Parte 268: Sábado noche

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Era un sábado por la noche (el mismo título lo dice) y Fiora se encontraba a las puertas de la casa de Veigar, algo indecisa de por qué estaba allí realmente.

Había recibido una extraña y garabateada invitación por parte de la pequeña Lulu para ir esa misma noche...

"No sé qué hago aquí... tendría que haberle dicho que no podía venir..."

"No, seguro que te lo pasas bien"

"No, no creo que me lo pase bien rodeada de yordles extraños y..."

Cuando miró a su derecha se dio cuenta de que a su lado se encontraba Lulu, con un cuenco de naranjas en sus manos.

"¿Cuánto tiempo llevas ahí?"

"Segundos, escasos segundos"

"¿Y qué haces con todas esas naranjas?"

"Salí a recogerlas para hacer zumo" - le contestó la chica

"Entiendo..."

"¿Te importa llamar para que entremos?"

Fiora llamó al timbre de la puerta, esperando a que alguien les abriera a ambas.

"Me alegra de que vinieras" - le dijo la bruja

"Bueno, ustedes me mandasteis la invitación" - le contestó aún seria - "Hubiera sido descortés..."

"Si, quería ver una peli con Veigar... pero se unieron Rumble, Tristana y Rammus, así pensé que pensé en más gente..."

"¿Y se te ocurrió pensar en mi?"

"Rammus tiene muchos conocidos, pero últimamente os veis mucho así que pensé que te gustaría venir"

"Bueno... no me disgusta su compañía..." - le dijo la muchacha

"¿Podríamos decir que sois amigos?"

"Potencialmente..."

La puerta se abrió y apareció Veigar, con un aparente dolor de cabeza.

"Veigar, ya tengo las naranjas" - le dijo Lulu sonriente

"Eso da igual ahora, haz algo con esos dos, me están volviendo loco"

"¿Esos dos? Vas a tener que especificar"

El mago llevó a las chicas al salón, allí se encontraba Rumble, sentado junto con Rammus y discutiendo con Tristana.

"¿Qué tiene de malo que llame a mi robot con un nombre casualmente similar al tuyo?"

"¡Es siniestro y burdo!" - le replicó la yordle

"¡Tu eres siniestra y burda!"

"¡Tu madre es siniestra y burda!"

"Calmaos un poco" - les dijo Rammus tranquilizándoles

"¿Qué ha pasado ahora?" - preguntó el brujo con cansancio

"¡Ese yordle le ha puesto mi nombre a su robot!"

"Hay mucha gente con ese nombre"

"Hay una peli que se llama así" - le dijo Rammus

"Ves, es solo una coincidencia"

Todos le miraron directamente, todo el mundo sabia que no era coincidencia, pero... a la gran mayoría también les daba igual.

"¡Yo me voy de aquí! No quiero estar en esta sala con él"

"Espera un momento Tristana"

La pequeña yordle morada salió tras su amiga.

"Se ha enfadado sin motivo"

"¿Sin motivo? Levántate, que me tienes harto" - le dijo el brujo enfadado

"Tampoco es para taaaaanto"

"Cambiale el nombre y ya está, por dios"

"No puedo por temas de patente, te lo he dicho"

Todos los yordles se fueron de la sala, dejando solos a Fiora y a Rammus. Aunque a favor de la Demaciana, ella aún estaba intentando asimilarlo todo.

"Eso ha sido bastante anticlimático"

"Si... un poco..." - le contestó algo confusa

"¿Quieres ver la película? Seguro que no está mal" - le ofreció Rammus

"Claro, ¿por qué no?"

A estas alturas solamente quería sentarse y reflexionar un poco por todo lo ocurrido.

Cada uno estaban en un extremo del sofá, el armadurillo miraba la televisión a espera de la película mientras muchos pensamientos pasaban por la mente de Fiora.

"¿Te pasa algo?"

"No me pasa nada" - le respondió algo nerviosa - "Por cierto, ¿de qué es la película?"

"Creo que es romántica, ya sabes, por eso de que hoy es San Valentín"

"Tiene cierto senti... do..."

En ese momento Fiora miró hacia otro lado algo descompuesta. A ella no le importaban fechas como esas y por ello no las tenía en cuenta... pero era San Valentín y estaba con Rammus...

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora