Veintidos

8.8K 429 75
                                    

Justin

Subí la camiseta de Abby y besé uno de sus pechos, moviendo mi lengua en su pezón. Puse mi mano en su feminidad y toqué por encima de su ropa interior. Ella aún estaba dormida, y estaba tan profunda que no se enteraba de nada.

Bajé mis besos por su abdomen y besé su monte de venus. Bajé su ropa interior con un poco de dificultad y no tardé en abrirle las piernas. Pasé mi lengua por su feminidad, saboreandola, viendo como ella iba mojandose a mi toque. Pasé mi dedo y luego mi lengua. Ella gimió y la miré mientras mi boca seguía en ella. Su mano se puso en mi pelo y abrió los ojos. - Justin - susurró.

Rodeé sus piernas con mis brazos y ella alzó su cadera. Seguí moviendo mi lengua por su feminidad, haciendo que de su boca salieran pequeños jadeos. Gimió mi nombre mientras se aferraba a mi pelo, haciendo que me pusiera más duro de lo que estaba.

La observé mientras gemía y se retorcía, llegando al orgasmo. Ella se relajó y salí de entre sus piernas. Había deseado tanto un momento a solas con ella que quería que ambos disfrutaramos.

Quería hacerle saber cuanto la quería, quería que supiera que no era como las otras, nunca lo fue, nunca pude tratarla como a las demás, ni siquiera en Barcelona me había comportado como lo hacía con cualquier chica a la que quería follar. Supe desde el primer momento que ella era especial, y así la traté cuando lo hicimos. Por eso fui a buscarla.

Me acerqué a ella y besé sus labios. - Buenos días, preciosa - le sonreí.

Ella sonrió avergonzada - Buenos días.
Me acerqué de nuevo a ella para meter mi lengua en su boca y ella puso sus manos sujetando mi rostro. Toqué con mi lengua la suya y una de sus manos bajó a mi miembro.

Ella se fue levantando y echandome en la cama. Mi espalda tocó el colchón y no tardé en ver a Abigail con su pequeña boca en mi miembro. Respiré hondo y cerré los ojos, sintiendo como su lengua pasaba a lo largo de mi longitud y besaba mi punta.

- Sí, bebé, así - puse mi mano en su pelo.

Abigail no tardó en estar encima de mí. - Dime que tienes preservativos.

- Tengo preservativos, en la maleta.

Ella se bajó de la cama, aún llevaba una camiseta mia puesta y tapaba su trasero. La vi rebuscar en mi maleta y empecé a acariciarme mientras la miraba buscar. Ella se levantó y me enseñó un papel metálico.

Lo abrió con sus delgados y pequeños dedos y sacó el preservativo. - ¿Quieres que te lo ponga? - me miró sonriente.

- Me encantaría que me lo pusieras.

Ella se sentó en mis piernas y puso el preservativo en la punta para despues desliarlo a lo largo de mi pene.

La vi apoyarse en sus rodillas, dirigirse a mi miembro y guiarlo hasta su entrada. Puse mis manos en sus piernas y ella empezó a moverse lentamente. - ¿Alguna vez te han despertado así? - le pregunté.

Ella sonrió un poco y negó con la cabeza. - No he estado con nadie aparte de ti, de relación. - apoyó sus manos en mi pecho.

- Joder, nena, eso solo hace que me sienta más afortunado.

Ella alzó una ceja y bajó su rostro para besarme. Se abrazó a mí y levanté mis caderas para entrar en ella.

En la habitación solo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas y nuestros cuerpos uniendose.

- A pesar de que haya estado muchas veces dentro de ti, siempre me sorprende lo estrecha que eres. - besé su cuello.

- Me lo dicen mucho.

Undercover // Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora