Parte 129: Rompiendo las reglas

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El laboratorio del Instituto de Guerra suele ser un lugar muy tranquilo, donde los técnicos usan la tecnología de Piltover para actualizar el armamento sin demasiados problemas.

Aunque Viktor se dirigía hacia allí bastante enfadado, lo cual parecía indicar que dicha tranquilidad estaba por acabarse.

"Oye Peter John, ¿no has oído un ruido?" - pregunto uno de los técnicos

"Si, Sabo, parece que viene del pasillo..."

"¿Debería echar un vistazo?"

"Deja, no creo que..."

El joven fue interrumpido cuando la puerta salió disparada hacia él, estampandolo contra la pared.

"¡Peter John!"

"Me... duele..."

"Entre mucho y mucho cuánto..."

"Mucho..."

De el humo que salía de la entrada se podía distinguir la figura del Heraldo de las Máquinas, amenazante.

"¡Viktor! ¡¿Estás loco?! ¡¿Qué buscas entrando así?!"

"¿Qué busco? Lo que siempre he buscado"

"¿Enn?"

"La evolución..." - dijo apartando a los hombres de su camino con su cetro

"Aurrff...."

Viktor se acercó a los ordenadores y usó un dedo de su mano robotica para entrar en el sistema.

"Por qué... ¿por qué a mi?" - se quejaba el moribundo

"Es hora de cambiar las cosas un poco"

Mientras esto ocurría, el Maestro del Mal estaba reunido con Xerath en la cafetería. El ser de energía no comía o bebía, pero le hacía compañía.

"Y eso es lo que pasó en términos generales"

"Esa Vi no sabe cuando callarse" - replicó Veigar

"Por un momento pensé en descargar mi Pulso Arcano en ella..."

"Si no fuera por este sitio..."

Veigar se disponía a beber cuando vio un pequeño insecto metálico en el vaso.

"¿Qué demonios es esto?"

"Parece una especie de..."

"¡Ahhhhhh!"

El grito pertenecía a Nunu, un campeón y jinete de yetis, quien estaba completamente cubierto de pequeños insectos de metal.

"¡A-ayuda!" - gritaba mientras veía como otra horda atacaba al yeti

"¡Wrruaaaahhhh!"

"¿Insectos? ¿Pútridos insectos?"

"¡Hay que ayudarle!" - gritó Garen

El campeón Demaciano acudió junto a Alistair y Nidalee, pero nada más acercarse al pobre niño fueron atacados por los insectos metálicos.

"No hay que tocarlos"

"Esos seres están diseñados para atacarles..."

"A ellos o a cualquier campeón, parece ser..."

Los insectos de metal mordían a los campeones, produciendoles pequeñas descargas que cubrían su carne con metal.

"¿Quién demonios está haciendo esto?" - se quejaba Nidalee

"Creo que sé quién..."

"Alguien que quiere mejorar lo humano" - murmuró el emperador

"¿Alguna idea Genio de la lampara?"

"Estos seres tienen que estar siendo creados en el laboratorio principal"

"El único sitio de donde no quería que viniese..."

Ambos magos marcharon hacia los pasillos que llevaban al laboratorio, pero en su camino de encontraron con un insecto de metal parecido a una cigarra. Y esta era enorme.

"Con eso no contaba yo" - dijo Xerath, sorprendido por el tamaño del bicho

"¡¿Cómo ha tenido tiempo de crear esto?!"

"No subestimes las capacidades que concede el odio"

"Bueno, tendremos que....."

El yordle se disponía a atacarlo cuando una mujer saltó sobre el monstruo, golpeándolo con su puño de acero.

"¿Vi? ¿Qué haces tú aquí?"

"¿No creeríais que soportaría una segunda ronda? ¿No?"

"¿Segunda ronda? ¿Cuando fue la primera?"

"¡Dejemoslo! ¡Tenemos que ir al laboratorio antes de que todo el instituto se convierta en un hormiguero!"

"Técnicamente son cigarras" - le corrigió el ser de energía

"¿Y crees que acaso eso me importa?"

Mientras tanto alguien había conseguido abrirse paso hasta el laboratorio.

"Sabia que tarde o temprano llegarías... ya es un poco tarde..."

"Nunca es demasiado tarde, Viktor"

"Ya... supongo que aun estoy a tiempo de eliminarte...." - dijo el científico con desprecio

En la entrada estaba Jayce, sujetando su martillo en posición de ataque.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora