Parte 155: No llores más

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Fin de semana. Veigar estaba en su salón tranquilamente leyendo un libro con el Poro a su lado. Lo cual era bastante relajante para él.

Recientemente no había tenido demasiados problemas desde lo ocurrido con Malzahar y tampoco los quería.

"No me gusta que Lulu esté enferma, pero al menos hay cierta tranquilidad"

"......."

"Sí, sé que tu también..."

"........"

"¿Cómo? ¿Pasa algo?"

"........"

En ese momento alguien llamó a la puerta de la mansión.

"¿Quién es esta vez?"

"......."

"Como sea esa artillera de nuevo..."

El brujo se levantó y avanzó hacia la puerta. Al abrirla vio delante de él a Amumu, el yordle momia.

"Ho-hola" - saludó tímidamente

"Hola Amumu, ¿qué haces aquí?"

"Ve-venía a ver a Lu-Lulu....." - decía nervioso

"¿Lulu? Aun sigue enferma, ahora está durmiendo" - dijo mirándole directamente a los ojos

"V-vale... volveré en otro momento...."

"Espera un momento"

"........"

"........"

"¿Qué... ¿qué ocurre?"

"Si quieres puedes pasar, ella despertará pronto"

"Gra-gracias...."

En la habitación se encontraban Veigar leyendo su periódico y Amumu mirando el suelo, luego dirigió su mirada hacia el dueño de la casa.

"¿Pasa algo?"

"N-no nada...." - dijo empezando a llorar un poco

"Para de llorar"

"Lo-lo siento.... snif snif...."

"¿Por qué estás llorando?"

"Po-por nada.... snif snif...." - respondió con lagrimas en los ojos

"Ve al cuarto de baño a lavarte la cara"

"Va-vale... snif..." - dijo levantándose y andando hacia el pasillo

"Lo que me toca soportar..."

Amumu marchó hasta el cuarto de baño, fue a agarrar el pomo y entonces vio algo al final del pasillo.

"Ho-hola.... ¿hola?.... ¿hay alguien?"

"......."

Al final del oscuro pasillo pudo ver un ojo amarillo brillando, mirándolo fijamente.

"Uuuuuuhhh....."

"........"

"Q... quién... ¿quién er..."

"........"

La pequeña momia abrió la puerta del baño y se metió dentro rápidamente.

"Snif... snif... Veigar... Lulu...." - lloraba el yordle

Tenía bastante miedo, pero sintió mucho más cuando escuchó que alguien aporreaba la puerta.

"¡Uahhhhhh!¡Aaahhhh!"

Los golpes no cesaban y el yordle estaba sentado en la esquina, de forma un tanto lamentable.

Llegados a un punto agarró el pomo y lo giró lentamente, encontrando al hechicero al otro lado.

"¿Por qué estás tardando tanto?"

"Ve-veigar..... ¡Veigar!...." - gritaba mientras lloraba con fuerza

"Solo has ido al baño, deja de llorar de una vez"

"Pe-pero hay alguien en el pasillo" - decía señalando al fondo del pasillo

"¿Al final del pasillo?" 

El maestro del mal giró su mirada, pero no había nada allí...

Volteó su mirada hacia la momia llorona, que no parecía para nada calmado. Más bien lo contrario.

"Ahí no hay nada ni nadie"

"Pe-pero vi una luz mu-muy brillante"

"Brillante... ya...."

Los dos regresaron al salón, solo para encontrarse con que el Poro no estaba.

"¿Poro? ¿Dónde estás Poro?"

"Está ahí, escondido bajo del sofá"

"¿Qué haces ahí abajo? Sal ahora mismo" - le ordenaba el mago

El Poro se negó, agitando la cabeza, y luego le señaló.

"Te está señalando Veigar"

"No... está señalando algo que hay detrás nuestra..." - dijo en voz baja

"¿De-detrás nuestra?"

Los dos yordles se giraron lentamente y miraron hacia el techo, allí arriba en la esquina se encontraba una especie de león con un cuchillo en la mano y un ojo de color amarillo brillante.

"¿Qué diablos es eso?"

"Grrrraaaaaahhhh" - rugió el ser conforme se lanzaba hacia ellos

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora