El corazón de Jiang Qiaqia palpitaba dolorosamente, como si hubiera cortado algo con sus propias manos.
La cama médica descendió rápidamente por el pasillo del hospital.
Jiang Qiaqia corrió junto a la cama, sus tacones altos golpearon con fuerza el suelo, pero quedaron amortiguados por sus gritos ansiosos llamando a Qi Qing.
Con rostro solemne, el médico abrió los párpados de Qi Qing para evaluar sus pupilas. La entrada al quirófano se abrió como un agujero negro a otra dimensión.
A Jiang Qiaqia se le impidió entrar y sólo pudo observar impotente cómo empujaban a Qi Qing hacia el interior. Estaba a punto de derrumbarse de tanto llorar. Con la cara cubierta por las manos, Jiang Qiaqia se deslizó lentamente contra la pared.
Normalmente era una persona vanidosa y amante de la belleza, que ni siquiera salía de casa si su esmalte de uñas no estaba perfecto. Pero en ese momento, uno de sus tacones se había roto, su pelo era un desastre y su ropa estaba desaliñada, pero ni siquiera se molestó en arreglarse o preocuparse.
Sólo su débil llanto resonaba en el tenue pasillo de la sala de urgencias. Qi Kai dudó un momento y, al final, se arrodilló y la consoló: "Señora Jiang..."
"Waah..." Inesperadamente, Jiang Qiaqia lloró aún más fuerte. Levantó la cabeza, con lágrimas por toda la cara, y suplicó: "Se ha caído de repente... ¡Debe ser por el préstamo!... Señor Qi, debe ayudarnos..."
Qi Kai estaba en un dilema. Corrió a la sala de conferencias tan pronto como oyó el grito de Jiang Qiaqia. En el momento en que vio a Qi Qing tendido en el suelo, su ira original fue abrumada por el pánico. No importaba, se trataba de la vida humana. Aunque Qi Kai odiaba a esta pareja, nunca pensó en matarlos. Pero la petición de Jiang Qiaqia no era algo que pudiera cumplir fácilmente.
Si hubiera sido hace unos años, cuando aún ganaba mucho dinero con el contrabando en la provincia de Qunnan, por no hablar de 90 millones, 200 millones era incluso factible. Sin embargo, todas sus ganancias de aquella época ya habían sido confiscadas, y tras regresar a Ciudad Yan, todos sus diversos negocios no habían ido bien. Las ganancias de los bienes raíces eran mucho menores que las del contrabando. Tanto, que incluso después de tanto tiempo, por no hablar del préstamo bancario, le costaba reunir los 20 millones de yuanes que quería Shi Nanxing.
Agotada por el llanto, la cabeza de Jiang Qiaqia se inclinó ligeramente hacia un lado y se apoyó en el brazo de Qi Kai. Aunque ya había pasado su mejor momento, la figura de Jiang Qiaqia estaba bien cuidada y no parecía ni un día pasada de moda. Su pelo seguía siendo espeso y liso, y su voz sollozante era como la de un ruiseñor: "¿Qué haré si le ocurre algo a Qi Qing...?"
Aunque Qi Kai era un jugador notorio, no pudo evitar sentirse un poco avergonzado en ese momento. El socio que estaba detrás de él frunció el ceño. Rápidamente se inclinó, agarró el brazo de Qi Kai y lo levantó.
Jiang Qiaqia había puesto su peso de lado, por lo que casi se cae al suelo con el apoyo de Qi Kai. Rápidamente se estabilizó con las manos, y luego levantó la cabeza, con lágrimas aún cayendo por su rostro.
El socio de Qi Kai frunció el ceño y fríamente recordó: "Sra. Jiang, el Señor Qi acababa de ser empujado dentro".
Jiang Qiaqia no pareció entender el significado de sus palabras, ya que el sonido de sus lamentos se hizo mucho más fuerte que antes. Al cabo de un rato, las luces del quirófano se apagaron y el médico salió poco después.
Todos se precipitaron hacia delante, y Jiang Qiaqia preguntó ansiosa: "Doctor, cómo está?"
El médico la miró un momento, suspiró y sacudió la cabeza.
"Ya hemos hecho todo lo posible".
Jiang Qiaqia se quedó en blanco durante dos segundos y luego se derrumbó. Agarró la bata blanca del doctor y la sacudió: "¡¿Cómo es posible?! ¡¿Cómo es posible?! Estaba bien cuando lo enviaron".
El médico intentó zafarse suavemente de su agarre, pero sus afiladas uñas le cortaron todo el cuerpo, por lo que perdió rápidamente la paciencia: "¡¿Estaba bien cuando lo trajeron?! El corazón del paciente ya había dejado de latir cuando estaba en la ambulancia. La arteria coronaria del paciente se había coagulado y su corazón llevaba tiempo recibiendo un suministro insuficiente de sangre. Ya debería haber experimentado síntomas como la presión de pecho desde hace mucho tiempo. ¿Es usted su mujer? ¿Por qué nunca le aconsejó que fuera al hospital para que le hicieran un examen físico? Si se hubiera descubierto antes, le habrían ingresado en el hospital para un tratamiento de recuperación. Entonces el final no habría sido así".
El rostro de Jiang Qiaqia se sobrecogió por la repentina regañina. Cuando se dio cuenta de lo que acababa de decir el médico, ya no pudo reunir fuerzas para rebatir. Cuando el rígido cuerpo de Qi Qing fue empujado lentamente hacia fuera, gimió y se arrojó sobre la cama. Pavor, tristeza, miedo, desconcierto... Incontables emociones la envolvieron como llamas.
Qi Qing murió.
Realmente murió...
Jiang Qiaqia había experimentado varios giros en su vida: divorcio, abandono de su hijo, ruptura de lazos con su padre, etc., etc., pero nunca había habido un solo acontecimiento que la hubiera puesto tan frenética como ahora.
Qi Qing había muerto. ¿Qué debía hacer en el futuro?
Era como si un árbol gigante que la había cobijado durante la mayor parte de su vida se hubiera derrumbado. Su mundo era ahora un caos, y no tenía adónde ir ni adónde volver.
El afecto era secundario, y tal cosa ya se había desgastado por los diversos contratiempos que habían encontrado. Pero había sacrificado mucho por este matrimonio. Ella y Qi Qing podían considerarse varados en el mismo bote salvavidas[1]. La inmobiliaria Qiqing les pertenecía a los dos, independientemente de los beneficios o las deudas.
Pero ahora, Qi Qing la soltó y se marchó, como un desertor que abandona a sus camaradas de la misma trinchera.
¿Y su familia? ¿Qué hay del préstamo que dejó atrás? ¿Qué hay de los empleados de la inmobiliaria Qiqing que no paran de acosarla para que les pague?
Qi Kai y la gente de Dominion Properties se habían marchado sin saberlo en algún momento, dejando a Jiang Qiaqia sola en la habitación mirando mudamente el frío cuerpo de Qi Qing. Qi Qing estaba siempre ocupado durante este tiempo, como un juguete de cuerda, estaba constantemente en movimiento. Jiang Qiaqia sospechaba que no había dormido en al menos una semana, pero ahora por fin estaba tumbado tranquilamente.
Su rostro ceniciento seguía siendo el mismo, pero sus párpados cerrados nunca volverían a abrirse.
De repente, Jiang Qiaqia se levantó de un salto, corrió hacia la cabecera de la cama, levantó la mano y le dio varias bofetadas...
El crujido resonó en la sala. La enfermera, inicialmente aturdida, recobró de pronto el sentido y se adelantó para contenerla.
"¡¡¡Qué estás haciendo!!! ¡¡¡El paciente ha fallecido!!! ¿Por qué maltratas a los muertos?"
En medio del reproche de la enfermera, el rostro de Qi Qing se volvió rígido por la paliza, burlándose de ella con la nuca.
Jiang Qiaqia dejó escapar un grito. El miedo que surgía en ella hizo que abandonara su habitual imagen elegante y delicada al estallar en otro ataque de histeria.
"¡¡¡Qi Qing!!!" Se sentó en el suelo con el pelo revuelto, llorando y maldiciendo: "¡¡Bastardo!!"
-
Qi Kai se sentía asfixiado, todo acababa de suceder de golpe. En cuanto salió por la puerta del hospital, sonó su teléfono. Miró el ladrillo chillón que tenía en la mano y pulsó el botón rojo al cabo de unos segundos.
Shi Nanxing casi se vuelve loco cuando oyó el tono de ocupado del auricular. Siguió llamando varias veces seguidas, pero Qi Kai no se molestó en contestar ninguna de sus llamadas.
Echó un vistazo al calendario: era el decimoquinto día de febrero, o lo que es lo mismo, el duodécimo del primer mes lunar. Sha Peng debía llegar a Ciudad Yan en un plazo máximo de tres días.
La cabeza le palpitaba, a punto de estallarle. Shi Nanxing tiró a un lado su teléfono móvil y cayó pesadamente sobre la cama, recordando los actos pasados de Sha Peng y su banda, sus manos empezaron a temblar.
Creció en Zhongyun, por lo que conocía a Sha Peng desde hacía bastante tiempo. El alcance de la Familia Shi se extendía por toda la zona suroeste de China, y podía ser considerado el rey de la tierra allí, pero aún temían a Sha Peng y su banda.
Sha Peng era originario de Tailandia, y estaba activo con varios países pequeños en la frontera suroeste. Nadie sabía cuántos años llevaba en el negocio del opio. Todo lo que Shi Nanxing sabía era que más del 90% de las rutas nacionales estaban controladas por él. Una organización de esta escala, si no fuera por el poder de la Familia Shi en la frontera de Zhongyun, Sha Peng nunca se habría molestado con alguien trivial como Shi Nanxing. Aunque ahora estaba siendo más cortés con él por el bien de la Familia Shi, si Sha Peng realmente quisiera hacer un movimiento, podría ignorar completamente el respaldo detrás de Shi Nanxing. Si algo sucediera, podría simplemente esconderse. Era el campamento base del oponente, por lo que nadie podría hacer nada al respecto.
Shi Nanxing había viajado al extranjero con ellos unas cuantas veces en el pasado. Llevaban armas e incluso disparaban cañones; este grupo de gente realmente 'consideraba la vida humana como si fueran hormigas'.
Habría estado bien retrasarlo si los 20 millones de yuanes fueran sólo para comprar tierras, pero se trataba del dinero de una parte del depósito para Sha Peng. Este último ya había utilizado parte de su propio dinero para iniciar el proceso, por lo que venía específicamente a Ciudad Yan por el dinero. ¿Estaría realmente dispuesto a volver con las manos vacías?
Shi Nanxing se incorporó. Esto no puede alargarse más. Y así, aún cojeando con su pierna escayolada, dio una excusa al azar a los miembros de su familia, y salió a buscar a Qi Kai.
Todos en Dominion Properties sabían quién era, así que nadie se atrevió a detenerlo. Con eso, Shi Nanxing llegó directamente a la oficina de Qi Kai, sin obstáculos.
Qi Kai estaba tumbado en el sofá, con el brazo cubriéndole la cara.
Cuando Shi Nanxing le vio así, se enfadó tanto que agarró un libro que había sobre el escritorio y se lo lanzó. Qi Kai se incorporó bruscamente tras recibir el golpe. Cuando movió la mano, Shi Nanxing notó lágrimas en las comisuras de sus ojos.
Aunque acababa de ser golpeado por un libro, Qi Kai no estaba enfadado, sino que se limitó a mirar al suelo sin comprender, como si hubiera perdido el alma: "Qi Qing está muerto..."
"¡¡¡A quién le importa!!!" Shi Nanxing dio un paso adelante y le empujó de repente: "¡¡¡Dónde está el dinero!!! ¡¿Dónde están los 20 millones que se acordaron antes?!"
Qi Kai le permitió empujarlo hacia el sofá. Se apoyó en el reposabrazos, inmóvil: "¿Qué son 20 millones? Puedes ir a las cuentas, todo el dinero de la empresa fue invertido en el terreno por la Montaña Wubao, todavía debemos al banco decenas de millones. Sería un milagro si ahora pudiéramos reunir siquiera dos millones".
Shi Nanxing quería abofetearlo hasta la muerte: "¡¿Puedes hacer algo bien por una vez?! ¿¡Eh!? ¡¿Sólo una vez?!
Qi Kai cerró los ojos débilmente, su mente seguía llena de los ojos cerrados y la cara sin vida de Qi Qing, suspiró: "Puedes decir lo que quieras".
"Qi Kai." Al ver que actuaba como si estuviera entumecido incluso ante la muerte, Shi Nanxing supo que sería infructuoso si seguía presionando demasiado. Tragándose la rabia que le llegaba a la boca de la garganta, Shi Nanxing se obligó a sentarse junto a Qi Kai: "No intento asustarte. Le he prometido a Sha Peng 20 millones. Cualquier otra cosa puede salir mal, pero no esto".
Miró a Qi Kai a los ojos, quiso conmoverle con la mirada, pero Qi Kai se limitó a taparse la cara con el brazo y se negó a mirarle. Incómodo por su insistencia, se limitó a responder: "¿No tienes todavía acciones en la Plaza del Viento de Abril? Puedes reunir suficientes fondos si las vendes".
"Ahora sólo tengo un diez y pico por ciento. Si no hubiera vendido parte de ellas a Xiao Chi antes, ¡¡entonces tal vez no hubiera tenido problemas con 20 millones!!!" Al recordar esto, Shi Nanxing recordó la humillación de haber sido engañado y casi vomitó sangre. La familia de Xiao Chi no ha tenido una pelea todavía, pero la presencia de Sha Peng era como un cuchillo colgando sobre su cabeza. Con este asunto, Shi Nanxing ya no tenía humor para instar a Qi Kai a encontrar a alguien que fuera capaz de entrar en la oficina de Xiao Shenxing. Por lo tanto, la venganza por haber sido engañado sólo puede ser puesta en espera por ahora. ¿Había algo en el mundo que fuera más sofocante que eso?
La respuesta corta era sí.
Shi Nanxing aguantó mientras abría la boca y preguntaba: "La tierra junto a la Montaña Wubao todavía se considera propiedad de la empresa, ¿verdad? ¿Por cuánto dinero se puede vender?"
Qi Kai suspiró: "No más de 50 millones".
Eso era menos de la mitad del costo que habían puesto en la tierra. Esta cifra hizo que a Shi Nanxing le doliera el corazón y se le apretara el cuero cabelludo. Pero tras un momento de vacilación, insistió: "Con 40 millones de yuanes es suficiente. Renunciemos a nuestras acciones lo antes posible y paguemos lo que poseamos a Sha Peng. Así los problemas urgentes podrán resolverse primero".
Pero cuando Qi Kai escuchó su plan, dudó: "Tío..."
Shi Nanxing estaba inmerso en la oscura sombra de Sha Peng, pero ahora parecía que por fin veía un atisbo de vida. Miró de nuevo a Qi Kai: ¿Eh?"
"Ese terreno junto a la Montaña Wubao... La Inmobiliaria Qiqing aún debe al banco más de 90 millones de yuanes en préstamos...". Qi Kai murmuró: "Ahora que Qi Qing está muerto, la Señora Jiang es sólo una mujer, no podemos simplemente..."
Shi Nanxing tardó un rato en comprender el significado de las palabras de Qi Kai. Estaba conmocionado, y escrutó la expresión de Qi Kai como si quisiera saber si estaba sugiriendo esto en serio.
"¡¿Eres retrasado?!" Shi Nanxing levantó la mano y golpeó a Qi Kai en la cabeza: "¿Qué tiene que ver contigo la vida o la muerte de Jiang Qiaqia? Deja de preocuparte por los asuntos de los demás, si no, lárgate de aquí".