Parte 109: Café Pesadilla

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Era ya por la tarde y tras unos minutos con Lulu nuestro mago menos favorito tuvo que echar algunas luchas más en la Grieta del Invocador de forma obligatoria.

Actualmente estaba en la cafetería con Rammus, echando un rato mientras se despejaba.

"Parece que este día no se va a acabar nunca..."

"Te quejas mucho"

"Me quejo todo lo que me de la gana de quejarme"

"Pero anímate, has ganado dos partidas seguidas"

"Si, por dos rendiciones ante mi poder" - reía diabólicamente el brujo

"Eh, vosotros dos"

Frente a ellos se había parado Thresh, el carcelero de las almas perdidas.

"Se me hace raro veros por aquí"

"¿Thresh? Esas preguntas las tendría que hacer yo, es raro ver a la parca en el instituto"

"Puedo despachar a gente que me cae mal y absorber muchas almas... salgo ganando... ¿y ustedes?"

"Nos estamos quedando unos días mientras reconstruyen mi casa"

"¿Tu casa? ¿Le ha ocurrido algo?"

"Cierto, aún no os lo he comentado... explotó por los aires"

"Ah, bien... ¿murió alguien?"

"No, no murió nadie"

"Una lástima... ¿el hada también está con vosotros?"

"Si... ¿por qué lo preguntas?"

"La habitación que suelen darme, la que da a parar a un cementerio, se la dieron a un yordle"

"Un... yordle..."

"Sí, me preguntaba a quien se la habían dado"

"Ahora lo entiendo" - comentó Rammus - "Era la habitación de Thresh"

"¿Le dieron mi habitación a Lulu?" - preguntó antes de reírse

"¿Qué es tan divertido?"

"Tendrá suerte si no le da un infarto"

"A mi no me hace gracia, ahora no puede dormir sola"

"Te quejas mucho Veigar, aunque puedo entender eso último..."

"Yo lo único que quiero ahora es descansar" - dijo el mago juntando su cara con la mesa

"Tu siempre quejándote de todo... por eso me caes bien"

"Oh, por cierto Veigar, hoy no puedo quedarme en la habitación"

"¿Cómo? ¿Crees que un prisionero puede elegir? ¡¿Crees que hay una alternativa a esquivar tu ruin destino?!"

"Es que hay un tipo muy raro que no para de perseguirme por todo el instituto"

"¿Un tipo raro?" - preguntó el espectro mientras lo repasaba con la mirada - "Define qué es para ti, raro..."

"Pues se te parece un po..."

En ese momento Hecarim entró en la cafetería, miro a ambos lados y vio a Rammus. Luego avanzó acompañado de su aura fantasmal.

"¡Tu! ¡Miserable! ¡¿Creías poder escaparte de mi?!" - le gritaba a la vez que le señalaba con su lanza

"Bueno, técnicamente lo conseguí una vez"

"¡Encima osas insultarme! ¡Voy a cortarte la cabe...."

"Hecarim, ¿por qué persigues a Rammus?" - le interrumpió Thresh

"¡Ese sucio reptil me faltó al respeto y quiero venganza!"

"Venganza, eh, ¿no crees que es un poco impulsivo?"

"Bueno... tal vez la decapitación podría ser demasiado ultrajante..."

"Además, Rammus se ha ido ya" - comentó el mago

El armadurillo se estaba marchando de allí, en su forma de Bola de Poder, aprovechando la distracción.

"¡Vuelve ahora mismo!"

"Espíritus de la Venganza, no lo entenderías"

"Ni tengo intención de hacerlo" - dijo el brujo antes de levantarse - "Aunque tu amiga Kalista me la tiene jurada"

"Aún recuerdo cuando la vi morir..."

"Un delicioso cuento por lo que parece, pero yo me voy ya..."

"¿Tan pronto? Que el muerto aquí soy yo"

"Estoy cansado, Thresh, necesito descansar..."

"Ese es un buen chiste que tenéis los mortales"

"¿Tu no te cansas mucho?"

"Sí, pero lo mío tiene cierta justificación y no es tan literal como en tu caso"

"Una suerte que envidio"

El villano oscuro le despidió con una seña y luego se dirigió hacia su dormitorio. Cuando llegó a la puerta suspiró mientra la abría, esperando tranquilidad.

Dentro se encontró a Lulu durmiendo en su cama. Lentamente avanzó y se sentó al lado suya mientras cerraba los ojos.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora