Capítulo 102

49.1K 2.8K 1K
                                    

¡Hola, Little Mobsters! Ya sé, ya sé, es realmente sorprendente que solo haya pasado una semana desde la última actualización. Hasta a mí me sorprende que me salga solo el decir "voy a escribir".

:)

En fin. La semana pasada la he pasado fatal, resulta que me contagié de un virus estomacal y estaba a punto de abandonar este mundo... nah, ya saben lo dramática que soy, ¡pero en serio sí estaba muy mal! Con decirles que estuve casi seis horas con intravenosa, tuvieron que darme tres bolsas de suero. No hubiese sido para tanto si no estuviese tan delgada, pero ya saben que no he estado bien de salud y mi peso no es para nada el adecuado, jejeje.

Cinco medicamentos diferentes después, finalmente estoy mejor.

He dejado en la página de Facebook un resumen de quiénes son cada uno de los personajes, porque ha pasado mucho y sé que no recuerdan ni de qué va la historia. La encuentran como Creaciones mágicas de Yilian Rodríguez. Ahí podremos interactuar de lo que sea, hasta memes que no tengan que ver con la historia, porque los memes son luz en este mundo oscuro, mis bebés :')

¡Comencemos!

°°°

Lauren

Castiel...

Fue... impactante, y hubiese querido tener otra manera de describir aquel encuentro, pero, simple y llanamente, así era: impactante. Como caminar tranquilamente y de imprevisto sentir el choque fuerte de un vendaval, verlo después de semanas permaneciendo aislada totalmente de él, me dejaba en un estado difícil de explicar. No iba a ponerme a morir, debo admitir, y lo amaba, claro; no obstante, había dejado mi dignidad realmente aplastada cada que él decidía ponerme a rabiar, y no significaba que dejaba de quererle, sin embargo, había asuntos más relevantes que un problema amoroso ahora mismo. Castiel siempre supo marcar eso en sus negocios, teniéndome a mí como una nueva espina hace ya un tiempo, yo debía aprender eso mismo, a priorizarme. Después de que todo esto acabase, si existía la posibilidad, se arreglaría el malentendido.

Apreté mis manos en puños mientras me dirigía a uno de los bancos, eligiendo el lugar más alejado, cuando me hube sentado, miré a mi padre seriamente. Al menos pudo haber avisado. Me preguntaba si Castiel trató de buscarme después del accidente, si fue de inmediato o lo obvió, esperaba que la última no fuese la acertada.

Me aclaré la garganta.

-¿Quiénes faltan? - ahí fue cuando me observó por fin. Lentamente giró su cabeza, fue una inclinación tan elegante que pensé el garbo era una cualidad meramente suya.

Le sostuve la mirada y asentí levemente a su presencia, quería demostrarle que llevaba la situación perfectamente equilibrada, aunque a penas iba en proceso. En respuesta a mi gesto, entrecerró los ojos y apretó ligeramente sus puños.

¿Quieres decirme algo, demonio?

Parecía ansioso.

-Mike y un viejo amigo - suspiró mi padre -, él nos ayudará con muchas cosas. Ahora que Jay se ha ido tan inesperadamente, necesitamos con urgencia a un estratega.

Me enderecé, anonadada.

-¿Jay se fue? - observé a todos en la estancia -, ¿Qué ha sucedido?

-No lo sé, realmente.

Lamí mis labios, paseando mis ojos frenéticamente por la superficie de la isla. Estaba tratando de encontrar una sola razón.

Moví mi cabeza. -No lo entiendo, ¿por qué ha decidido abandonarnos a estas alturas?

-Él no ha abandonado a nadie - rugió Castiel, y lo describí de esa manera porque su voz era tan ronca, que si hablaba normal, podías pensar que estaba alterado -. Ha tenido sus motivos, los cuales, no le competen a ninguno aquí.

NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora