Treinta y dos.

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Canción : Cher Lloyd - Love me for me

Después de beberme el zumo le envié un mensaje a Atifa.

« Necesito que vengas a recogerme a casa de Justin, por favor »

« ¿Que ha pasado? »

« Ya te contaré, date prisa »

Ella no me preguntó más. Me senté en el sofá y esperé pacientemente a que Atifa llegara. Aún no podía creerme lo de Justin. Pensé que era diferente. Suspiré. Busqué un papel donde poder escribir. Busqué en los cajones, y después subí a una de las habitaciones donde Justin tenía un escritorio, una fotocopiadora y un ordenador. Cogí un folio y me senté en el cómodo asiento. Cogí un bolígrafo azul y mordí mi labio. ¿Qué le escribía?



Justin yo... Siento que no soy la indicada para ti, esto... me está superando y

Corté esa parte del papel y empecé de nuevo.



Justin, se que te fuiste con Selena y por eso me fui. Me dijiste que íbamos a intentarlo, que querías olvidar y estás haciendo todo menos eso. Te dije que tenía miedo de que me hicieras daño, y lo estás haciendo. Así que debería golpearte. Intentaré adelantar mi vuelo de vuelta. Gracias por este mes, ha sido verdaderamente increíble.




Abby

Miré lo que había escrito no muy convencida. Arrugué el papel y lo tiré al suelo. Tuts maulló y me di cuenta de que le había dado con la bola de papel. Ella me miró mal, otra vez.

- Eres molesta ¿Lo sabías? Justin te tiene muy mimada, no eres el mejor gato del mundo - le dije, aunque sabía que ella no podía entenderme... ¿No?
Cogí otro folio y volví a intentarlo.

« Te dije que tenía miedo de que me hicieras daño, y lo hiciste. »

Lo había escrito en mayúsculas a lo ancho del folio. Asentí satisfecha y bajé de nuevo. Mi móvil sonó. Atifa ya debería de estar fuera. Carraspeé un poco ya que me estaba empezando a doler la garganta. Tenía que hablar menos.

 Dejé el papel en la barra de la cocina. Rezando que fuera lo suficientemente listo para mirar ahí. Cogí las maletas y mi móvil y miré la casa sintiendo como me iba rompiendo en dos. Mordí mi labio y salí.

-¿Me vas a decir que ha pasado? - la voz de Atifa me hizo volver a la realidad y la miré mientras ella conducía.

- Justin me dijo ayer que seguía amando a Selena - ella asintió - le dije que no podíamos intentarlo si él no quería olvidarla. Así que me dijo que si quería. Esa misma noche me acusó de vender unas fotos de las vacaciones de las Bahamas a tmz. Cuando yo jamás haría eso. Lo solucionamos y esta mañana al bajar a desayunar escuché que lo llamaban... Era Selena - hice una mueca - Él le dijo que también la echaba de menos y que iba a verla. Me dijo que había quedado con Scooter, se fue y te llamé.

- ¿Selena lo llamó y el fue? - asentí. - Jodido idiota- murmuró sin creérselo.

- Por eso quería salir de ahí, quiero volver a España... - suspiré.

- Lo quieres ¿verdad? - me miró de reojo.

- Más de lo que debería. Y me duele que él ni siquiera sienta la mitad de lo que yo siento por él. Sé que es comprensible. Apenas nos conocemos y no puedo hacer que se enamore de mí pero... Si no me quiere, y no va a llegar a quererme, ¿Por qué me retiene aquí? ¿A qué juega? - suspiré y tosí poniendo mi mano en mi boca.

- Quizás es solo por el sexo

- Será por eso - murmuré mi móvil sonó y visualicé en la pantalla el nombre de Justin. Junté mis labios en una fina línea y dejé que sonara. Cuando colgó puse el móvil en silencio.

- Algún día tendrás que enfrentarte a él -Atifa aparcó.

- Lo se - volví a toser. - Creo que me estoy resfriando - bajé del coche.

- ¿Cómo te vas a resfriar en Los Ángeles? - rió Atifa.

- No lo sé - me encogí de hombros - Espero que esto no vaya a más. - Mi móvil vibró en mi bolsillo.

Atifa me guió hacia la habitación de invitados. Las paredes eran blancas, al igual que los muebles. Los cajones de estos eran rojos y la cama tenía una funda roja y blanca con cojines de estos mismos colores.

- Espero que te sientas cómoda, si quieres algo solo tienes que decírmelo. - le sonreí.

- Gracias

- No tienes que darlas. Iré a por comida china, ¿Te gusta? - asentí. - Bien, pues ponte cómoda y ahora vengo. - miré la habitación y después de unos segundos escuché la puerta cerrarse. Suspiré y cerré la puerta de la habitación. Me tiré en la cama sin poner los zapatos en la colcha y miré mi móvil. Quince llamadas pérdidas de Justin. Diez mensajes de Justin, siete mensajes de Marta y uno de mi madre.

Undercover // Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora