Parte 179: Día de disfraces

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Hoy empezamos, para variar, en la habitación de Veigar, donde el yordle acababa de despertarse en compañía del Poro.

Previamente había tenido cierta exploración y esta le dejó bastante cansado.

"No estoy acostumbrado a esfuerzos tan físicos..."

"........"

"¿Qué hora es?" - se preguntó mirando el reloj de la pared - "No es muy tarde, creo que puedo desayunar algo"

"........"

"¿Tu también quieres algo?"

El brujo se levantó y se enfundó sus ropas habituales. Luego salió al pasillo, pasando por delante del cuarto de Lulu, del cual salía bastante ruido.

"Lulu, ¿pasa algo?"

"¡Auch!"

Se oyó un estruendo y el brujo abrió la puerta, en el suelo se encontraba la brujita, o eso parecía, con un traje blanco y rodeada de caramelos.

"Buenos días, Veigi...."

"¿Qué estás hacien...."

Sus palabras se cortaron cuando chica giró su cabeza para mirarlo y se encontró con un rostro muy siniestro.

"¿Lulu?"

"Cof... cof... lo siento... me atragante con un caramelo" - dijo sonriendo tras toser

"¿Por qué te has pintado así?"

"Voy a ir a un Dominion con Rammus, pensé en ir disfrazada"

"¿Dominion? ¿Eso aun existe?"

"Nadie lo usa mucho, por eso voy a ir disfrazada"

"No le veo mucho sentido a tu argumentación"

"Oh... ¿en serio?"

"Aun así, ese disfraz tuyo da grima, deberías usar otro" - contestó el brujo viendo su siniestra forma de sonreír

"No da grima"

"Sí que lo da... muchísimo, y sé de lo que hablo"

"De acueeeerdo..."

La hechicera agarró un frasquito que tenía en su estantería y lo tiró contra el suelo con fuerza, rompiéndolo y creando una especie de humo.

Cuando el humo se desvaneció Lulu tenia un traje azul de invierno.

"¿Mejor?" - preguntó mirándole de reojo

"¿No tienes calor con eso?"

"Por supuesto que...." - en ese momento cayó al suelo empapada de sudor

"Estamos en verano, no te pongas ropa de invierno"

"Te quejas por todo..."

"¿Qué me quejo por todo? ¡Eres tu la que se está ahogando!"

"Intentaré... otro..."

Lulu se levantó y agarró otro frasquito, este también lo lanzó contra el suelo, pero al contrario que el otro liberó una especie de humo rojo.

Cuando el humo se levantó ella llevaba una especie de túnica de color negro y detalles rojos.

"¿De donde has sacado eso?"

"Lo vi una vez en una tienda" - dijo sonriendo mientras estiraba sus mangas

"Me recuerda a alguien...." - dijo cruzando sus brazos

"¿Qué tal me queda?"

"Supongo que bien..."

"¿Solo bien? Podrías decir algo más" - dijo cruzada de brazos y con los mofletes inflados

"¿Algo más? De acuerdo, vestida así me dan ganas de.... (bababui)"

"Ca-cambiaré de traje....." - dijo agarrando otro de sus frascos

El frasco esta vez emitió un humo de color verde, el traje de Lulu volvió a cambiar a un color verde menta y su pelo se había teñido de rosa.

"¿Qué tal ahora?" - pregunto la chica sonriendo

"Estás bien, ni muy siniestra ni muy vulnerable"

"Tengo ganas de empezar el Dominion"

"¿Cuánto lleváis esperando?"

"Unas dos horas, ¿por qué lo preguntas?" - dijo Lulu confusa

"Por nada, por nada..."

No iba a jugar al Dominion en su vida, a menos que tuviera siete u ocho. O eso pensaba el Maestro del Mal.

"Me voy que llego tarde..."

"Te deseo suerte si alguna vez llegas allí"

"¡Gracias Veigi!"

"¡Que no me llames Veigi!"

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora