Parte 225: Marcas

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Era muy temprano, por la mañana, y Veigar se encontraba en su cama durmiendo, al menos hasta que cierta hada entró en su habitación.

Empezó a chillar para que el brujo le prestase atención, pero él le intentó ignorar lo que pudo... inciso en que lo intentó...

"¡Pixie! ¡Pixie!"

"Zzzz..."

"¡Piiiixiiiee!"

"Cállate de una vez... condenada...."

"¡Pixie! ¡Pixie! ¡Pixie! ¡Pixie!"

"Cállate ya, estoy intentando dormir..."

"¡Pixie!" - seguía chillando mientras le agarraba de la manga

"¡¿Qué es lo que quieres?!"

El hada señaló la puerta y luego se fue volando. El hechicero, ahora desvelado, se levantó y se puso sus típicas ropas, luego se dirigió al pasillo.

"Ni siquiera puedo descansar en mi casa..."

"¡Pixie! ¡Pixie!"

"Espero que no me hayas desvelado por na..."

El pasillo estaba lleno de arañazos y parecía que hubiera pasado un tornado por la casa.

"¿Qué demonios ha pasado aquí?"

"Pixie" - le llamó el hada señalando la habitación de Lulu

"No me fasti..."

Veigar entró y se encontró con su habitación destrozada, en el mismo estado que los pasillos.

"¿Cuando ha pasado esto? No me he enterado de nada..."

"Pixie... Pixie, Pixie..."

"Evidentemente fue mientras dormía, listilla"

"Pixie..."

"Debe de haber sido hace una hora o así supongo... no dormí tanto..."

"........"

"Las marcas son recientes, así que debo andar acertado..."

El brujo salió al pasillo para ver las marcas de las paredes. No podía imaginar qué pudo hacer eso... ¿tal vez Rengar otra vez?

"¡Pixie!"

"Parece que se dirigen hacia fuera de la mansión"

"Pixie..."

"Puede que nos lleve hacia Lulu" - dijo dirigiéndose hacia la puerta

El hechicero salió al jardín y una vez allí vio unas pisadas en el suelo que salían del recinto.

"Parece que se dirige hacia el bosque"

"¿Pixie?"

"Pero esto no tiene ningún sentido..."

Las pisadas eran grandes, parecidas a las de un animal, y condujeron al yordle hacia un claro donde se encontraba una inconsciente Lulu.

"Esa parece Lulu... pero..." - el brujo miraba de un lado a otro

"¡Pixie!¡Pixie!"

"Cállate, primero tengo que ver si hay alguien alrededor"

"¡Pixiiiiie!"

"¿Qué pasa? ¿Sientes algo?"

El yordle avanzó lentamente hacia donde se encontraba la chica, con cuidado de que nadie le viera o le sorprendiera.

"Ahí está..."

"¡Pixie!"

"Hey, Lulu, despierta..."

"Zzzz..."

"Lulu... despierta de una maldita..."

"Vei... veigar... ¿dónde estoy?" - le preguntaba muy confusa

"Lulu, ¿qué te ha pasado?"

"Estaba durmiendo y escuché un ruido... intenté cerrar la puerta..." - intentó decir aun adormecida

Parecía bastante cansada y en el rostro se veía algún moratón. Debió ser un fuerte golpe.

"¿Quién trataba de entrar?"

"Ojos rojos....." - dijo con los ojos abiertos

"¿Tenía los ojos rojos?"

"Ojos rojos..."

"Sí, me he enterado de que tenía..."

"No... ojos rojos.... detrás de ti...." - dijo con la voz temblorosa

El brujo se giró y recibió un zarpazo que le envió bruscamente contra el suelo.

"¡Veigar!" - gritó la chica cuando le vio caer

"¿Que ha sido... eso?"

"Grgrrr....."

El yordle apenas pudo levantar la mirada para ver a una especie de hombre lobo con armadura, ojos rojos y grandes zarpas.

"La madre que me..."

"Grgrrr... yorrrdle..."

"¿Warwick?"

"Grggrrrr...."

El monstruos solamente emitió un gruñido desgarrador mientras se le acercaba. Sus afilados colmillos tampoco parecían indicar nada bueno.

"¿Qué haces tu aquí?"

"Su... corazón..." - dijo señalando a Lulu - "Vengo a... devorarlo"

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora