Treinta y dos [II]

5.9K 335 66
                                    

ABIGAIL

Estaba tirada en el frío suelo de esa habitación oscura. No sabía cuánto tiempo llevaba ahí porque no podía ver la luz. Tenía la boca seca, dolor de cabeza y un ligero mareo. Estaba deshidratándome. Necesitaba beber agua, un cubo, lleno hasta arriba.

Lamí mis labios secos y cerré los ojos para intentar que el mareo se pasara. Fue peor. Me quejé en voz alta y me puse boca arriba. Había estado aporreando la puerta innumerables veces, pidiendo aunque sea un mísero vaso de agua. No contestó. ¿En cuánto tiempo se podía deshidratar una persona? ¿Tantos días llevaba aquí encerrada?

Cerré los ojos, aunque intentaba no caer en el sueño. Tenía miedo.

"Me encogí en mi sudadera debido al frío. Me dolía todo el cuerpo y tenía sueño. Ni que decir que necesitaba ir urgentemente al baño. Después de pararme en un bar para ir al servicio, pregunté donde había una parada de taxis para poder ir al aeropuerto.

Tienes que coger esta calle recto, y para que cortes camino, coge la segunda calle a la izquierda, después todo recto hasta que llegues a la gran plaza y allí hay taxis —me indicó un hombre.

Gracias —le sonreí.

Metí mis manos frías en el bolsillo de mi sudadera y caminé por las vacías calles de Barcelona. Cuando cogí la segunda calle a la izquierda, música provenía desde dentro de un local, así que me supuse que estaba pasando por la parte de atrás de la discoteca. La puerta de metal se abrió justo a unos centímetros de mi por lo que paré en seco para que no me dieran. Me aparté un poco y vi salir a grandes hombres y a... ¿Ese era Justin?

¿Justin? —dije lo suficientemente alto para que todos se giraran a mirarme. Justin miró a través de sus gafas de sol negras. Pero un guardaespaldas se puso delante y me empujó hacia atrás haciendo que cayera de culo. Ni siquiera podía insultar a ese hombre por empujarme. Estaba en shock. Vi que alguien echó al guardaespaldas a un lado y me tendió la mano. Miré la mano y después miré hacia arriba. Mi corazón bombeó con fuerza cuando vi a Justin, y tenía una sonrisa en su rostro. Me quedé mirándolo un momento y mi mano viajó a la suya. Él tiró de mi y me puse en pie.

- Lo siento, él a veces se pone muy nervioso —dijo sin soltar mi mano. Tuve que mirar hacia arriba porque era más alto que yo.

No importa —conseguí decir en inglés.

¿Quieres una foto? —preguntó.

Asentí.

Espera, tengo aquí la cámara —solté su mano y me quité mi mochila de la espalda.

La abrí y busqué mi cámara de fotos hasta que la encontré. Se la dí y cerré la mochila dejándola en el suelo.

¿Cómo se pone para hacer la foto? — dijo mirando una foto que había en la pantalla.

Me asomé y vi que era una foto mía con unas amigas en el concierto.

Toqué un botón. Justin pasó su brazo por mis hombros y me acercó a él. Puso la cámara apuntando hacia nosotros y sonreí sin enseñar mis dientes. El flash saltó y Justin me soltó.

¿Cómo puedo ver la foto? — preguntó. Pulsé otro botón y nuestra foto apareció en la pantalla. Reprimí las ganas de llorar. No quería asustarlo.

Gracias —le dije.

Justin me miró y me abrazó, un abrazo que duró dos segundos. Me separé y me limpié las lágrimas que se habían escapado de mis ojos.

No llores, se te correrá el rímel — sonrió y me dio la cámara.

Si, el rímel —negué con la cabeza.

Undercover // Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora