Todo empieza en la mansión de Veigar donde el brujo se encuentra sentado junto a un paquete abierto que recibió previamente.
Lulu entró en la habitación junto con Pixie, muerta de aburrimiento. Y al verle se le ocurrió acercarse.
"Veigar, ¿qué es eso?"
"Son unos planos para mi próximo plan malvado..."
"Oh ¿puedo participar?"
"Por supuesto... ¡que no!"
"Jo, nunca me dejas participar en tus planes"
"La ultima vez que te deje casi me conviertes en magdalenas"
"Eso fue un accidente" - se defendía hinchando sus mofletes
"Y en otra ocasión casi me devora un tulipán..."
"Eso de los tulip...."
La conversación fue cortada por el sonido del timbre que empezó a sonar de forma prolongada.
"Abre la puerta Lulu"
"Dime las dos palabras mágicas primero"
"Déjalo, la abriré yo mismo"
Veigar se acercó a la puerta y la abrió para encontrarse a Rumble, quien tenia su máquina de combate aparcada en el jardín del hechicero.
"Veo que por fin encontraste la dirección"
"Eres conocido en Bandle, no hablan bien de ti, pero eres conocido" - señalizó la ultima parte
"Ya, claro, ya tengo los planos que faltaban así que ha trabajar"
"Podrías ofrecerme una limonada o algo"
El yordle oscuro llevó a su invitado a una sala donde poder trabajar tranquilo, era muy espaciosa y con mesas libres.
"Bonita casa" - dijo Rumble mirando las paredes - "¿Cómo la obtuviste?"
"Perteneció a un brujo que murió... a mis manos"
"¿En serio?" - preguntó algo sorprendido
"No, pero queda bien para las visitas"
"Hey Veigar, ¿tenemos un invitado?" - preguntó Lulu al verlo
"Oh, ¿viven juntos?"
"Si, bueno yo le...."
"Si, vivimos juntos como una pareja"
"Una pareja..."
La niña se llevó las manitas a la cara con un leve sonrojamiento.
"¡Lulu! ¡Te dije que pararas de...."
"Veigar tío, por mi no te cortes"
"¡Tu cállate y a trabajar!"
Veigar estaba bastante enfadado, pero tomó aire y eso pareció devolverle un poco la cordura.
"Hay dos personas que te ayudarán en tu trabajo, una es mi prisionero Rammus, como parte de su condenación eterna"
"No tienes que darme las gracias" - respondió el armadurillo
"Esto es una obligación, en cuanto termines ¡regresarás a tu celda!"
"¿Tienes tu propia celda? Guay..."
"Pero Veigi, ¿qué queréis hacer todos juntos?"
El mecánico se acerco a Lulu, puso su brazo sobre su hombro y señalando los planos de su próximo invento.
"Vamos a crear magia... magia científica..."
"Oh, crear magia..."
"Magia científica..."
Rumble entonces dio una mirada a Veigar que parecía realmente molesto con su colega yordle.
"Veigar, ¿pasa algo?"
"No, nada, solo empieza a trabajar..."
"Qué exigencia..."
"¡Ponte a ello de una maldita vez!"
La brujita se separó de Rumble para acercarse al campeón de morado.
"¿Estás celoso? Veigaar..."
"¿Yo? ¿Celoso? ¡¿Por qué tendría que tener celos?!"
"Oh, Veigi estas celoso, que mono"
"Si queréis os dejamos solos, eh" - soltó Rammus
"¡Callaos ya!" - Veigar agarró los planos y se los dio a Rumble - "Con estos planos podremos recrear la Tenaza de Muerte Ígnea"
La mirada de Veigar estaba centrada en los ojos del chatarrero, momento en que llamaron al timbre nuevamente.
"Veigar, tienes visita"
"No es una simple visita..."
"Qué criptido que er..."
"Te dije que te iban a ayudar dos personas... y a parte de magia, hará falta ciencia"
El yordle abrió la puerta, siendo que quien entró era Viktor, el Heraldo de las Máquina. Con su imponente mirada de por medio.
"¿Alguien ha llamado al doctor?"