Abigail se mostraba serena y tranquila, o eso es lo que intentaba. Había estado hablando con la funeraria, arreglándolo todo y pagando el entierro. Me había ofrecido a ayudarla pero se había negado.
Me puse bien la gorra mientras ella se dirigía a mí. Llevábamos horas aquí y esperaba que todo estuviese listo ya.
— Todo listo.
Salir del hospital no había sido nada fácil. Daniel había aparcado un poco lejos y tuvimos que pasar por la marea de fotógrafos y de gente que allí había. Había agarrado a Abigail y la había arrastrado conmigo durante todo el camino, dejándole mi gorra y cubriendola con mi cuerpo.
Preguntas sobre el estado de su madre y su secuestro volaban de aquí para allá.
Ahora, nos encontrábamos en la misma situación. Abigail vio a través de la puerta de cristal a las cámaras y me miró.
— ¿Puedes conducir tú? —me dio las llaves.
— Claro.
Las cogí y después cogí su mano.
— ¿Lista?
Escuché la voz del hombre que nos había atendido y nos giramos.
— ¿Qué ha dicho? —pregunté.
— Hay otra puerta —Abigail se vio aliviada.
Lo seguimos por el tanatorio, donde había gente velando a su familiar o amigo. El hombre nos abrió una puerta y vimos el parking desde otra perspectiva. Abigail se asomó.
— Abre el coche desde aquí.
Me asomé y lo hice. Abigail le dio las gracias al hombre y ambos salimos corriendo hacia el coche. Mi chica no tardó en llegar a la puerta del copiloto y se montó antes de que todos llegaran corriendo. Me monté y cerré el seguro.
Suspiré pesadamente.
— ¿Puedes salir y darles la noticia? —Abigail me miró—. Pide también respeto -escupió-. Aunque dudo que sepan lo que es.
— ¿Y si son españoles?
— Que traduzcan.
Salí del coche, haciendo que un hombre con su cámara se apartara para poder salir.
Cuando pude mandar a callar a todos me preparé para hablar.
— Hoy, hemos tenido la desagradable noticia de que Luisa, la madre de Abigail nos ha dejado. Pedimos un poco de respeto para la familia y amigos. Es duro perder a la persona que quieres, así que, por favor, dejadnos en paz.
Dicho esto, me monté en el coche ignorando las demás preguntas, incluso escuché algún «Lo siento».
Arranqué y me dirigí a casa, donde su hermano estaría llamando a la familia de su padre como Abigail le había ordenado.
Cuando llegamos, ella no dudó en sentarse en el sofá, luciendo derrotada. Había limpiado sus lágrimas en el hospital y no la había visto soltar ni una más. Su hermano apareció y dejó el móvil en la mesa que había frente a ambos sofás. Me quité la gorra y me senté al lado de Abby.
— Ya les he dado la noticia -murmuró en inglés.
— Bien —suspiró ella en español—. ¿Van a venir?
Daniel asintió y Abigail cerró los ojos.
— ¿Cuándo llevan a mamá al tanatorio?
— Esta tarde —susurró.
Su móvil no tardó en sonar y soltó un quejido, alzando su mano para coger del bolso su móvil. Pude leer el nombre de Diego en la pantalla.
La vi deslizar el dedo para coger la llamada y se puso el móvil en la oreja. Ella habló y no tardó en colgar.
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Undercover // Justin Bieber
FanfictionEncuentrame en las sombras, estaré protegida, hasta mañana. Está seguro de que no te sigan. No necesitas otra amante, podemos mantenernos en secreto. ______ Siempre había soñado con encontrarselo, pero nunca imagino que sucedería de esa forma. Su...