Parte 111: El loco de las bombas

1.1K 72 14
                                    

El maestro del mal se encontraba en la cafetería, ya que quería ver si estaba Rumble por allí, aprovechando que le había tocado junto a él en la partida anterior.

Su estancia en el Instituto de Guerra llevaba ya unos días y necesitaba saber cuánto más duraría.

"Rumble, ven aquí, quiero hablar contigo" – le llamó nada más verlo

"Buenas, Veigar, ¿qué tal todo?"

"Psscht... ¿cómo va la reconstrucción de mi casa?"

"Muy adelantada, en menos de dos semanas estará terminada"

"Bien" - sonrió el yordle - "Por fin una buena noticia"

"¿Tantas malas te llegan?"

"Tu sabes... pero bueno, no les hecho cuenta..."

"¿Te ha pasado algo? Pareces de buen humor" – preguntó extrañado

"¡Cosas que a ti no te importan!"

"Lo que tú digas..."

"Siéntate si quieres, aún tengo algo de tiempo"

"Bueno, ¿por qué no?"

Ambos charlaron un poco más hasta que el hechicero se marchó, por lo visto alguien estaba preguntando por él en uno de los recibidores.

Segundos después alguien se puso delante de Rumble. Parecía un yordle, pero tenía gafas de científico de color verde trasparente.

"¿Puedo ayudarte en algo?" – preguntó Rumble extrañado

"¿Tu eres el que voló la casa de Veigar? ¿Rumble?"

"Depende.... ¿quién es el tipo risueño que pregunta?"

"Tu robaste mi bomba jejejeje" – le acusó mientras le señalaba

"¿Bomba? ¿Qué bomba?"

"La que usaste para destruir la casa de Veigar"

"La bomba que yo use...." – pensó por un momento - "Pero eso era un misil..."

"Toma, jajajaja, para ti, jejejeje"

El extraño tipo lanzó una bomba a las manos de Rumble, quién se quedó pillado por unos segundos.

"Esto es..."

"¡Un presente explosivo!"

"¿Qué... oh.... ¡(BABABUI)!"

La amenaza mecánica lanzó la bomba tan rápido como pudo, impactando esta con uno de los muros de la cafetería y llevándose parte de él con la explosión resultante.

"¡¿Qué (BABABUI) estás haciendo?!"

"Tú me robaste mi bomba, jjijijiji, nadie roba a Ziggs"

"¿Ziggs?"

"Sep... y tengo más regalitos..." - dijo mientras sacaba de su cinturón otras dos bombas

"Va a ser que no..."

"¿No? No hay opción del no"

El yordle comenzó a correr para que la cafetería no sufriera más daños, esquivando las bombas que lanzaba Ziggs. Gracias a C'Thulhu que con las prisas no apuntaba demasiado bien.

"¡No puedes escapar! ¡Jajjajajajaj! ¡Ladrón!

"Tío... ¡yo no te he robado nada!" – intentaba convencerlo el yordle azul

"¡No mientas! ¡Sé que usaste una bomba mágica de mi inventario!"

"¡Lo mío era técnicamente un misil! ¡Y no contenía ningún daño mágico!"

"¡No me mientas y entrégame tu vida!"

"¡No veo relación entre una cosa y otra! ¡Mi vida no vale tanto!"

La máquina de combate de Rumble acababa de usarse en una pelea en la grieta y no estaba operativa, tampoco podía ponerse a luchar en mitad de los pasillos con ella.

Cuando ya estaba a punto de escaparse de su perseguidor este lanzó un cartucho al suelo. El cartucho explotó, tirándolo por los aires.

"Juajuajujjau, te tengo en mis manos, ladrón"

"Siempre pensé que moriría de hepatitis" – dijo cerrando sus ojos con fuerza - "No a manos de un pirado con dinamita"

"No es dinamita, son Hexplosivos"

"Perdón, nunca pensé que moriría a manos de un tipo con mal léxico"

Para su sorpresa, cuando abrió los ojos se encontró con Ziggs atrapado en el Horizonte de Sucesos de Veigar, ya que el mago estaba delante suya.

"¡Veigar! Gracias por ayudarme"

"¿Ayudarte? ¿De qué hablas? Estaba escapando y he usado mi Horizonte para ganar tiempo"

"¿No has venido a ayudarme?"

"Me he encontrado contigo por pura suerte"

"Pues me has venido muy bi... espera, ¿escaparte de quién?" – preguntó extrañado

"¡Del Espíritu de Venganza!"

Kalista se hallaba detrás de Veigar, rodeada de varias almas que iluminaban su silueta.

Fue ahí cuando el Maestro del Mal notó que probablemente los dos se encontraban en serios problemas.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora