Era una tarde como otra cualquiera y Veigar estaba tranquilamente en el sofá viendo la televisión junto al Poro.
Su novia por el contrario se encontraba haciendo punto de cruz en el sofá de al lado, bastante concentrada en su modesto hobby.
"Oye, Lulu, creo que deberías dejar el punto de cruz"
"¿Por qué? Es muy relajante" - preguntó algo extrañada
"Porque se supone que ese jersey tendría que tener un agujero por donde sacar la cabeza"
"Oh...."
La brujita se quedó callada y apartó a un lado todo lo que tenía hecho.
"De todos modos, está siendo una noche tranquila"
"No digas eso"
"¿Por qué? ¿Pasa algo malo con que hable?"
"No me refiero a que no hables, es solo que si dices que es una noche tranquila es cuando aparecerá un cazador, asesino, samurai o monstruo queriendo matarnos"
"No seas tan escéptico, ¿qué probabilidad hay de que eso pase?"
Y como si fuese por arte de magia, alguien llamó al timbre.
"Ahí se encuentra la muerte" - dijo levantándose de su sitio
"¡No seas grosero!"
"Recuerda estas como mis últimas palabras... ¡recuérdelas!"
El brujo salió al pasillo y empezó a caminar hacia la puerta con muy pocas ganas. Delante de él se encontraba una mujer vestida con cuero negro y el pelo pelirrojo.
"........"
"¿Quién se supone que eres tú?"
"¿Veigar?"
"Si, se supone que ese soy yo, ¿en qué puedo ayudarle?"
Antes de que pudiera decir algo más la extraña mujer le dio una patada en todo el estomago, lanzandolo hacia mitad del pasillo.
"¿Veigar? Ha sonado como si te..."
"Arrg...."
"Dieran una patada..."
La pequeña hada salió hacia el pasillo donde se encontró con el chico en el suelo y la asesina avanzando.
"¿Katarina? ¿Te ha hecho algo Veigi?"
"Yo no he..."
"........"
"Te dije que iba a pasar algo malo...." - dijo Veigar recomponiéndose
La asesina sacó sus dagas y procedió a lanzarlas contra el brujo usando su Hoja Rebotante.
"¡Lulu! ¡No las toques!"
"¡S-si l-lo intento!" - dijo mientras las esquivaba
"........."
"Ok... nuestro turno" - dijo Veigar lanzando su Horizonte de Sucesos
Katarina se quedó en el centro, luego miró a su alrededor y agarró una de sus dagas para lanzarsela a los yordles, impactando en la puerta del fondo.
"Tendrás que mejorar tu puntería niñita" - se rió Veigar mientras cargaba un Ataque Maligno
"Veigar, creo que intentaba..."
"¿Mmmm?"
La noxiana desapareció usando su Velocidad del Rayo y se colocó en el lado opuesto del pasillo, luego desenfundo más de sus dagas.
"Oh, no me fastidies..."
"¿Por qué quiere hacernos daño?"
"No tengo ni idea" - dijo el brujo mientras agarraba su cetro
Katarina se fue acercando cada vez más revelando un intenso color morado en sus ojos.
Mientras tanto, en el principal palacio Noxiano, Swain estaba reunido con el general y verdugo Urgot, ambos en una enorme sala.
"¿Dices que Katarina se ha marchado rumbo a Bandle?"
"Si, señor, tras su desaparición unos guardias indican que podría ir a la mansión de Veigar"
"Ese sitio está terminantemente prohibido, todos lo saben"
"Uno de los soldados intentó detenerla, ha acabado gravemente herido"
"Reúne a uno de los escuadrones, habrá que ir a arreglar el conflicto"
"Hay otro problema general"
"¿Otro problema? ¿Qué problema?" - preguntó Swain mirándole fijamente
"Parece ser que Darius también ha sido localizado y también se dirige hacia la mansión"
Efectivamente la mano de Noxus también estaba de camino, con el mismo color morado en sus ojos.