Capítulo 24.

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Maratón 4/5

Chicas, gracias por leer, comentar y por su apoyo en mensajes privados también.

Gracias a ustedes "Narcotraficante" tiene 4,98k de visitas. Muchas gracias por todo de verdad, jamás pensé que mis libros fueran a llegar tan lejos.
Mi primer novela tiene 10,7k en tan solo ocho meses y ahora esta 4,98k que tiene cuatro meses, simplemente estoy muy feliz y agradecida con ustedes.

Las amo...
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Los días en la mansión de Castiel pasaban lentos, un día más que el otro, estaba cansada de tener que acompañar a Castiel a cada "cena de negocios" que lo invitaban, usar tacones kilométricos y largos vestidos caros era una rutina para mi.
Ya había entrado a la universidad - ayer - y al trabajo seguía yendo como siempre, con el único detalle de que ahora dos guarda espaldas se encargan de llevarme a cada lugar al que voy, Jay ahora está ocupado con sus cosas ya que Castiel me asignó dos mastodontes.

El sonido de mi móvil me sobresaltó haciendo que tirara el alfiler que tenía en mi mano, solté un improperio y colgué la llamada sin siquiera ver quien era, ya sabía de quien se trataba.

Andy.

¿Por qué no le contesto?

Pues, todos estos días ha estado evitándome a toda costa, ignora mis mensajes, mis llamadas e incluso anoche me escapé - por no decir que soborné a uno de los mastodontes - y fui al bar donde él trabaja y adivinen que...

¡Me ignoró otra vez!

Era la sexta vez que llamaba y todas las rechazaba, era hora de que él sufriera ser rechazado. Él lo hizo conmigo sin razón alguna, al menos yo no sé cual es la razón por la que se comportó así, pero no rogaré más, tendrá él que venir y explicarse.

¡Que se joda!

Estoy muy furiosa con él.

Por otro lado está Jessica.

Todos los días me llama, en la mañana, en la tarde, en la noche. Se ha vuelto un horario para mi, los mensajes son constantes, los días sin Jess son cada vez más difíciles y me cuesta acostumbrarme a su ausencia.
Castiel se ha mantenido distante, su actitud conmigo es fría, y no es que esté triste por ello. Al contrario, en cierto modo me alegra de que sea así, pero a la vez se siente raro que no sea tan insistente y seductor conmigo como lo era antes.

Respecto a mi función como amante, solo es propaganda, tan solo ejerzo ese "cargo" cuando lo acompaño a algún evento o cuando sus "colegas" vienen de visita. Nada de besos, nada de sexo, nada de nada. La última vez que me besó fue cuando lo empujé fuera de la cama y me obligó a dormir con él.

—¿Podrías apagar ese maldito celular?– Dice la voz chillona de Kelsy.

Irritada me vuelvo hacia donde está, se encuentra leyendo una maldita revista de moda, y no me mal entiendan, yo amo la moda, pero estas no son horas de hacer eso sino de trabajar.

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