- Estaba preocupada por ti, no contestabas al teléfono, tu madre me llamó desesperada y por eso estoy aquí.

- Solo estaba dormida. - volví a tenderme sintiendo mi cuerpo realmente pesado.

- Son las seis de la mañana.

-Vaya... he dormido casi un día.

- Será mejor que llames a tu madre, está preocupada.

- Si - me levanté y rebusqué mi móvil en el bolso. Cuando lo encontré vi que tenía cincuenta llamadas perdidas entre mi madre, mi hermano, Adrián y Marta.

Llamé a mamá y ella no tardó en cogerlo. - ¿Abby? ¿Estás bien?

- Si mamá. Estoy bien, solo estaba dormida.

- Eres tonta - rodé los ojos - Nos has asustado.

- Lo siento, estaba en un sueño profundo.

- No tardes en volver, Abby. Tengo que dejarte, estoy trabajando. - colgó.

Cuando regresé a España, Adrián había quedado conmigo para presentarme a Esther. Me preguntaba cuando se conocieron...

Estaba esperando en la cafetería y Adrián entró en la cafetería con una chica alta. Su pelo negro largo estaba ondulado y sus ojos verdes delineados. Me levanté para saludar a Adrián y después le di dos besos a la chica presentándome.

Adrián fue a pedir y me quedé sola con Esther. - Así que tú eres la famosa Abby...

- Supongo - sonreí a medias.

- Adrián estaba todo el día pegado al teléfono para saber si estabas bien o no.

- Si, es muy buen amigo, tengo suerte de tenerlo - miré a Adrián - Y tú tienes suerte de tenerlo. Me alegro que él haya encontrado a alguien. - Esther sonrió.

- He de decir que me siento muy dichosa y afortunada de haber encontrado a alguien como él, vuelvo a confiar en el amor de nuevo. - Esther se veía sincera, hablaba de él con sus ojos iluminados, me alegraba por ella, me alegraba por ambos.

- ¿De qué hablabais chicas?- preguntó Adrián trayendo su café y el de Esther.

- Tengo que presentarle a Roberto.

- ¿Aún no le has cambiado el nombre? - negué con la cabeza mientras sonreía.

No había nadie en casa, salvo Roberto. Que vino a recibirme. Lo acaricié y entré en el salón. Encendí la luz y dejé mi bolso en el sofá y me asomé a la ventana abierta viendo el atardecer. Sentía una conocida presión en mi pecho. Esto no sería lo mismo sin él. Cogí mi móvil y puse el audio que había grabado de Justin tocando el piano.

Entre en twitter y miré los comentarios en el video de la preview de la canción que había subido.

" liliana_arellanodc : ¿Aún lo amas?"

Me quedé mirando la pregunta un momento y después contesté.

"@liliana_arellanodc Supongo que siempre lo haré"

En este momento odiaba cada momento de discusión que había tenido junto a él, siempre siendo mi culpa. Me dolía pensar en él, pero no podía evitarlo.

El audio fue interrumpido por mi tono de llamada, un número privado apareció en la pantalla. Lo cogí.

Justin.

Me senté en el borde de mi cama y miré el colgante que ella me había dado. Suspiré y pasé una mano por mi pelo. No debería de haber acabado así. Simplemente no debería de haber acabado.

Undercover // Justin Bieber Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon