Capítulo 16.

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Dedicado a:Soy_Perla

Linda, gracias por tus palabras.
Y las de todas, me hacen brincar en un pie cuando comentan.
O como dicen en mi país "Me hacen brincar en una pata".

___.___

—¿Ya sabes que harás?

Murmuro un "mhm" y me pongo el cinturón de seguridad.
De hecho, ni siquiera me acordaba de ello.
Los días los paso del trabajo a la casa y de la casa al trabajo. En mi tiempo libre hablo con Andy, chico que se ha ganado mi cariño.

—No he tenido tiempo para pensar en eso, además, no creo que vaya a aceptar. – Giré a mirarlo.

Tenía una ceja alzada.

—¿En serio? Señorita, Castiel espera una respuesta y realmente le aconsejo aceptar. Creame, yo sé como funciona esto.– Explica. Enciende el auto y empieza a conducir.

—Pero, se supone que me quieren o eso creen ustedes, porque "ellos" piensan que soy su amante ¿no?– Frunce los labios y ladea la cabeza.

—No precisamente, Lauren.
Castiel y yo estamos en eso, buscaremos cual es su intención, no creo que matar a una chica sea lo que quieran.– Hace una pausa.—Si lo hubieran querido ya te hubieran matado, pero quieren algo más.

«Quieren algo más. »

En buen lío me metí.

—¿Tienen alguna idea de lo que puedan querer? –Pregunto con voz temblorosa.

No te alarmes, tranquila.Pensé.

Relamió sus labios y a lo lejos pude ver el local –la boutique –se tardó unos segundos, y la respuesta no era la esperada.

—No lo sabemos, tu no tienes nada que ver con el Narcotráfico. A menos que...–Alcé las cejas para que siguiera.—A menos que alguien de tu familia o amigos esté involucrado, y "ellos" te quieren para obtener algo.

—Como un tipo de anzuelo.–Concluyo.

Jay me sonríe abiertamente.—Exacto.

Reímos y chocamos puños.

Estaciona frente al local, me asegura que estará ahí y antes de bajarme le pego en la cabeza.

—¡Ay! ¡¿Por qué me pegas?!

Flashback.

—¡Ay! ¡¿Por qué me pegas?!

—¡Por imbécil! ¡Me diste un susto de muerte!

Fin del flasback.

Genial, lo que me faltaba.
Pensar en Castiel –nótese el sarcasmo –sacudo la cabeza y me cruzo de brazos.

—Eso es por haberme dejado sola el día antes de que me dispararan.– Le digo.

Me doy la vuelta y empiezo a caminar hacia la boutique.

—¡Tenía mis razones, niña insensible!– Grita desde el auto y suelto una carcajada.

NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora