Parte 201: Pegados en Botline

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Era un día muy tranquilo en la grieta del invocador, los pájaros cantaban, los súbditos se generaban y la linea inferior se encontraba un tanto alarmada...

Bueno, Singed y Lulu de hecho estaba bastante calmado al contrario que cierto Maestro del Mal.

"¿Creéis que tardarán mucho en reorganizar todo?"

"No lo sé, igual nos quedamos aquí un rato"

"Con todo el trabajo acumulado que tengo"

"Deberías tomarte algún respi..."

"Lo que yo quiero saber es ¡¿cómo hemos llegado a esto?!" - gritó Veigar con furia

El Maestro del Mal se encontraba con sus dos compañeros de equipo pegados a un pegote del adhesivo especial de este último.

"Me pedisteis ayuda, así que no te quejes tanto"

"Solo te sugerí pasarte" - le corrigió el yordle - "¡Y eso no incluía dejarnos pegados al maldito suelo!"

"Veigar, no digas tantas palabrotas"

"Maldito no es una palabrota... maldición..."

"Al menos no perderemos esta confrontación, ¿no?"

Todo el departamento central de los Invocadores a cargo había sufrido problemas, por lo que casi todos los campeones se habían tenido que marchar.

"Mira que echar el pegamento sobre nosotros..."

"Tenía pensado lanzarlo detrás mía... antes de que os pusieseis detrás..."

"Eso es una excusa"

"Y encima os agarrasteis a mi"

"Culpa mía" - sonrió Lulu

"Esto no puede empeorar...."

"Nunca digas una frase como es..."

En ese preciso momento Kog'Maw regresó a la linea, tras haber tenido problemas para llegar.

"Por fin he llegado... ¿qué hacéis ahí pegados?"

"Hemos tenido un pequeño accidente" - explicó la brujita con una sonrisa

"Al menos vuestro... vuestro... invocador no os ha retirado"

"Realmente no sé si es peor eso... o esto..."

"No seas tan pesimista, Veigi"

Singed recibió en ese momento un mensaje de parte de su invocador, el cual se comunicó mentalmente.

"Hey, parece ser que hay otro campeón del equipo enemigo activo"

"¿Otro campeón? ¿Cuál puede ser?" - se preguntó la chica - "¿Poppy tal vez?"

"Me temo que no..."

Desde la jungla y pasando por el río apareció Elise, de entrada tenía su forma humana.

"Genial... lo que faltaba..."

"Hola Elise...." - saludo el ser del vacío

"Hola Koggi, por fin he podido volver a la grieta..."

"¿Le ha llamado Koggy?"

"Es un gracioso apodo, ¿no crees?"

"Bueno... eso es sumamente debatible..."

"¿Qué hacéis vosotros aquí? Me refiero a... bueno..."

"Nos hemos quedado como tú" - comentó el químico - "Fuera de la partida"

"Como yo no, yo puedo moverme"

"Voy a arrancarte esas patas de araña, viuda negra" - le amenazó el brujo

"Uh, qué miedo..."

"¡Lo digo en serio!"

"Vamos Koggi, voy a darte el bufo rojo"

La mujer agarró la mano de Kog'Maw y se adentró en la jungla, pasando completamente de lo que le decía el mago.

"Nota mental, destruir la Isla de las Sombras..."

"Thresh te destruiría primero..."

"De acuerdo, destruir el Bosque Retorcido"

"Oye, Singed, ¿cuánto dura tu adhesivo especial?" - peguntó la bruja

"Es una mezcla nueva, calculo de alrededor de una media hora..."

Veigar se quedó mirando fríamente a su compañero, obviamente a él no le hacía gracia estar pegado en el suelo por veinte minutos más.

"Bueno, ¿cómo os va la vida?"

"¿Crees que tengo cara de que me vaya bien?" - le devolvió la pregunta - "¡¿De verdad me preguntas eso?!"

"Veigar, no te enfades tanto, algún día nos reiremos de cuando Singed nos dejó pegados en la linea inferior"

"No creo que ese día llegue jamás" - replicó el hechicero

"Tan carismático como siempre..."

El tiempo pasaba, una media hora concretamente, y los súbditos aun no habían derribado los nexos. Quedaba bastante para que terminara el día.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora