Parte 174: Dándole vueltas

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Era por la tarde y Veigar se encontraba en su sofá con los brazos cruzados, el sombrero tapándole los ojos y pensando en sus cosas.

O al menos lo estaba hasta que Lulu entró en la habitación corriendo... como era de costumbre...

"¡Veigar! ¡Por fin te encuentro!" - gritó la chica avalanzandose sobre él

"¡Lulu! ¡Quítate de encima!"

"Tienes que recuperarte, vuelve ahora mismo a la cama"

"¡Estoy bien! ¡Y tampoco descansaré mucho contigo encima!"

"Has sido poseído por una bruja, necesitas guardar reposo" - intentó esquivar el tema

"¡Soy el maestro del mal! ¡No necesito reposo!"

"No digas eso" - dijo sentándose a su lado y sacando una mantita

Junto con la mantita, Lulu sacó un par de almohadas y agarró el mando para poner una película en la televisión, luego se acercó un poquito más al yordle.

"Lulu.... ¿qué estás haciendo?"

"Te estoy poniendo cómodo"

"Será que tú te estás poniendo cómoda" - replicó el brujo

La chica giró la cabeza hacia otro lado, para evitar que el la mirase sonrojarse.

"Oye... Veigar...."

"¿Qué quieres ahora Lulu?" - preguntó el mago

"¿Cómo te libraste del hechizo de Leblanc?"

"Determinación, fuerza, resistencia impecable..."

"¿Seguro que no fue por mi?" - preguntó la chica algo sonrojada

"Seguro... voluntad seguramente"

"No me mientas...." - dijo tocándole la cara con el dedo

"Estate quieta... ¡y deja de decir estupideces!"

"Sabes... por un momento pensé que no volverías a ser el mismo...."

Veigar notó el tono de voz de la chica y soltó un leve suspiro.

"¿Te refieres a que no volvería a ser un maestro del mal, omnipotente, tenebroso y oscuro?"

"No, me refería a que no volverías a ser mi Veigi"

"No me llames así..."

Ambos se quedaron callados por algunos segundos, luego el brujo respiró profundamente.

"Oye... Lulu.... ¿quieres dormir hoy conmigo?" - le preguntó sin mirarla directamente

"Pero... Veigi.... aún tienes que recuperarte... no podemos hacerlo...."

"¡No me estoy refiriendo a eso! ¡Digo dormir!"

"Oh... eso... claro..."

"Maldita pervertida..."

Ambos vieron la tele un rato más, luego se acostaron en la cama del brujo. Parecían dormir tranquilamente, pero en la madrugada el mago despertó y salió al jardín.

"El cielo... hoy está estrellado..."

"Veigar, ¿qué haces despierto?" - preguntó Rammus, quien estaba cerca de él

"Solo estaba pensando... ¿qué haces fuera de tu celda?"

"No podía dormir"

"Tu tampoco, eh..."

"Además, me gusta ver las estrellas, en ocasiones me recuerdan a las que veía en Shurima"

"¿La echas de menos?"

"No, desde hace algún tiempo no"

"Siempre que miro el cosmos pienso en... su inmenso poder... sus misterios..."

"Yo veo un montón de luz, de vida..."

"¿Vida?"

"Sí, no creo que estemos solos y esa luz es como una señal"

"........"

"Pero bueno, es solo una interpretación más"

Interpretaciones... poder... muchas cosas le rondaban desde esa pequeña invasión noxiana...

"Has tenido suerte de estar en el Instituto esta semana..."

"Siento no haber estado para ayudarte"

"No creo que hubiese cambiado nada"

"Hubiese estado para apoyarte"

"Apoyo, eh... vuelve a tu calabozo... es tarde"

"Lo que tu digas, amigo" - dijo sonriendo mientras se marchaba

Veigar pensó en las palabras de Rammus, pero sobretodo en Lulu. Se acercó a un árbol cercano y empezó a excavar con sus garras, desenterrando la Tenaza de Muerte Ígnea.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora