Undercover // Justin Bieber

Treinta y uno [I]

Ese día me di cuenta que mi madre estaba enfadada conmigo y no me hablaba. ¿Por qué? Porque quería que mi relación con Justin acabara y no iba a hacerlo, o por lo menos no ahora, no había necesidad.

Justin me miró frunciendo el ceño y dio un toque en mi nariz. - ¿Qué te preocupa?

- Nuestros padres no aceptan nuestra relación - me quité las gafas de sol y las puse en mi pelo.

Me eché a un lado para que Justin se tumbara a mi lado en la tumbona, bajo una de las sombrillas. Los niños jugaban en la piscina con su abuelo y nadie nos escuchaba hablar. Él me atrajo a sus brazos y lo abracé, sintiendo su calor. - Lo sé, cariño. - besó mi frente. - ¿Por qué quieres venirte conmigo a Miami? No es que no quiera tenerte conmigo, solo que... - lo interrumpí.

- Mi madre se irá a España mañana.

- Lo sé.

- No me habla porque no te dejo.

- ¿Qué?

Uní mis labios en una fina línea. - A tu padre no le caigo bien, tú no le caes bien a mi madre y nadie quiere que estemos juntos. Sé que nos hicimos daño y que también les hicimos sufrir a ellos pero... - me quedé callada.

- Es nuestra vida, Abby. No voy a dejarte porque a mi padre no le gustes. Me gustas a mí.

- Yo tampoco.

Justin se quedó callado un momento y empezó a cantar en voz baja, haciéndome sonreír. - Take my hand and put it on your chest, I need your love, your love... - entrelacé nuestros dedos.- Your love is keeping me warm and safe. - lo miré, eran alguna de las frases que él había escrito en mi espalda en Portugal mientras lo hacíamos. - Can't believe I'm with you, cause you got me open, baby. I'm loving everything you do, I'm thankful that I'm here with you.- sus dedos se pusieron en mi barbilla y juntó lentamente sus labios con los míos. - Te quiero - dijo. Sonreí y saqué mi lengua, chupando desde su barbilla hasta sus labios. - Dirty! - me gritó, limpiándose la barbilla mientras yo me levantaba y miraba hacia atrás sonriendo.

- ¡Abby! - me llamó Jazzy saliendo de la piscina. - ¡Aun tenemos que enterrar a Justin!

- ¡Es cierto! Venga, vamos a llevarlo a la playa.

Y enterramos a Justin en la arena, riendo y riñéndole cuando movía alguna parte de su cuerpo y se quitaba la arena de encima. Los niños estaban trayendo cubos de arena y Taylor me ayudaba a enterrar a Justin por la parte del cuello, ya había comido arena un par de veces.

- ¡Arrrgh! ¡No puedo moverme! - dijo haciendo que riéramos.

- ¡Vamos a convertirlo en sirena! - sugirió Allie.

Taylor y yo le pusimos dos pequeños bultos de arena, recreando el pecho y después ayudamos a los niños a hacer la cola de sirena con arena. Eso no parecía una cola de sirena, pero la intención era lo que contaba. Nos echamos fotos con él, aprovechando que no podía moverse, o eso nos hizo pensar, ya que de un momento a otro se levantó con un poco de dificultad y corrió detrás de los niños. Miré a Taylor y ambas empezamos a reírnos viendo como Justin cogía a los tres en peso con dificultad y los llevaba al agua.

- De todo el tiempo que llevo siendo niñera de los Bieber nunca te había visto - dijo sentándose en la arena. Me senté a su lado.

- No he pasado mucho tiempo con los niños - me encogí de hombros. - Ni siquiera con él.

- Tiene que ser difícil, vivir cada uno en una punta del mundo.

- Sí que lo es - sonreí mirando al mar, donde Justin jugaba con ellos.