Epiphany. [Traducción]

◦Capítulo 9◦

Las palabras "XX días para el examen de ingreso a la universidad", con el número disminuyendo por día, ocupaban permanentemente la esquina inferior derecha del pizarrón.

Después del boicot, los estudiantes de la clase 5 estaban de espaldas a la pared, con todas sus pestañas quemadas, la única opción que tenían era pelear. Y así, se volvieron más ocupados que nunca.

Las preguntas de los nuevos libros de texto eran mucho más sofisticadas que las del material de revisión compilado por la escuela, y casi la mitad de ellas eran sobre contenidos no cubiertos por el plan de estudios. Uno podría imaginar el grado de dificultad que los peores estudiantes de la escuela estaban enfrentando. Afortunadamente, en su última vida, Lin Jingzhe asistió a todo tipo de cursos de formación para avanzar en su educación y estaba bien versado en los métodos de aprendizaje memorístico. El cerebro de un adolescente era más retentivo que el de un adulto - los resultados de este estudio de once horas fueron mucho mejores de lo que él esperaba.

La actitud de la dirección de la escuela hacia todo esto era bastante vaga.

Aunque nadie detuvo a Hu Yu de implementar su plan de revisión revisado, nadie mostró aprobación tampoco. Los otros profesores no estaban dispuestos a seguirlo ya que el alcance del material era más amplio, y por lo tanto su enseñanza se hizo más y más superficial. Eventualmente, las lecciones se convirtieron en auto-aprendizaje colectivo de los estudiantes de la clase 5. Su clase de inglés fue cancelada, y el nombre de Li Yurong pronto desapareció de la lista de profesores de la clase 5.

Fue como si la clase 5, en la remota aula al final del pasillo, junto a los baños, desapareciera de la existencia. Había sido completamente eliminada de todos los planes y actividades concernientes al examen de ingreso a la universidad.

Gao Sheng le dijo a Lin Jingzhe que vio a su madre llorando en secreto mientras se preparaba para la clase en casa.

Hu Yu sintió que esta situación era humillante, pero en realidad, era ideal para sus "niños rebeldes", con sus personalidades altamente individualistas y rebeldes. Eran mucho más receptivos a ser enseñados por sus compañeros que por profesores que no estaban dispuestos a cruzar la brecha generacional. En estos días, bajo el liderazgo de Lin Jingzhe, rebosaban entusiasmo por el aprendizaje. Aunque Lin Jingzhe a menudo perdía los estribos y les insultaba en clase, ellos pensaban que era genial, y a la inversa, eso les hacía aceptarlo aún más.

Cuando Lin Jingzhe terminó la clase y bajó del estrado, sus compañeros, a quienes había reprendido por su pereza minutos antes, seguían asombrados por la grandeza de su ira, incluso Zhou Haitang, que odiaba estudiar, copiaba fórmulas diligentemente. Tan pronto como se sentó, Deng Mai, que ocupaba el escritorio de enfrente, se dio la vuelta y se inclinó para susurrar con entusiasmo: "Eh, ¿has oído? ¡Alguien golpeó a Jiang Run de la clase 1, y terminó en el hospital!"

Jiang Run no vino a la escuela por varios días.

En este tenso período previo al examen era raro que un estudiante perdiera una clase, y mucho menos tantos días. Además, Li Yurong, su maestro de clase, se negó a revelar la razón de su ausencia. Así, la escuela se llenó de rumores, cada uno más descabellado que el anterior: se enfermó gravemente, algo pasó en casa, o incluso se transfirió a otra escuela. Deng Mai ha encontrado la verdad.

Lin Jingzhe miró la exaltación que llenaba su rostro moreno y comenzó a ordenar su escritorio sin prisa: "¿Cómo lo sabes?"

"No repitas esto a nadie más, ¿de acuerdo?" Deng Mai miró a su alrededor y bajó la voz: "Mi padre es un comisionado adjunto de la oficina de seguridad pública de la ciudad. ¡Lo escuché de su propia boca!"