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Decidí volver a la misma clase a la que había asistido el día anterior, con el sólo propósito de ver a aquel muchacho de voz cálida. Para mi sorpresa, nunca apareció. Luego de terminada la clase supe que aquel era otro grupo de estudiantes y por eso Junhong no se encontraba en el aula.

Estaba bastante decepcionada, dentro de mí tenía la idea de que él también había querido verme por las palabras que me había dicho antes de irse. Me sentía como la estudiante que viene de otra primaria y necesita con urgencia hacer amigos para dejarle saber a su mamá que no tenía problemas. En cierto modo era verdad, mi terapeuta y Karen necesitaban estar seguras de que yo estaba bien, quizá así también podría dejar de depender de la compañía de Karen.

-Hoy vamos a almorzar con uno de los patrocinadores de tu proyecto. Se me informó que quiere presentarle tus ideas a uno de sus amigos cercanos.

Ahí la tenía una vez más, notificándome los planes de la agenda 15 minutos antes de que ocurrieran.

-¿En realmente necesario que lo hagamos? ¿No podríamos simplemente mandarle un mail con los detalles?

-¿Por qué debes cuestionar todas las actividades programadas?

-No lo sé, no tendría que hacerlo si me avisaras con anticipación. Así podría estar preparada.

-¿Preparada para qué? Es un simple almuerzo, no necesitas preparación para ese tipo de cosas.

-No lo entiendes.

-Entiendo lo que tengo que entender. Sabes que no estoy aquí para ser tu niñera.

-No es como si hubiera pedido que lo fueras.

Giró los ojos y cerró los puños. Se notaba su frustración, yo también estaba molesta. Tenía que entender que no necesitaba cuidarme por los problemas que había tenido en el pasado, pero... ¿Cómo iba ella a saberlo? No había dejado que mi terapeuta le diera demasiada información sobre lo que me llevó a elegir ese lugar para la investigación. No sabía lo que me había pasado...y yo pretendía que lo entendiera.

-¿Sabes qué? Está bien, iré. Ya te hice pasar un mal momento antes y no quiero que suceda de nuevo. Realmente te necesito para vivir aquí, no tiene sentido que continuemos peleando como niñas.

Su espalda, que se encontraba enfrentándome, giró y pude verle la cara de intriga. Estaba segura que quería saber la razón detrás de mi respuesta, pero no le iba a dar lugar para preguntarlo.

-Así que vamos, donde sea que tengamos que ir. Prometo portarme bien.

En mi interior me retorcía por aquellas palabras salidas de mi boca, pero prefería hacer eso antes que dejarle saber lo miserable de mi historia.

Caminamos un poco fuera de las oficinas y nos encontramos con el parque principal del vecindario. Frente a éste estaba ubicado el restaurante al que teníamos que asistir. Grande y lleno de lujos, como Karen solía tenerme acostumbrada. Extrañaba aquellos pequeños y poblados restaurantes donde comimos la primera vez que llegamos a la ciudad.

-El hombre del que te estaba hablando es un empresario de varios rubros, últimamente estuvo trabajando en la televisión pero no se sabe demasiado de eso así que no lo mencionaremos. Tú simplemente tienes que sonreír y hablar un poco de tus ideas con respecto a la investigación. Si quieres...

¿Cuántas veces me había dicho lo mismo antes de presentarme ante un grupo de personas? Creía saber ese discurso de memoria. Asentía, fingiendo que entendía sus palabras. Tomamos asiento y a los pocos minutos los dos hombres de traje llegaron a nuestra mesa. Uno de ellos era más alto que el otro, parecía más joven también aunque no pude distinguir muy bien su rostro por los lentes oscuros que llevaba puestos.

-Déjenme presentarlos, Alena este es uno de los patrocinadores de tu proyecto, el señor Hang Daniel, y su amigo el señor Bang Yongguk.

I'm gonna make you love me  [BangYongguk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora