Lulu había arrastrado a Veigar a recoger caramelos por la ciudad de Bandle, aunque a él le disgustase la idea.
En mitad de la noche el Maestro del Mal se vio envuelto en un ataque de pánico, por lo que ahora los dos estaban descansando en un banco.
"¿Te encuentras mejor?"
"Estoy bien... solo algo... mareado..."
"Nos has dado un buen susto"
"Supongo... ¿has recogido muchos dulces?" - preguntó intentando cambiar de tema
"He recogido muchos, sobretodo bombones de chocolate"
"¿Chocolate? Nunca fui fan del chocolate"
"No te gusta ningún dulce" - dijo inflando los mofletes
"Eso no es cierto, solo odio el 93%"
"Eres un yordle muy raro" - dijo la hechicera cruzada de brazos
"¿Raro? Tu le das golosinas a un insecto mágico"
"Pixie no es un insecto"
"¡Pixie!"
"Lo que sea" - dijo mirando hacia otro lado
"Si sigues portándote así el espíritu del Horrorween vendrá a por ti"
"¿Espíritu del Horrorween? Empiezas a sonar como Kalista... y es Harrowing"
"El espíritu del Horror... Harrowing existe"
"Ya... seguro..."
"¡Que sí! Y tortura a los que no lo celebran" - le advirtió la yordle
Pasó un rato y tanto la brujita como Pixie comieron algunos dulces. El hechicero por el contrario pensaba y meditaba sobre lo ocurrido.
"Oye Veigar, ¿seguro que no quieres chocolate?" - preguntó mirándole de reojo
"Segurisimo, ¿por qué insistes?"
"Si te lo doy de forma distinta, ¿lo probarías?"
"¿Otra forma? Como que otra...."
Lulu estaba inclinando su cabeza hacia el chico, con un bombón de chocolate en la boca.
"¿Qué crees que estas haciendo?"
"The dhoy chocolathe dhe forma esphecial" - apenas se le entendía con el chocolate
"¿Y tiene que ser aquí? Delante de todo el mundo...."
"Umm pufff..."
La pequeña mujercita acabó masticó el chocolate, y luego le miró con cierto enfado.
"Dijiste que lo comerías..."
"¡Pero no me refería de ese tipo de cosas! ¡Y jamás he dicho eso!"
"¡Eres un tonto!"
"Lulu... me estás enfa ..."
"¿Ocurre al..."
Detrás de la chica se encontraba una especie de espantapájaros, con una guadaña y rodeado por cuervos que miraban fijamente al yordle.
"¿Puedo ayudarle en algo?"
"Soy.... Fiddlesticks...."
"Qué voz tan... horrible..." - dijo Lulu
"Fiddle... sticks... el tipo que asoló Demacia, ¿no?"
"Tu no respetas Harrowing.... debes ser castigado...."
"Y dale con el espíritu del Harrowing, que pesados"
"¿Tan pesado te parezco? Veigaaaarrr...."
En ese momento una pequeña bombilla se encendió en su cabeza. Rápidamente relacionó una cosa con la otra.
"Oye, tu no me lanzarías hechizos raros antes, ¿verdad?"
"Si... Fiddlesticks... el Espíritu del..."
"Prender...."
Su línea fue cortada cuando Veigar le lanzó su conjuro de Prender, provocando que estallase en llamas. Por lo que se tiró al suelo para apagarlas.
"¡Ahhhhh! ¡Al suelo y rodar! ¡Al suelo y rodar!"
"¿Qué es esa cosa?
"Un ente muy peligroso... vayámonos..."
"El miedo... nunca... se vaaaa...."
"Y no vuelvas a hacerlo.... ¡nunca!" - gritó con furia
El dúo de magos se marchó con cierta prisa de la ciudad con cierta prisa, ya que no querían caer presas de otro Miedo...
"Creo que nos libra... Lulu, ¿aun sigues enfadada?" - le preguntó Veigar
"Un poco..."
"Dios mio..." - agarró la bolsa de dulces que tenía la chica
"¡Mis dulces! ¿Qué haces?"
"Cállate, molestia..."
Veigar agarró una chocolatina, se la puso en boca . Luego cogió a la chica por los hombros.
"Ve-veigar...."
"A ver si con esto te callas..."
El Maestro del Mal juntó su boca con la suya para darle el bombón de chocolate. Segundos después se separó de ella para ajustarse su sombrero.
"Y no quiero más quejas"
"Co... co... ¿cómo?"
"Venga... en marcha..."
"¡Ve-veigi! ¡Qui-quiero otro!" - gritaba la chica, totalmente roja, persiguiéndole
"¡Pues cógelo tu misma y no me llames Veigi!"