Epiphany. [Traducción]

◦Capítulo 60 parte 1◦

¡No, no, no!

Yu Shuyuan interrumpió rápidamente sus propios pensamientos.: "Xiao Chi, no juegues conmigo. Debes entender por qué esto es difícil de aceptar para mí".

Xiao Chi se rió. Su voz resonó en la oficina, completamente incompatible con la tensa atmósfera actual.

Yu Shuyuan preguntó: "¿Por qué te ríes?"

Xiao Chi la miró fijamente: "¿Por qué supones que lo entenderé?"

Yu Shuyuan sabía que se estaba haciendo el tonto. Conocía demasiado bien la personalidad de su hijo. Este niño estaba lleno de violencia y astucia que era completamente opuesta a su comportamiento exterior. Este difícil oponente hizo que sus emociones fluctuaran de nuevo: "¡Entiendes lo que quiero decir! ¡Esto es lo que dicta la sociedad! ¡Es la naturaleza humana! ¡Necesitas procrear, necesitas casarte, y necesitas una familia completa!"

Xiao Chi preguntó suavemente: "¿Como tú y papá?"

Yu Shuyuan se quedó atónita por un momento. Abrió la boca un instante después, sin saber qué responder: "Tu padre y yo..."

"¿Cuántos días se ven cada año?". Las palabras de Xiao Chi eran extremadamente agudas, e incluso había una inexplicable sonrisa en sus ojos. Se inclinó hacia delante para mirar directamente a los ojos de Yu Shuyuan: "¿Te sientes feliz? ¿Estás completa?"

Yu Shuyuan y Xiao Shenxing eran una atípica pareja peripatética; ambos se ahogaban en un trabajo interminable y a menudo estaban a medio mundo de distancia el uno del otro. La pareja sólo podía verse unas pocas veces a lo largo del año, e incluso las reuniones de Año Nuevo solían ser efímeras, por no hablar de la participación en el crecimiento de sus hijos. Hacía tiempo que el eje de su relación se había transformado del romance y el amor a la responsabilidad como familia. La voz de Yu Shuyuan estaba un poco seca, pero se negó obstinadamente a admitir: "Te tengo a ti y a Miaomiao..."

Pero su voz fue gradualmente cortada por la mirada impasible de su hijo.

Yu Shuyuan suspiró. Cerró los ojos, su espalda ya no podía mantenerse erguida y se dejó caer en la silla.

Xiao Chi volvió a colocarse lentamente las cuentas budistas en la muñeca, salió de detrás del escritorio, se dirigió al dispensador de agua y le sirvió una taza de té.

Yu Shuyuan tomó el té y le dio las gracias. Luego se quitó las gafas y se masajeó la nariz dolorida con dos dedos. Xiao Chi se apoyó en la mesa, la observó beber agua lentamente y, de repente, dijo en voz baja: "Lo siento".

"¿Eh?" Yu Shuyuan miró a su hijo.

Xiao Chi dijo: "No debería haberlo mencionado".

La expresión de Yu Shuyuan se complicó por un momento. Miró fijamente el atractivo rostro de su hijo y de repente se dio cuenta de lo alto que se había hecho. Se detuvo un momento, dejó la taza de té y tomó la mano de su hijo con ambas. Acarició con los dedos las cuentas de madera pulida de su muñeca. La uniformidad del texto tallado demostraba la inexperiencia del escultor. Yu Shuyuan intentó hacer memoria, pero realmente no podía recordar muchos momentos de Xiao Chi después de que empezara a practicar el budismo a los quince años.

Yu Shuyuan sacudió la cabeza: "No tienes que disculparte conmigo. Es verdad, tu padre y yo no cumplimos con nuestras responsabilidades como padres".

Hizo una pausa y volvió a preguntar: "Ese niño, ¿recuerdo que se llama Lin Jingzhe?"

Xiao Chi asintió, así que continuó preguntando: "Ustedes dos. ¿Él tomó la iniciativa primero, o tú...?"

Xiao Chi dijo: "Yo lo hice".