Diez.

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Su lengua pidió paso a mi boca, abrí mis labios dejándola entrar. Justin puso una mano en mi nuca para que no pudiera separarme de él y su otra mano viajó hacia dentro de mi camiseta hasta colocar su mano en la parte baja de mi espalda. Mis manos se pusieron en sus hombros y me separé de él. Lo miré, aún no podía creérmelo. Me estaba costando bastante adaptarme a él, a tenerlo conmigo. No podía creerme que esto estuviera sucediéndome. Ni siquiera había aceptado el hecho de habernos acostado todavía.

"A los chicos como él no le interesan las chicas normales y corrientes" " Quizás quiera llevársela a la cama"

— Será mejor que dejemos esto — susurré.

Justin suspiró y me dejó ir. Bajé de sus zapatos.

— Te esperaré fuera —asentí.

Justin salió de la habitación dejándome sola y confusa. Ahogué un grito en el cojín. ¿Por qué hacía eso? ¿De verdad le había gustado? ¿En serio? Algo me decía que eso era posible, pero me negaba.

Me quité mi pijama y me vestí con unos pantalones vaqueros blancos de talle alto y un body negro de media manga.

No, no le gusto. ¿Por qué iba a gustarle yo? Solo soy una simple y corriente chica y él es Justin Bieber, o sea, él. El chico que puede tener a cualquiera y estaba aquí conmigo ahora. No podía dejar de estar insegura y no sabía por qué. A pesar de todo, él también era un chico "corriente".

Intenté relajarme antes de salir de la habitación, así que hice la cama y puse mis peluches encima. Me fui al baño y lavé mis dientes y mi cara para después maquillarme. Cogí mi bolso y me puse mis converses blancas. Salí de la habitación y pasé por la habitación de mi hermano.

— Daniel, voy a Sevilla, no vendré a comer —dije asomada en la puerta de su habitación.

— Vale —murmuró adormilado.

Cerré la puerta y cuando fui al salón vi a Justin mirando las fotos que teníamos en cuadros.

— ¿Nos vamos? —Justin me miró y asintió.

Cogí las llaves y salimos de casa. La bajada en el ascensor fue verdaderamente incómoda y tensa. Guie a Jacson a casa de Marta mientras los dedos de Justin pasaban por mi espalda, distrayéndome. Cuando la recogimos, mi amiga se montó en la parte de delante y pusimos el GPS.

Miré a Justin que estaba mirando por la ventana, pero aún con su mano bajando y subiendo por mi espalda. Me eché hacia atrás cuando vi que Jacson puso bien la dirección y Justin dejó su mano en su regazo. Tuve el impulso de cogerla y rocé mis dedos con los suyos sin saber si era una buena idea o no. Justin me miró y movió su mano, entrelazando nuestros dedos. Miró nuestras manos y me dio un apretón para seguir mirando por la ventana. Miré hacia el frente, donde Marta tenía su cabeza girada un poco y nos miraba confusa. Me sentí culpable en ese momento porque sabía lo que ella estaba sintiendo y pensando. Era mi amiga, sí, pero quería a ese chico tanto como yo. Ella miró de nuevo hacia delante y solté la mano de Justin para unir mis manos y mirar hacia el frente.

A Jacson le costó bastante encontrar aparcamiento. Marta no tardó en bajarse del coche y yo me arrastré por el asiento para poder bajarme también.

— Marta... lo siento —ella se giró.

— ¿El qué sientes? —dijo un poco enfadada

— Lo de... la mano —Marta me miró fijamente.

— ¿Por qué no me lo dijiste? —cruzó sus brazos.

— ¿El qué? —dije confusa.

— Que estás saliendo con Justin —dijo desilusionada y sus brazos cayeron a sus costados.

— No estoy saliendo con él —mordí mi labio inferior.

— ¿Entonces qué es lo que hacíais y por qué estas disculpándote? —alzó una ceja.

— Yo solo... estoy confusa, esta mañana... me besó... y —negué con la cabeza —me disculpo contigo porque cogí su mano y.... sé que duele porque recuerda que también soy belieber —la miré arrepentida.

Ella frunció de nuevo su ceño. — Bueno en este caso... No eres tú la que ha visto a Justin con otra, pero...no lo sé, eres mi mejor amiga y supongo que me alegro por ti, when you smi.... when you and Justin smile, I smile —forzó una sonrisa y levantó sus manos a la altura de sus hombros. La abracé y ella me correspondió al abrazo.

— Lo siento —volví a disculparme.

— No te preocupes, supongo que ya se me pasara —nos separamos—. Solo estoy un poco molesta —se encogió de hombros e hice una mueca— Venga, vamos a ver tiendas de ropa. ¡Vamos Justin, Jacson! les

— ¡Shhh! —tapé su boca.

— Lo siento lo siento —se disculpó.

Justin y Jacson se acercaron a nosotras, ya que se habían mantenido alejados para dejarnos hablar.

Undercover // Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora