Parte 80: Cita Toxica

995 77 30
                                    

Singed había sufrido cierto altercado con un nuevo campeón conocido como Yasuo, al cual no le faltaban motivos para cargar contra él.

Una vez solucionado temporalmente esto, fue al jardín de Veigar a sentarse con Janna en un banco. Ambos callados y en silencio.

"He conocido a Lulu, es muy encantadora"

"Si, es agradable, aunque a veces saca al pobre Veigar de quicio"

"Ella me ha hablado mucho de él... y me invitó a visitarle..."

"Entiendo... a mi me dijeron que ella quería verme..."

"Así que la pequeñaja nos ha reunido..."

"No... no me esperaba esto, creí que sería por algo que el brujo..."

"Veigar y tu, ¿sois amigos desde hace mucho?"

"Desde hace aun par de años, cuando fundamos los Emisarios del Mal" - dijo a la par que recordaba ese momento

En los recuerdos de Singed se podía ver a un yordle con ropas de color azul, a diferencia de ahora que son un poco moradas. El zaunita no había cambiado mucho, salvo que antes estaba más delgado.

"¿Emisarios del Mal?"

"Si, son mi equipo de... criminales..."

"¿Criminales?" - Janna se quedó un poco asombrada - "Es cierto, tu..."

"Las noticias vuelan, al igual que el gas"

"O el viento..." - se llevó unos segundos callada y siguió - "¿Pero son todos como tu y Veigar?"

"¿A qué te refieres?"

"Sé que eres un criminal y que sueles hacer... cosas cuestionables, pero eres una persona agradable y simpática..."

"¿Simpático?"

"Conmigo y con Veigar al menos lo has sido..."

"Tal vez porque ya estoy algo quemado y quiero un poco de paz..."

"¿Son ellos como tú?" - preguntó algo tímida

Singed miró sus reacciones y se quedó mudo por unos segundos, luego se limitó a responder.

"Si, más o menos, son los mejores aliados que podría tener"

"Aliados, pero... ¿y amigos?"

"Sí... supongo que también..."

"Eso es... genial..."

La ninfa se quedó callada por unos minutos y luego le miró de reojo. Realmente le atraía su forma de pensar, esa experiencia que parecía portar.

"Oye Singed... ¿qué piensas de mi?" - preguntó un poco sonrojada

"¿De ti?" - repitió sorprendido - "Bueno, por lo que hemos interactuado en el Instituto..."

"Que en las últimas semanas ha sido bastante..."

"Eres una... ¿entidad? con la que disfruto hablando, eres... atractiva, tienes sentido del humor..."

"¿Existe la probabilidad de ser algo más que una amiga?"

"¿Cómo dices?"

La campeona del viento estaba totalmente rígida, intentando permanecer calmada y de hecho parecía lograrlo.

Singed no sabía qué estaba pasando, conocía a Janna desde hace un par de meses y nunca le habían pedido salir nunca. Porque le estaba pidiendo salir, ¿no?

"¿Puedes concretar un poco?" - preguntó fríamente

"¿Aceptarías salir conmigo? Ya sabes, por probar... ¿un cambio de aires?"

"Un cambio de aires..."

"Lo siento, supongo que ha sonado a mal chiste y..."

"No veo por qué no aceptaría cenar contigo, por ejemplo"

La maga del viento empezó a sonreír y avanzó un poco para cogerle de la mano.

"Janna... esta es la casa de Veigar..."

"Cielos, solo te he cogido de la mano..."

"Pero conociéndole podría resultarle muy molesto"

"No me importa, el aire puede permitirse estar en todas partes" - dijo sonriendo

"¿Eso era un chiste?"

Mientras tanto, detrás de algunos arbustos se encuentran Veigar y Rammus.

"Lo que hay que ver, ni que fuera su jardín"

"Tampoco ha hecho nada que sea para mayores de 18 años"

"¿De qué demonios me estás hablando?"

"Nah, solo estoy rompiendo la cuarta pared"

"Tu y tu maldita mente enferma..."

"Por cierto, Veigar, has sido muy amable al invitarles para que den un paseo" - dijo el armadurillo dándole un pequeño golpe con el codo

El Maestro del Mal le lanzó una mirada asesina a su presunto prisionero, realmente asesina.

"Vale, ya paro..."

"Además, solo les he invitado para que vean las flores que plantó esa insoportable..."

"Por cierto, ¿te has decidido ya?" - preguntó Rammus

"No, todavía no me he decido... ¿y a ti qué te importa?"

"Bueno... estamos aquí por eso, ¿no? Porque no sabias si pedirle salir a Lulu"

"No dije pedirle salir... dije reflexionar sobre... sobre..." 

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora