Capítulo 26.

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—¿Por qué me besaste?

Alza una ceja y sonríe.

—¿Por qué me seguiste el beso.–Contraataca. —Además, ese chico está más que loco por ti, se no nota a kilómetros. Desde que llegamos a este lugar no te quita la vista de encima.

—Escucha Castiel, no soy un hidrante al que puedes orinar para marcarlo como tuyo.–Me miró mal.

Rodó los ojos y se sentó junto a mi, me daba la impresión de que estaba celoso de Andy, suposición muy estúpida tomando en cuenta que no le arraigo en lo más mínimo.
Jessica se perdió de la faz de la tierra o del club, con la mirada busqué a Andy por todas partes pero no lo encontré, estaba muy segura de que se había molestado por el beso entre Castiel y yo, y no sabía muy bien el por qué.
Además, lo que había dicho Castiel era realmente estúpido y ridículo, ¿Que le gusto a Andy? Jamás, teniendo a miles de chicas aún más guapas que yo y libres de problemas ¿Por qué iba yo a gustarle? tan solo tenemos unos cuantos días o semanas de conocernos.

La música cambió a una más movida, tenía ganas de bailar. Hace mucho que no lo hacía, siempre que iba a una fiesta bailaba con Mike, lo cual me recuerda que hace días que no hablo con él, culpo a mis problemas por ello.
Miré a Castiel, tenía toda su atención puesta en su bebida.

—¿Bailamos?–Me miró serio.

—No.

Apreté los labios en una fina línea y me crucé de brazos.
¡Viejo aburrido! ¿De qué le sirve tener veintisiete años? No disfruta de la vida, bueno, ¿Qué vida podría tener un mafioso como él?, me giré en mi asiento quedando de frente a la pista de baile, realmente quería bailar.
¡A la mierda todo! no lo necesito para poder bailar, que se joda ese viejo amargado.

Me tomo el vaso de Ron de una, siento mi cabeza palpitar y el mundo me da vueltas, mierda, esto no es igual que en las películas cuando la chica se toma el trago de un solo y camina como si nada.
Hago una mueca y dejo el vaso en la barra, bajo del banquillo y acomodo mi vestido, me tambaleo un poco al caminar pero me recompongo y sigo mi camino hacia la pista.
Dios, creo que estoy borracha.
Me paro en el centro de la pista y miro a mi alrededor, la gente baila como si la vida se les fuera en ello y yo haría lo mismo.
Empecé a mover mis caderas de un lado a otro con lentitud, una mano en mi cabello y la otra en mi cadera. Movía mi trasero y piernas al ritmo de la música, cerré mis ojos, di vueltas contoneando mis caderas, no sabía que tan bien lo estaba haciendo pero no me importaba, de sentía bien; me sentía libre.

A mi baile se unió un chico, vete a saber quien era porque ni la cara le vi, él estaba pegado a mi espalda moviendo sus caderas contra mi trasero y sus manos en mi cintura.
Su respiración chocaba con mi cuello y dejaba varios besos allí que me herizaban la piel.
Bailaba estupendo, me pregunto ¿Dónde estará Castiel?

El chico me gira y quedo frente a él.

Ojos azules.

(...)

Mis ojos se abren lentamente, la claridad entra de poco en la habitación, las cortinas color crema impiden que la luz entre por completo. Me remuevo, las sabanas están enrolladas a mi cuerpo como una segunda piel, como si no tuviera...

Mis ojos se abren como platos, miro bajo las sabanas. ¡No tengo ropa! ¡Estoy desnuda! Dios, no, no, no. ¿Qué pasó ayer? No recuerdo absolutamente nada, cierro mis ojos tratando de recordar y...

Puta mierda.

¿Qué hice? ¿Me acosté con el chico de ayer? Recuerdo todo lo que hice desde que llegué al club, pero no recuerdo la cara del chico con el que estaba bailando ayer.
Castiel me va a matar, lo malo de todo esto es que estoy en "nuestra" habitación y de seguro el "chico misterioso" está a mi lado igual de desnudo. No quiero ver, sé que moriré cuando lo haga, realmente no quiero ver cuanto puede llegar a enfadarse Castiel conmigo, respiro hondo más de tres veces intentando calmarme, mierda me duele la cabeza y tengo ganas de llorar.

Soy una perra, me acosté borracha con un desconocido, he perdido mi dignidad, mis principios, todo. Soy una prostituta en evolución.
Dios ¿Por qué dejaste que esto sucediera?

—Aquín vamos.–Me susurro.

Lentamente me doy la vuelta, mantengo mis ojos cerrados en el proceso. Al estar de costado me preparo mentalmente.
Abro los ojos.

¡Holly shit!

¡¿Por qué me odias mundo?!

O sea que, me acosté con Castiel.

—Buenos días. – dijo y me besó.

                        ~•~

¡Wow!

¿Quién se lo iba a imaginar?

¿Hubo noche feliz?

Mhm, quien sabe...

Voten si les gustó.

Comenten que les pareció.

Nos leemos en la tarde, si Dios lo permite.

Un saludo desde Costa Rica, son las 09: 36 a.m. aquí.
Escuchando "Impossible".

Se despide su sexy autora.

Y...

NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora