Las Crónicas de Veigar

Parte 97: Misterios del corazón

Lulu estaba frente a la puerta de la mansión, paralizada y sin saber qué hacer. Por un lado Veigar le había hecho enfadarse, pero ese beso le había confundido mucho.

La chica se fue corriendo hasta el bosque, acompañada de su hada recién llegada, solo pensaba en perderse hasta que se golpeó con alguien.

"Auhh" - se quejó mientras caía al suelo

"¡Oye, ten más cuidado!"

"Me he hecho daño..."

"Oh, Lulu, que de tiempo sin vernos"

Aquella mujer resultó ser Evelynn, quien fue perdiendo el enfado conforme comprobó quién era.

"Hola Evelynn, me alegro de verte" - dijo sonriendole

"¿De dónde venías corriendo?"

"De casa de Veigar...."

"¿Ha pasado algo entre ustedes?" - le preguntó mientras sonreía

"Bueno.... algo si ha pasado...."

"¿Por qué no nos sentamos y me cuentas?"

"........."

"Tengo experiencia en estos casos aunque no lo creas"

La diablesa tenía cierta fama por ser muy cotilla en los temas amorosos. Ella y Lulu se sentaron en un tronco, donde la yordle se notaba que estaba preocupada.

"¿Qué te ha pasado con Veigar?"

"Se portó muy mal conmigo, peor que nunca" - dijo la chica en voz baja

"¿Qué es lo que te hizo?"

Su marido había trabajado con el yordle, por lo que sabía cómo era Veigar. Tampoco creía que él dijera nada ofen... demasiado ofensivo a Lulu.

"En navidades conseguí que me hiciera caso..."

"Navidades, es cierto... no pude acudir a la fiesta"

"Sí, no te vi por allí... pero el caso es que él me trató de una manera muy fría, y se burló de lo que sentía..."

"Lulu, tu sabes cómo es Veigar, le cuesta tener sentimientos con la gente"

"Eso ya lo sé, pero..."

"Y está más que claro que le gustas"

"¿Cómo estás tan segura?" - preguntó inclinando más la cabeza

"Thresh me cuenta mucho sobre él... antes simplemente te gritaba, ahora se pone colorado, ¿ves la diferencia?" - dijo mirándole de reojo

"Pero... esas cosas..."

"Además pasa por alto muchas de tus propuestas, que tanto le molestan, es muy indulgente"

"Si pero se pasó de la raya... me dolió..."

"¿Y qué hizo al respecto?"

"Vino a disculparse y yo le dije que me iba a ir" - dijo mirando hacia otro lado

"Te gastó una broma, se pasó mucho... pero ¿cómo crees que se sintió él?"

"No te entiendo"

"Es Veigar, a alguien normal le hubiera ignorado, a ti fue a buscarte, a pedirte perdón... eso no lo hace con nadie..."

"Y cuando estuve a punto de irme..."

"¿Te detuvo como el pequeño psicópata que es?"

"Él... me besó..."

"Bueno, eso... espera, ¿qué?"

Tal vez debería haberle dicho eso primero... pues Veigar, el mismo Veigar del que hablaban, había hecho algo así, tan impropio de él...

Y Evelynn también se quedó algo sorprendida al principio, rápidamente lo racionalizó.

"Que él me besó... me agarró de la cintura y me besó..."

"¿Y te gustó?" - preguntó con una sonrisa picara

"S-si...."

"Entonces está todo dicho"

"¿Lo está? Porque no lo entiendo"

"Bueno, tu sientes algo por él y el pequeñajo siente algo por ti"

"Pero... lo que me hizo..."

"Se pasó mucho, pero también le trataste así....."

Lulu se quedó unos segundos callada y luego se levantó con mucha energía.

"Gracias por la charla Evelynn, tengo que hablar con Veigar"

"Me parece lo más acertado"

"Ya me contarás cómo se soluciona todo"

"¡Sí! ¡Claro!"

La pequeña hada empezó a correr hasta la casa del hechicero, se quedó parada delante de la puerta y llamó repetidas veces.