Parte 51: Vamos de Picnic

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Era un día tranquilo tras todo lo ocurrido con el Jefe Final y las versiones alternativas habían dejado de invadir la vida del yordle.

Hacía calor, los pájaros cantaban y un desagradable murmullo se podía oír a lo lejos mientras Lulu, Rammus y el propio Veigar caminaban.

"¡No me gusta el campo!"

"Pero Veigi, es bueno respirar aire puro"

"¡Yo soy malvado! ¡No me gusta el aire puro!"

"No digas esas cosas, son de cascarrabias"

"Me da igual ser un cascarrabias..."

Los tres se pararon bajo un árbol y pusieron una manta para el picnic que la brujita había planeado. Rammus en especial se dejó caer en el árbol.

"Pues a mi me resulta muy agradable ir de picnic"

"Cállate, te he dejado venir para vigilarte, sucio ser amorfo"

"Oye, eso último me ha dolido..."

"¿En serio?"

"No, te lo decía en broma... ¿hay zumo?"

"¿Quién quiere tarta?" - preguntó la chica

"¿Tarta? ¿Tarta de qué?"

"Tarta de manzana, por supuesto" - dijo Lulu sonriendo al mago

"Yo quiero un trocito si puede ser"

"¡Para ti no hay tarta!"

El Maestro del Mal le señaló con su bastón, provocando que las ramas del árbol le envolvieran y dejaran preso.

"Oh no, estoy parcialmente incómodo"

"Sufre mi poderosa magia negra"

"¿Me podéis guardar al menos un trozo?"

A esto le siguieron varios minutos de silencio entre los cuales el armadurillo se quedó dormido.

"Bueno... ¿por dónde íbamos?"

"Estábamos por continuar el almuerzo"

El hechicero agarró un plato con un trozo de tarta y empezó a comérselo.

"¿Está bueno? Veigar"

"Si... está muy bueno..." - dijo mientras se le escapa una sonrisa, cosa que dejó a la chica sorprendida - "¿Pasa algo...?"

"No.. es solo... pocas veces te veo sonreír..."

"Eso es... cierto..."

Veigar en ese momento volvió a poner su cara de siempre mientras perdía su mirada en la tarta.

"¿He dicho algo malo?"

"No, no es nada, solo estaba pensando"

"Por cierto, Veigar...."

La muchacha empezó a acercarse al yordle a cuatro patas.

"¿Qué pasa ahora?"

"No te he dado las gracias por salvarme...."

"Lulu.... retrocede inmediatamente..." - le ordenó el brujo

"Pero fuiste muy valiente...."

"Lulu... si alguien nos ve..."

En ese momento giró su cabeza para ver a Rammus despierto y observándoles, su primera reacción fue quitarse a Lulu de encima. La segunda lanzar una mirada asesina a su preso.

"Tranquilo, no os preocupéis por mi"

"¡No estábamos haciendo nada!"

"Pero Veigi.... no hace falta que mientas..."

"¡No estoy mintiendo! ¡Y no me llames Veigi!" - gritó aun con más fuerza

"Vale, si tu lo dices..."

"Me estáis volviendo loco, más que cualquier versión alterna"

"Por cierto, Veigar, creo que deberíamos volver, hoy venia Singed, ¿no?"

"Es cierto" - dijo mientras liberaba a Rammus de las raíces - "Ve tu delante, Lulu y yo recogeremos esto"

"De acuerdo, nos veremos allí"

El armadurillo pasó a usar su forma Bola de Poder para marcharse, mientras que los yordles empezaron a recoger las cosas del suelo.

"A veces ese tipo sirve para algo..."

"Oye Veigar, ¿te molestó lo de antes?"

"Por supuesto que sí..."

"Oh, lo siento, ya sabes que a veces me dejo llevar"

"Créeme que lo sé, pero no hace falta que me agradezcas haberte salvado... en cierto sentido tu me salvaste a mi hace mucho tiempo..."

El hechicero del mal recogió la cesta y se marchó, con la brujita limitándose a sonreír y a seguirle con el mantel en la mano.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora