Veintitres.

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Los chicos se miraron entre ellos y di con mis manos en la mesa - Hablad - exigí.

- Es una amiga de Justin - Khalil barajó las cartas en su mano.

- Amiga - repetí y él asintió. - Lo llamó "Justin bebé"

- Amigos cercanos - dijo Twist.
Me senté en la silla - ¿Debería preocuparme?

- No - dijeron todos a la vez.

- Claro, ¿Ustedes que vais a decir? - suspiré. - ¿De que la conoce? Nunca he escuchado hablar de ella. - todos se miraron ¿Inseguros? - Oh, maldita sea, si no debo preocuparme no tiene que ser nada malo.

- Será mejor que hables con él.
Me senté y me olvidé de todo el rato que estuve jugando con los chicos.

Cuando volví a la habitación mi enfado había desaparecido, solo me sentía triste. Entré en instagram y busqué el instagram de Yovanna.

Esperé a que cargara y vi sus fotos. Joder, ¿En serio? Modelo, 18. Vi sus fotos, su altura, su gran trasero, era guapa... todo lo que yo no era. Cerré instagram y rebusqué en la maleta hasta que encontré mi paquete de tabaco de emergencia.

Me fui al balcón y me senté en una de las sillas. Poniendo mis piernas en la silla.

Me puse el cigarro en la boca y lo encendí. Seguí mirando su instagram. Ella tenía una foto con Justin, de cuando él estuvo en las vegas.

No se cuánto tiempo pasó pero escuché la puerta de la habitación cerrarse. Le di una calada a mi cigarro.

- Hola - escuché la voz de Justin - Pensé que estabas dormida - él entró en el balcón.

- Ha llamado Yovanna Ventura.

- ¿Que mierda haces fumando? - Justin me quitó el casi acabado cigarro de entre mis dedos.

- ¿Quién es Yovanna?

- No sabía que fumabas - dijo mirando el paquete de tabaco. - ¿Por qué lo haces?

- Fumo cuando estoy frustrada. No has contestado a mi pregunta. - me crucé de brazos.

- Es una amiga - se encogió de hombros.

- ¿Y cómo la conociste? - Justin me cogió del brazo y me metió en la habitación. Cerró el balcón y me miró.

- ¿Te pregunto yo como conociste a tus amigos?

- Si te refieres a Adrián, me caí de culo en el tren y me ayudó a levantarme. Ahora que ya lo sabes, dime como la conociste. - Justin se quedó callado mirándome desafiante.

- La vi en instagram y le di like a una de sus fotos.

- ¿Cuando?

- Principios de Enero - nosotros en ese tiempo lo habíamos dejado.

- Ella tiene una foto contigo en instagram.

- Un amigo la conocía, me dio su número y empezamos a hablar. - me quedé callada.

- ¿Has estado tonteando con ella?

- ¿Que? No, claro que no.

- ¿Entonces por qué cuando lo cogí te llamó «Justin bebe» ? Además en español.

- Ella es latina - se encogió de hombros. Bufé verdaderamente molesta y me giré. Justin me cogió del brazo. - Ayer te dije que era tuyo.

- Hablabas sexualmente, no quiero tenerte solo sexualmente - toqué el lado izquierdo de su pecho, donde estaba su corazón. - También me gustaría algún día tener esto.

Justin apretó la mano que sostenía en su corazón. - Ya lo tienes. Lo conseguiste hace mucho tiempo. - sin poder evitarlo mi labio inferior tembló - Ven aquí - Justin me abrazó y correspondí a su abrazo. - No puedo manejar todo esto si no confías en mí. - nos quedamos en silencio un momento.

- ¿Quieres quitarme la ropa? - me separé de él.

- Que te la quite Yovanna.

Justin bufó molesto y lo vi quitarse la chaqueta. Me dejó sola en la habitación, así que recogí los libros de la cama y me acosté.

Justin se quedó en la sala y cuando menos me di cuenta me quedé dormida.
Justin metiéndose en la cama me despertó. Me giré y vi que se acostó dándome la espalda. Volví a cerrar los ojos.

Me desperté antes que Justin y cogí mis libros con cuidado, me iría al balcón a estudiar. Recogí mi pelo en un moño, dejando que algunos mechones se escaparan miré los apuntes y suspiré. Intenté concentrarme en lo que leía.

"No puedo manejar esto si no confías en mí"

Si confiaba en él, no confiaba en Yovanna. Apoyé mis codos en mis rodillas y escondí mi rostro entre mis manos. Mañana me iba, y quería estar bien con Justin. El ochenta por ciento de nuestros encuentros acababa en discusiones. Dejé los libros allí y entré con cuidado hacia dentro.

Después de llamar al servicio de habitaciones y pedir el desayuno miré mi móvil y contesté los mensajes que tenía. Después de unos diez minutos llamaron a la puerta y dejaron todo lo que pedí encima de la mesa.

Miré la comida, no sabía cómo se despertaría Justin. No sabía si me perdonaría después de que lo despertara. Puse el desayuno en la bandeja que había pedido que me trajeran. Llevé el desayuno a la habitación y lo dejé en el suelo. Mordí mi labio y lo observé. Lucía verdaderamente tranquilo, me daba pena despertarlo. Acaricié su mejilla y él se removió abriendo un poco los ojos.

- Buenos días, yo solo te desperté porque quería decirte que lo siento por lo de ayer, yo solo estaba celosa, supongo, así que me adelanté y pedí el desayuno para-- me levanté ya que Justin se fue a levantar.

Ignoró todo lo que le dije y cogió el teléfono de la habitación. Llamando para que trajeran su desayuno. Me quedé prácticamente en shock.

Él colgó y pasó por mi lado para dirigirse al baño. - Vale, pues que te den - empecé a hablar en español - Encima que me disculpo porque sé que ayer me pasé - bufé y guardé la ropa que estaba por allí encima en la maleta. - Pero que me da igual - hablé conmigo misma - estoy harta de todo esto. Me largo - casi me tropiezo con la bandeja del desayuno cuando caminé hacia el balcón. - Una que lo hace con toda su buena fe - cogí la bandeja y vi el plato con el corazón que había hecho con fresas.

- Soy una estúpida - tiré la bandeja al suelo haciendo que todo se rompiera. - Estoy cansada de esto, maldita sea - fui al balcón a recoger mis apuntes mientras que sentía el fuego en mi interior.
- ¿Que has hecho? - preguntó Justin mirando el desastre de la bandeja.

- Déjame - escupí y volví a hablar en español - Con todo lo que he aguantado y luchado por esto, y él sigue haciendo las mismas cosas - guardé los libros. - Esto es una mierda

- Abby, tranquilízate - me levanté y lo empujé.

- ¡No me digas que me tranquilice! - Me quité la camiseta del pijama y me puse unos shorts y una camiseta. - No me merezco esto después de todo. - Intenté cerrar la maleta, pero la cremallera se rompió. Mi labio inferior tembló y no pude evitar llorar.

Llorar porque me había tragado mi orgullo y Justin me había ignorado. Llorar porque estaba agobiada con los exámenes y la rehabilitación. También lloraba porque echaba de menos a mi padre, y el colmo de todo, lloraba porque había roto mi maleta.

No me di cuenta de que estaba llorando encima de la maleta cuando Justin me tocó la espalda – Abby, nena, no llores.

- Déjame.

- Siento hacerte sentir así, solo quería que vieras un poco como me siento yo cuando pasa al revés, sabes que te quiero y nunca rechazaría nada que viniera de ti, lo siento, creo que me he pasado.

- Eso lo dices porque estoy llorando - sorbí mi nariz.

- No, es la verdad.

- Mentiroso.

- No, no lo soy - sus manos pasaron por mi espalda - Relájate cariño, no me gusta verte llorar.

Me encontré en la cama llorando encima de Justin mientras este me mecía. Llamaron a la puerta y Justin tuvo que dejarme en la cama para abrir.

Me tumbé y me hice un ovillo, intentando controlar mis respiraciones. Tenía que dejar de llorar.

Desperté y me estiré. ¿Qué hora era? Me incorporé y miré a mi alrededor. Me había quedado dormida. Me levanté y fui al baño a lavarme la cara. Me miré en el espejo y vi que mis ojos estaban rojos aún, al igual que mi nariz y mis mejillas. Para añadirle algo más, mis ojos me dolían.

Salí del baño y fui a la sala donde estaba Justin con su ordenador. Este levantó la mirada de la pantalla para encontrarse con la mía. Se levantó y se acercó a mí.
- Lo siento - dijo abrazándome.

- No, lo siento yo. No debería haberme puesto ayer así.

- Y yo no debería de haberte hecho eso. Es raro que reconozcas que te has equivocado.

- Eso es porque nunca me equivoco.

Undercover // Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora