Parte 40: Daños Exteriores

1.2K 99 15
                                    

Lulu acababa de despertarse, tras haber dormido muy bien la noche anterior gracias a Veigar. Se estaba desperezando mientras pensaba qué hacer hoy.

Solo sabía que ahora tenía fuerzas para poder seguir divirtiéndose con él y con su amiguita Pixie.

"¡Buenos días, Pixie!"

"¡Pixie!"- chilló el hada volando

"¡Sí! ¡Hoy toca divertirse mucho con Veigi!"

"Pixie..."

"No, no soy pesada"

La chica terminó de vestirse y agarró una foto enmarcada que tenía de Veigar. La miró fijamente, pensó en cómo sería sin ese sombrero y la acercó a sus labios para besarla.

Fue entonces que vio a Rammus en el pasillo, justo delante de su puerta.

"........."

"No... no es lo que parece..."

"Ok, me pasaré luego"

"........." - Lulu pasó de sonrojarse a ponerse completamente roja - "¡Rammus!"

Y salió corriendo al pasillo esperando que aún siguiese ahí.

"¡Rammus! ¡Espera! ¡No es lo que..."

"¿Pasa algo?"

"¿Eh? ¡Ve-Veigar!"

El hechicero estaba pasando tranquilamente por delante de ella.

"¿Ocurre algo?"

"Yo... Rammus... ¿no te habrá dicho nada?"

"¿Rammus? No, acabo de dejarle en las mazmorras"

"Me sorprendió verle libre"

"Es bueno haciendo creeps"

Por un momento Lulu puso en duda esta afirmación. Ella acababa de verle hace escasos segundos... pero prefirió no pensar en ello.

"Me alegro.... por cierto, Veigi, quería hacerte una pregunta" - dijo Lulu algo sonrojada

"¿Qué tipo de pregunta?"

"¿Me dejarías verte sin sombrero?"

"¿Sin sombrero?"

A pesar del brillo en los ojos de la joven, la cara de Veigar cambió, se notaba serio y su actitud cortés desapareció e incluso daba algo de miedo.

"No... nunca..."

"P-pero Veigi, por favor..."

"He dicho que no" - dijo antes de marcharse por el pasillo

"¡Veigi, espérame!"

"¡No me llames Veigi!"

"P-pero Veigar... no quiero hacer nada... solo quiero..."

"Nunca vuelvas a pedirme eso..." - acto seguido se giró y marchó hacia la sala de estar

Lulu volvió a su cuarto, allí se quedó viendo la foto de Veigar. No sabía por qué reaccionó de esa manera, solo quería verlo sin ese sombrero suyo.

La pequeña yordle se levantó y avanzó con su hada Pixie hacia el salón donde se encontró al maestro del mal durmiendo en el sofá, se había quedado dormido viendo algo.

"Vamos Pixie"

"Pixie"

"Necesito verle bajo el sombrero"

"¡Pixie! ¡Pixie!"

"Claro que es necesidad"

La brujita caminó sigilosamente hasta colocarse delante suya, fue entonces cuando de un solo agarrón le quito el sombrero.

Lulu se quedó sin respiración cuando vio su rostro.

"Pix... Pixie..."

"N-no... no sabía que..."

Su pelaje era negro, pero le faltaba parte de una oreja, había varias cicatrices en su cara, especialmente una grande que atravesaba su faltante ojo.

"Vei.... gi...." - llegó a decir con la voz temblando

"Zzzz.... ¿mmm?"

"¡Pixie! ¡Pixie!"

El brujo empezó a despertarse, con su ojo entreabierto pudo apreciar a Lulu sosteniendo su sombrero. Cuando lo vio en sus manos lo primero que hizo fue tocarse la cara, luego empezó a jadear.

"Veigi... yo...."

"Tu... Lulu...."

El yordle le miró con ojos acusadores, agarró el sombrero y se lo arrebató de un golpe, su cuerpo entero estaba temblando.

"¡Te dije que no intentaras cogerlo!"

"Veigi... ¿por qué?..."

"No... vuelvas... a mirarme... te lo prohíbo..."

"Pero... yo solo..."

".........."

El yordle parecía bastante conmocionado por lo que acababa de pasar, por lo que la chica avanzó hacia él y le dio un abrazo. Un cálido, tierno y agradable abrazo.

"No... vuelvas..."

"Veigar... me da igual tu cara... eso es lo que menos importa..."

"No.. vuelvas... a hacerlo..."

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora