Parte 165: La Tormenta

785 64 31
                                    

Todo el fin de semana había estado lloviendo, con el viento soplando fuertemente. Aquella noche no era una excepción, aunque nuestro yordle del mal se encontraba en su cuarto tranquilo.

Él estaba en compañía de su fiel Poro, que estaba como de costumbre a los pies de su cama.

"Vaya tormenta hace fuera..."

"........"

"Tenía pensado ir a la biblioteca, pero lo mejor será dormirme ya, aquí, calentito"

"........"

"Tu también pensarás lo mismo, ¿no?"

"........"

"A veces te envidio por lo tranquila que es tu vida"

El brujo se colocó bien en su cama y se arropó con una de las mantas.

"Quizás debería haberle dado una manta o algo a Rammus" - se dijo así mismo - "No..."

"¡Veigar! ¡Veigar!"

"Otra vez no...."

"¡........!"

"No, no es un terremo..."

Bueno, más o menos sí que lo era, pensó segundos después.

Lulu entró corriendo para meterse por debajo de las mantas y colocarse junto a su novio.

"Ten cuidado con el Por..."

"¡........!"

"¡No me gustan los truenos!" - lloraba la chica agarrando del brazo al mago

"Lulu, suéltame ahora mi...."

Las palabras del hechicero fueron cortadas por el ruido de un trueno que hizo que la joven le sujetara más fuerte.

"¡Ahhhhh!"

"¡Lulu! ¡Vas a arrancarme el brazo!"

"Pe-pero tengo miedo...." - dijo con los ojos llorosos

"¡Tenme más miedo a mi como me arranques el brazo!"

"De... de acuerdo..."

La yordle se calmó un poco, lo suficiente como para soltar el brazo del mago, pero no lo bastante para impedir que se escondiera bajo las mantas.

"Lulu, sal de ahí ahora mismo" - le ordenó el brujo

"¡No! ¡Voy a quedarme aquí toda la noche!"

"Solo son truenos"

"¡Da igual! ¡Siguen dando miedo!" - insistió la chica

"A veces me entran ganas de asesinarte" - dijo en voz baja mientras agarraba las sabanas y se las extendía para dormir

"No lo harías, me quieres demasiado"

La brujita recibió una mirada asesina del brujo, cosa que hizo que se quedara bajo las mantas. Allí se estaba calentito y estaba lejos de los odiosos truenos.

Pero pasó un rato y la chica empezó a tener calor, por lo que se abrió paso entre las sabanas y dio a parar al lado de Veigar.

"Parece que está dormido" - susurró mientras se acercaba

"........"

"Tápate los ojos, Poro cochino"

La yordle consiguió pegarse con él e intentó cerrar los ojos y dormir. Sin embargo en lugar de hacer eso ella se decidió por abrazarlo.

"Así podré dormir..."

"Pues yo no creo que pueda contigo encima" - respondió el brujo con su voz fría

"¿E-estás des-despierto?"

"Tu me has despertado"

"Ya... bueno... solo me posicionaba...."

Veigar agarró a la chica por la espalda mientras le abrazaba.

"Ve-veigi" - tartamudeaba la chica algo colorada

"¿Te pones nerviosa por algo así? Hemos hecho cosas más fuertes"

"A veces no me acostumbro"

"¿Me lo dices en serio?"

El mago echó una mirada a la chica, aún seguía siendo la yordle inocente.... bueno.... inocente no... tierna que conoció hace años.

"Oye, Lulu, es tarde, vamos a dormir, ¿quieres?"

"S-si.... si quiero...."

"Pues por favor, procura no gritar..."

El yordle agarró su sombrero y lo colocó en la mesita de noche, luego de unos minutos se durmió.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora