La cocina era más bien blanca al igual que el baño, aunque hay dos baños en su casa. Uno de ellos está en el pasillo y otro en el cuarto de David.

Su cuarto también era bonito, para ser el de un chico. Estaba bastante ordenado y era la primera vez que veía un cuarto ordenado, bueno creo que he exagerado un poco, una de las primeras veces, perdón:

-Siéntate Sandra. Tienes que tener los pies molidos. Yo voy sirviendo el postre-me dijo.

-Déjame ayudarte-le pedí.

-No Sandra. No seas cabezota anda. Te duelen los pies de los tacones y no quiero exigirte trabajo. Siéntate en el salón y descansa, por favor.

Qué bueno es. Lo quiero más.

Mientras estaba en la cocina preparando el postre, le abracé por detrás y le besé en el cuello:

-Qué bueno eres-le dije:-Jamás pensé que ibas a ser así.

-Vamos que cuando te di calabazas por mis amigos pensaste ‘’qué niñato’’ y ahora no piensas eso ¿verdad?.

-Claramente-le dije:-Y tranquilo, que ahora me voy al salón, como me habías pedido.

Salí de la cocina y fui al salón. Me senté en el sofá, me quité los tacones y puse los pies en el sofá también.

Unos minutos más tarde, llegó al salón con dos cuencos con helado y sirope por encima. Los colocó sobre la mesa:

-¿Te gusta el super postre que preparé?-me preguntó.

-Tiene muy buena pinta.

De repente, David me miró y vio que tenía la piel erizada del frío que tenía:

-Ahora vengo-me dijo.

Salió del salón y regresó unos segundos más tarde con un suéter y unos pantalones de pijama:

-Ten. Te estás congelando y no quiero que te pongas mala-me dijo.

Aunque el pijama era de chico, me dio igual y me lo puse porque como dijo él, me estaba congelando.

Me quité la camisa y la falda delante de él. Estaréis pensando que estaré loca pero a ver…es mi novio, no pasa nada que me quede en ropa interior delante de él al igual que desnuda, aunque a ese paso yo no llegaría y menos con la confianza que tenemos. Me puse el pijama y menos mal que me traje una coleta y me hice un moño.

Cogí el cuenco de helado y empecé a comer. ¡Dios!, ¡qué rico estaba!:

-Te mato-le dije:-Está demasiado rico.

-¿Has visto? También tienes un novio que cocina bien.

-Básicamente tengo un novio perfecto-le dije.

-Estás muy pelota últimamente.

-¿Pelota? ¿Prefieres que te diga cosas malas?.

-No,no. Era broma-me dijo y me guiñó un ojo.

-¿El helado es de strachiatella?-pregunté.

-Sí-afirmó.

-Es el helado que más me gusta-comenté:-Y con el sirope está que se sale. Oye, no es por ser cotilla pero, ¿dónde están tus padres?.

-Mis padres trabajan en una empresa de lácteos y tuvieron que irse tres días a Las Palmas a reunirse con los canariones para un rollo ahí de su trabajo. Me dijeron que me quedase unos días en casa de mi abuela, pero les dije que prefería quedarme aquí.

-Yo creo que hiciste bien-opiné:-Porque con tu abuela no tienes tanta intimidad como aquí, y además así aprendes más a ‘’independizarte’’ porque te preparas tú sólo la comida y te haces responsable de las tareas laborales de la casa.

A dos vidasWhere stories live. Discover now