Encuentrame en las sombras, estaré protegida, hasta mañana. Está seguro de que no te sigan.
No necesitas otra amante, podemos mantenernos en secreto.
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Siempre había soñado con encontrarselo, pero nunca imagino que sucedería de esa forma. Su...
No se por qué no has estado contestando mucho mis mensajes. Se que estás con él y que yo debería de haber hecho mi movimiento mucho antes. Pero aunque no seamos nada, quiero que seamos amigos. Así que, te espero en Madrid la próxima vez que vengas. Espero que lo que pasó entre los tres no arruine nuestra amistad.
Leí el mensaje de Diego una y otra vez. Escribía y borraba lo que escribirle mientras mordía mi labio. Estaba detrás del concierto, viendo a Justin, y había recibido ese mensaje. Moví mis dedos por la pantalla.
No he estado muy bien. Claro que seguimos siendo amigos, te avisaré para que vayas a recogerme al aeropuerto, no hay mejor compañía ;)
Le envié.
Seguí mirando a Justin hablar, él pedía silencio pero el público no se callaba, incluso hubo abucheos.
- Birmingham no puede mantener la boca cerrada, así que no hablaré en toda la noche.
Lo vi girarse y tirar el micro a un lado. Observé la escena preocupada viendo lo enfadado que volvía dentro. - Estoy hasta la polla ya. - me sorprendí ante su vocabulario.
Cogió una botella de agua y no tardó en abrirla y darle un gran trago. Me acerqué a él. - Tranquilo, ¿Vale? - lo abracé por la espalda y él se giró.
- Me molesta, joder.
- Lo sé. Vuelve y demuestra por qué sigues siendo el número uno.
Justin se acercó a mí y dejó un suave beso en mis labios.
Volvió al escenario, cogiendo un microfono diferente. Sabía que el enfado no se le había pasado, y había tardado su tiempo en empezar la siguiente canción.
Seguí observando el show y no tardé en recibir un mensaje de Diego.
¿Cuando vienes?
Miré a Justin actuar y volví a mirar a la pantalla.
Ya te diré.
Volvería a casa cuando Justin se tomara unos días de descanso antes de seguir con la gira. Lamí mis labios y me sentí mal por tener que separarme de él. Lo había hechado tanto de menos que tenerlo ahora aquí, feliz, conmigo, era un sueño.
Después del concierto, fuimos a cenar y lo acompañé al casino, donde me senté en una silla a esperar que él terminara de jugar. Qué divertido.
Lo miré mientras jugaba.
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Entré en Twitter y no dudé en salir de inmediato al ver mis interacciones en fuego debido a que estaba con él. Sentía una gran impotencia al ver como la gente aún seguía insultandome. Cómo los medios inventaban cualquier cosa y la gente se lo creía.
