Capítulo 65.

208K 11.8K 1.2K
                                    

Vestido en la página de facebook también.

___•___

Las palabras se habían quedado pegadas a mi garganta, sabía que si hablaba iba a llorar, no puedo responder a las preguntas que me hace Virgii. Siento un gran dolor en el pecho, Jessica me decepcionó y no encuentro la razón del por qué me siento así de mal por haberle dicho todo aquello.
Es la verdad, todo lo que dije es en realidad lo que sentía y pensaba en ese momento, pero ¿Estuvo bien? claro que sí, tal vez fui muy dura pero así se dieron las cosas. Su comportamiento me demostró que una amistad no es la que más tiempo dura, sino la que a pesar del tiempo sigue estando ahí, sin importar que hayan nuevas personas en sus vidas.
Y muy cierta es aquella frase que dice: "Amigos no hay, solo conocidos". Falta mucho por recorrer para que uno pueda llamar "amigo" o "amiga" a alguien, nunca se termina de conocer a las personas, se te puede prometer estar siempre para ti pero lo que en realidad quieren decir es que saben que tú siempre estarás para ellos, sin importar si ellos te devuelven el favor. Las personas nunca cumplen y esa es la verdad.

Una sacudida en mi hombro izquierdo me hace volver de inmediato a la realidad. Virgii me sacudía con ambas manos y me ve con el ceño fruncido, la preocupación brilla en sus ojos.

—¿Estás bien? te noto un poco distraída.– Dice, jalándome de un brazo para que no choque contra un poste. No lo vi venir.

Suspiro pesadamente.

—Sí, solo tengo la cabeza en otro lugar. ¿Vamos de una vez por tu vestido?– Cambio de tema rápidamente, ladea la cabeza mirándome como si quisiera ver en mi interior.

—Mejor vamos a una cafetería y me platicas de eso que tanto te mortifica, no estás bien y se nota a leguas. Llevo casi veinte minutos hablándote y no me respondes más que con monosílabos, sin interés en el tema.

Bajo la mirada avergonzada, ni siquiera sabía de que había estado hablando.

—Lo siento, hoy no fue un buen día. Lamento mucho no ser de gran ayuda, esto es algo importante para ti y no te estoy prestando atención.– Virgii me sonríe con cariño.

—No te juzgo, tan solo quiero escucharte y así poder aconsejarte, vamos a comer algo. Después buscaremos mi vestido.– Dice con una enorme sonrisa.

No me da tiempo a responder, me toma de un brazo y me arrastra por la acera hacia una cafetería cerca de la tienda hacia donde nos dirigíamos, tampoco me quejo, necesito desahogarme y sacar todo lo que tengo por dentro, la rabia, el dolor, la decepción y la preocupación.

El local estaba casi vacío, algunas mesas eran ocupadas por adolescentes o ancianos que disfrutaban de un buen café negro y un juego de mesa, totalmente diferente a mi, puesto que iba a contar mis penas.
Minutos después ya estábamos las dos con una gran taza de chocolate y un pastel de arándanos, Virgii soplaba la taza y luego tomaba de ella, yo solo me dedicaba a pensar en mi situación.
Me avergüenza que su día haya terminado así, conmigo deprimida.

—Virgii, perdón por arruinar tu día, es mejor que vayamos por el vestido.

Ella niega con la cabeza y toma una de mis manos.

—Para nada, no has arruinado el día. Estás mal y quiero ayudarte a estar mejor, así que ¿Peleaste con Castiel?– Pregunta, niego de inmediato, estoy de maravilla con él.

—Gracias a Dios no, es solo que hoy peleé con la chica a la que solía llamar "mejor amiga" y me siento mal, ¿Sabes? jamás pensé que pudiera terminar así nuestra amistad. Y todo por un chico.– Digo, me esforcé para que mi voz no temblara.—Me da rabia que se haya vuelto así por un hombre que tal vez la abandonará por otra.

NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora