Veintinueve [III]

9K 336 41
                                    

Vi como Abigail se quitaba los tacones. Me miro. Mis codos estaban apoyados en mis rodillas y mis manos, juntas, en mi barbilla. - Sigue quitándote la ropa.- le ordené.

Ella me miró insegura y dejó el tacón caer al suelo. Sin mirarme, se quitó el vestido y pude ver el encaje rojo pegado a su cuerpo. Las transparencias que tenía me volvían loco. Ella se quitó las medías y me fijé en su trasero. Ella cogió las medias y el vestido y se dirigió hacia mí, dejando su ropa en el sofá. - Ponte los tacones de nuevo.

La vi alzando una ceja y obedeció. La vi alta de nuevo, o todo lo que esos zapatos podían subirle de altura. - Ven aquí. - le hice una seña con mi mano y ella se dirigió hacia mí, metiéndose entre mis piernas.

Pasé mis manos por sus piernas y dejé un beso en su abdomen, encima de la tela. Miré hacia arriba y me fijé en cómo el sujetador abrazaba sus pechos y lo hacían redondos, perfectos. Mis manos seguían acariciando sus piernas mientras la miraba.

Puse una mano detrás de su rodilla y la invité a que se pusiera encima de mí. Lo hizo, colocando sus rodillas en el sofá. - Esto es lo que compramos el otro día.

- Sí.

Pasé mis manos por su cuerpo y llegué a sus pechos. Los apreté por encima del sujetador y me acerqué para besar la piel descubierta. Ella puso sus manos en mi pelo y mis labios viajaron a su cuello. Ella se echó el pelo a un lado y pude tener un mejor acceso. Mis manos se pusieron en su trasero, apretándola contra mí mientras chupaba, besaba y mordía su piel sensible.

Ella se movió encima de mí y busqué sus labios, abrió su boca y yo abrí la mía. Pasé mi lengua por su lengua para que después entrara en su boca y la besara, moviendo mi lengua contra la suya en nuestras bocas.

Sus manos seguían en mi pelo y agradecí no habérmelo cortado. Ella tiró de mi pelo y mordí su labio inferior. Los dedos de Abigail fueron a los botones de mi camisa y la dejé desabrochándolos mientras mis manos apretaban su trasero y acariciaban sus piernas. Ella no tardó en desabrochar mi camisa y la abrió, pasando sus manos por mi pecho y abdomen, llegando a mis pantalones. Puse mi mano en su nuca y la acerqué a mis labios de nuevo, devorando su boca mientras sus ágiles dedos desabrochaban mi pantalón. Se separó de mí y se bajó de mi regazo, poniéndose de rodillas en el suelo, entre mis piernas, besó mi abdomen y paró para echar los pantalones y el bóxer hacia atrás, haciendo a mi pene salir.

- Mmmm... te has depilado. -sonrió. - Me gusta.

La vi cogerlo entre sus manos y me miró. La miré atentamente mientras ella movía su mano de arriba abajo. Había estado en esta situación mil veces antes, la había tenido a ella, pero no todas las veces que la había deseado. Y nada se parecía al momento que estábamos viviendo ahora. Solo se escuchaba el ruido del aire acondicionado y ella estaba besando la punta. Oh, señor. La miré, ya estaba completamente duro. Cogí su pelo entre mis manos y ella siguió dándome placer.

- Así nena - susurré, mirándola. - ¿Puedes llegar más al fondo?

Ella se sacó mi pene de su boca y pasó la lengua por él. - ¿Quieres que llegue más al fondo?

- Todo lo que puedas.

Abigail volvió a meterse mi pene en su boca y casi pudo meterlo entero en su boca, haciendo que yo jadeara por la imagen y el placer.

Ella se separó, cogiendo aire, mirándome y me acerqué para besarla. Su mano seguía moviendo mi pene y gemí en su beso.

- Voy a correrme como sigas así. Dime que traes algo para atarte. - La sonrisa de Abigail me lo dijo todo. Se levantó. - ¿Estás tomándome el pelo? ¿En serio traes algo?

Undercover // Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora