Parte 207: Alas de justicia

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Poppy había ido a visitar a su amiga Lulu a la mansión de su novio, mostrandole su nuevo look.

Ahora mismo se encontraba andando por mitad del cementerio de vuelta al Instituto. Esos lugares no le asustaban, por lo que seguía manteniendo su expresión habitual.

"Este sitio necesita una redecoración"

"No deberías meterte con las casas de la gente" - dijo una voz que venía desde arriba

"Casas, eh... la definición no parece correcta..."

La yordle levantó la mirada y vio una figura volando en mitad de la niebla.

"¿Me estás siguiendo?"

"No exactamente... tu has entrado aquí...."

La criatura descendió desde lo alto y se quedó parado delante de ella, su aspecto era el de una enorme gárgola de colores azul y amarillo.

"Ah, eres tu Galio" - dijo sin sorprenderse demasiado

"¿Esa es tu forma de saludar?"

"Más bien un pensamiento en voz alta..."

"Nunca cambiarás por lo que veo..."

"........"

"Te vi desde arriba y se me ocurrió saludar"

"¿Seguro no querías hacerme nada raro?" - preguntó con desconfianza

"¿Por quién me estás tomando?"

"Era una broma" - dijo seriamente - "Intento ser más graciosa"

"Pues no te funciona" - le respondió la criatura - "¿Te diriges a Demacia?"

"Sí, aunque primero pararé en Bandle"

"Yo tengo que ir al Instituto de guerra, puedo acompañarte"

"Si tu quieres, me da algo igual"

Galio y Poppy se habían conocido hace tiempo, ella inspiró a Galio para que se uniera al Instituto de Guerra para combatir junto a Demacia.

"Veo que te has cambiado el color de pelo"

"........"

"¿Ese escudo es real o de energía?"

"........"

"Odio el bosque, ni siquiera puedo ver el final" - añadió al ver la entrada

"¿Por qué no te callas?"

Ese comentario fue igual a que Poppy cogiera su martillo y le golpeara en el estomago.

"Solo intentaba hablar sobre algo" - dijo la gárgola algo decepcionada

"¿Hablar sobre algo?"

"Sí, entablar conversación"

"Eso hace que el trayecto dure más, cuanto antes lleguemos mejor"

"A veces puedes llegar a ser demasiado seria"

"Es mi forma de ser" - contestó fríamente - "¿Te molesta?"

"No, no es malo, de hecho es parte de tu encanto"

"¿Has dicho algo? No estaba prestando atención" - le dijo la guerrillera

"Nada demasiado relevante..."

Ambos llegaron a la bifurcación, donde ambos debían tomar caminos diferentes.

"Nos vemos en la grieta" - dijo Galio despidiéndose

"Si tu lo dices..."

"Podríamos hacer equipo más a menudo"

"Seguro que estaría bien..."

El gigante se marchó, emprendiendo el vuelo. Por su lado Poppy se fue por la senda hasta llegar a Bandle, una vez allí fue derecha hacia la casa de Tristana.

"Poppy, estabas tardando en llegar" - le recibió la artillera alegremente

"Me encontré a alguien por el camino"

"¿Y te paraste a hablar? Porque no eres muy habladora"

Ambas pasaron al salón, donde bebieron un poco de te.

"Te queda muy bien el nuevo aspecto, seguro que así sacaras mejor tus encantos"

"¿Encantos?" - repitió extrañada

"Sí, ya sabes, hablo de..."

En ese momento recordó cuando estaba con Galio y fue entonces cuando entendió lo que le había dicho el guardián de piedra. Segundos después de su nariz empezó a salir un poco de sangre.

"¡Poppy! ¡Estás sangrando!"

"¿Sangrando?" - se preguntó mientras se tocaba la nariz - "Si, eso parece"

"¡Voy por unas servilletas!"

La pequeña guerrera se quedó pensando un poco y finalmente hizo algo que no hacia desde hace años. Esbozar una sonrisa.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora