¡Ziggs! ¡Es tu turno!"

"¡Lanzamiento de dinamita!" - gritó con frenesí

"¿Que no eran Hexplo..."

El yordle lanzó sus cartuchos Hexplosivos, los cuales mandaron a su enemigo fuera del radio del Horizonte de Sucesos de Veigar...

Esto provocó que tanto el mago como Rumble le lanzaran una mirada. El plan original era llevarlo a la cárcel.

"¿Qué ocurre ahora?" - preguntó el yorlde loco

"Debías meterlo dentro... ¡no fuera del área!"

"Y... ¿qué más da?"

Teemo aprovechó los segundos que tenía para cargar su cerbatana de asalto.

"¡Hey Veigar!" - le llamó el yordle explorador

"¡¿Qué quieres?!"

El tejón le lanzó uno de sus dardos directamente a la cara, provocandole una herida y ceguera.

"¡Arrghh! Dichosa punte..."

"¿Veigar?"

El Maestro del Mal se calló conforme veía cómo sus manos empezaban a derretirse, una alucinación efecto del veneno.

"Tío, ¿te encuentras bien?"

"Ve a por él... ahora... mismo..."

"Lo que tu digas..."

Teemo lanzó varios de sus dardos, pero estos no consiguieron penetrar la armadura del yordle. Ziggs por el contrario había pisado una seta y estaba fuera de combate.

Rumble empezó a perseguirlo por el pequeño bosque que había tras la escuela, cosa difícil por su invisibilidad.

"Sal de tu escondite, sucio explorador" - le dijo el mecánico

"¿Qué te he hecho yo?"

"Saliste con Tristana antes de que yo pudiera tener la oportunidad" - le dijo enfadado

"Por favor no toques esa espina... espera, ¿te gusta?"

"¿Puede? ¿Quién sabe?"

"¿Estás totalmente seguro de ello?"

"Hombre, ¿existe algo totalmente seguro en esta vida?"

Al final el yordle azulado consiguió visualizarle y le disparó uno de sus arpones. El tejón por su parte pudo esquivarlo y lanzarle una de sus setas.

"Tus setas no pueden dañar mi armadura"

"Fijate bien dónde se encuentra"

La seta había atascado el cañón lanzallamas de la máquina de Rumble, haciendo que se recalentara y empezara a cortocircuitarse.

"¡Has estropeado mi máquina!"

"No creo que sea grave"

"No creo que sea grave" - repitió con voz chillona

"¡Eh! ¡No me imites!"

"¡Eh! ¡No me imites!" - dijo antes de pulsar un botón

Rumble salió disparado de su asiento, alejándose con dos pequeños repulsores que tenía en el cinturón. Cuando el explorador regresó a por Veigar y Ziggs estos también se habían ido.

Así era un día normal para Teemo, odiado por muchos y queridos por pocos.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora