Parte 240: La Calabaza

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La historia de hoy transcurre en la mansión de Veigar, concretamente en el salón principal. El yordle y Rammus se encuentran sentados en el sofá y con una calabaza delante de ellos.

Y no, no es Harrowing de nuevo, simplemente están tallando una calabaza... cosa que se hace en Harrowing... pero que no es...

"Pásame el cuchillo"

"Aquí lo tienes"

"Uno más delgado, tengo que trazar la linea" - le dijo el mago

"¿Te vale con un cúter? Creo que el cuchillo pequeño se rompió"

"Me vale, ya conseguiré otro" - dijo mientras agarraba el cúter - "¿Cómo se rompió?"

"No aguantó la explosión"

"Maldita sea, casi todo queda intacto... y un cuchillo no"

El brujo empezó a hacer pequeños cortes por la calabaza, trazando las lineas de una boca con dientes y unos ojos de maldad.

"Por cierto, ¿te sucedió algo el otro día?"

"¿El otro día? Se algo más concreto" - le dijo el armadurillo

"Cuando fuimos al cine, saliste de la sala y parecías algo tris... distinto"

"No fue nada importante... ademas ¿tu me has visto triste alguna vez?" - le preguntó muy calmado

"Cuando Lulu te coge tu esencia de vainilla"

"Con la esencia de vainilla de la gente no se juega" - le dijo Rammus serio - "Es algo casi místico"

"Místico, eh..."

"Lo utilizo siempre que cocino y no me lo quiten"

"Hablando de la anacarda..."

En ese momento Lulu entró en la sala, acompañada de Pixie.

"Hola chicos, ¿qué estáis haciendo con esa calabaza?"

"Estamos haciendo una linterna con ella" - le dijo Veigar mientras le clavaba el cuchillo

"¿Una calabaza linterna? Si el Harrowing ya ha pasado"

"Eso mismo ha dicho el narrador"

"No es por el Harrowing, es por otra... tradición"

"Cada año Veigar y yo hacemos una calabaza linterna"

"Pero ¿por qué lo hacéis?" - le preguntó Lulu con curiosidad

"Se dice que las calabazas linterna guían a los espíritus que han perdido el rumbo hacia el otro lado..." - empezó a contarle el mago

"Pero creí que tu no creías en espíritus o cosas por el estilo"

"Si que creo, soy un mago después de todo, pero una cosa es saber de su existencia y otra es que importen, a mi no me importan"

Eso no es algo que debería decir en voz alta, pero realmente no temía por los espíritus.

"De todos modos esto no es por los espíritus" - añadió Rammus

"¿Entonces por qué es?"

"Cuando era pequeño solía hacer linternas de calabaza con mi padre... supongo que me apego a la tradición"

Lulu se quedo callada por unos segundos, luego se sentó al lado suya mientras este seguía tallando.

"¿Puedo hacer yo también una?"

"No" - respondió rápidamente el brujo - "Ni lo pienses"

"¿Acaso no quedan más calabazas?"

"Claro que hay... pero ni se te ocurra"

"Pero yo también quiero compartir tu tradición" - le dijo la bruja

"No te ofendas, pero me horroriza la idea de que agarres un cuchillo"

"Pero no parecen afilados, seguro que no pasa nada" - dijo con una leve sonrisa

Tanto Rammus como Veigar se quedaron mirándola fijamente, ambos sabían que pasaría algo.

"Está bien, no cogeré cuchillos" - dijo con los mofletes inflados - "Pero tenéis que dejarme ayudaros"

"Por mi no hay problema" - dijo el armadurillo

"Está bien, puedes ir quitandole a esa el relleno" - le dijo el brujo señalando una calabaza

"De acuerdooo"

"¡Pixie! ¡Pixie!"

"Y no ensucies el suelo, ¿de acuerdo?"

Está bien recordar los buenos tiempos y las tradiciones, sin embargo llega un momento en el que hay que dejar atrás el pasado y crear nuevas.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora