Las Crónicas de Veigar

Parte 158: Noche de Caza

Veigar fue atacado durante el día por un cazador conocido como Rengar, el cual acabó aliandose con el Veigar de otra dimensión.

Ahora mismo se encontraba frente a la ventana de su jardín. De noche y observando cuidadosamente una habitación.

"Parece que se ha dormido el brujo..."

Recuerda que tu objetivo es el cetro de la yordle...

"Aunque se librará por ahora..."

El animal puso el cuchillo cerca de la cerradura. Con mucho cuidado y despacio movió la cuchilla de forma circular lo suficientemente fuerte para rasgar el cristal.

Luego un trozo redondo de cristal se soltó de la ventana y él pudo meter la mano para arbirla.

"Hasta ahora todo muy fácil"

Tu principal problema no debería ser entrar si no lo intentas por la puerta...

"Je, yo ya sabía el truco de la puerta... entré por otro sitio..."

Desde el primer momento en que entró en la casa se camufló con su Emoción por la Cacería.

El pasillo se encontraba completamente oscuro, pero eso no era problema para él, que podía cruzarlo gracias a su "ojo".

"Una de estas puertas es la de la chica..."

Con su cetro no debería haber problema alguno...

¿Y por qué no consigues uno en una tienda?

No sé dónde quedará el próximo pueblo y esta cara es demasiado conocida en Bandle...

El león abrió la puerta que tenía justo delante suya, al hacerlo se encontró con Veigar durmiendo en la cama y con Lulu a su lado.

"Están los dos... ¿pero dónde está su bastón?"

El animal tardó escasos segundos, con su visión nocturna, en encontrar el cetro de la yordle. Estaba en el suelo, seguramente se caería o algo.

Rengar se acercó lentamente sin hacer ningún ruido hasta que se encontró a pocos pasos.

"Ya.... casi...."

"¡Lulu! ¡¿Qué haces en mi cama?!" - gritó el brujo

El cazador se ocultó bajo la cama lo más rápido posible antes de que le vieran.

"¿Pasa algo Veigar?" - preguntó la chica medio dormida

"¡¿Qué se supone que haces en mi cama?!"

"En mi habitación estaba aburrida así que vine a observarte y me quedé dormida"

"Venir a observarme..."

"Es una especie de ritual que tengo"

Esto le pareció raro incluso al leonido cazador, que prefirió no pensar demasiado en ello.

"¿Por qué? ¿Hay algún problema?"

"Se supone que tenias que estar descansando... no aquí...."

"Pero ya estoy bien, ¿quieres comprobarlo?" - preguntó acercándose lentamente

"¡Lulu! ¡Cállate y vete a dormir ahora!"

"Pero ya estoy aquí, ¿qué más te da que duerma..."

"¡Tengo que soportarte todo el día! ¡Déjame dormir!"

"¿El Poro también se va?"

"........"

"Lárgate... ahora..."

"Vaaaaale... como tu digas..." - respondió inflando los mofletes

Rengar mientras tanto aprovechó la confusión de la conversación para escapar en su modo invisible, afortunadamente el sueño hizo que apenas lo notaran.

"Menos que he salido de ahí dentro... son más empalagosos que la pierna de un yordle en la garganta"

El mago maneja magia cósmica y ella puede convertirte en ardilla, ten cuidado...

El animal logró pasar hacia la sala por la que había entrado y salir al jardín. Aún seguía lloviendo, de modo que sus pasos y escapada habían sido amortiguados por el sonido de la lluvia.

"¿Has conseguido lo que te pedí?" - preguntó el Barón, que estaba apoyado en un árbol

"Era esto.. ¿verdad?"

"Bien... con este cetro podré volver a mi mundo"

En unos pocos segundos un portal de color marrón se abrió delante de ellos.

"Supongo que este es un adiós" - dijo el Barón acercándose al portal

"¿No quieres vengarte de Veigar?"

"No, tengo otras presas que merecen más interés... antes de irme toma esto" - dijo lanzandole un objeto antes de entrar en el portal

"¿Y esta cosa?"

Rengar miró el objeto, era una antigua pistola pirata, cuando alzó la mirada ya no había nadie.

Tras unos segundos en silencio se la enfundó en su cinturón y echó a correr bajo la lluvia.