Capítulo 66

39 2 0
                                    

-¡Te sigo odiando! ¡No me puedo creer de que ahora estés en el avión yendo a Praga!-exclamó Emily.

-¡Ni yo! Y más te vale que nos traigas algo de ahí ¿eh?.-habló Irene.

-¡Y dile a Álvaro que no ligue mucho!-intervino Lucía.

Estaba hablando con mis amigas por Skype. Traje el ordenador a Praga para comunicarme con mis padres, con mi hermana Leire y con el resto de la gente.

Álvaro se acopló a la conversación:

-Sois unas envidiosas-se burló.

-Emily, no te preocupes. Te traeré algo, relacionado con la moda. ¡Y a vosotras también chicas! Recuerden que las quiero mucho.

-El avión está aterrizando-nos anunció la azafata:-Vayan preparando sus cosas.

Dirigí mi vista al ordenador:

-Chicas, el avión está aterrizando. Voy a tener que apagar el ordenador. Muchos besos a todas, recuerden que las quiero. Ah, Emily, dale saludos de mi parte a Alex.

-Se los daré-me respondió.

Guardé el ordenador en mi bandolera, cogimos nuestras maletas y salimos del avión.

Llegamos al aeropuerto Ruzyne, y me fijé en el paisaje de la ciudad. ¡Hacía un día tan bonito! Vale, no hacía sol, estaba haciendo frío pero ¡arg! ¡me encantaba!:

-Sandra, debemos esperar al monitor de viaje, y al resto de nuestros compañeros.

Al viaje iban los otros ganadores de España y otros cinco de Inglaterra, Francia, Alemania y Holanda.

Cuando salieron del avión y llegaron al aeropuerto, salimos de ese sitio y nos dirigimos al Grandior Hotel Prague.

Durante el camino, Álvaro y yo nos sacamos muchas fotos detrás del bonito paisaje. ¡Praga me mola muchísimo! Ahora entiendo por qué Emily me odia tanto...

Me hice amiga de los otros ganadores. Eran muy simpáticos, sobre todo Adriana, que era la que mejor me caía, ya que era super divertida.

Entramos en el hotel y pedimos una habitación para dos personas. Álvaro y yo nos pedimos una para los dos.

Entré en la habitación del hotel y ¡es una pasada!. Hay una cama enorme con mantas blancas y un sofá blanco también. ¡Y también hay una terraza!. Me adentré en el baño y ¡había jacuzzi! Menos mal que me traje varios bikinis. Los traje por si en el hotel iba a haber piscina, jacuzzi o un spa. Álvaro también hizo lo mismo.

El monitor entró en nuestra habitación:

-¡Chicos! Como está anocheciendo, nos vamos a quedar en el hotel hasta el día siguiente. Cenaremos aquí y si queréis, podéis ir a la piscina o al spa, pero mañana salimos de aquí temprano para visitar la ciudad.

-Vale. Muchas gracias por la información.

Salió de la habitación y cerró la puerta:

-¿Te apetece usar el jacuzzi?.

-¿Te parece bien después de cenar?-le pregunté:-Son casi las ocho y media, seguramente cenaremos dentro de nada.

-Vale.

Bajamos de la habitación y fuimos todos a cenar. La comida era normal pero estaba deliciosa. Todos los que estaban cenando charlamos sobre lo qué nos parece Praga. A la mayoría le encantan, pero hay algunas personas que prefieren otros sitios como Londres o París.

Personalmente, yo prefiero Praga antes que Londres o París. Esas dos ciudades son muy comunes al igual que Roma o Berlín pero no voy a negar que son muy bonitas, al igual que Praga.

Cuando acabamos de cenar, todos regresaron a sus habitaciones, al igual que Álvaro y yo.

Hicimos lo que dijimos antes. Nos cambiamos, nos pusimos el bañador y nos metimos en el jacuzzi:

-¡Dios!. ¡Qué rico! Esto sí que es paz-exclamé.

-¡No qué va!.

Nos sacamos muchas fotos estando en el jacuzzi. Y Álvaro subió una al instagram:

-Necesitaba algo así. Desde que dejé a David no he estado muy bien que digamos.

-Bueno, olvídate de eso anda. Oye, no es por ser cotilla, pero ¿qué te dijo mi madre aquel día, cuando hablaron las dos a solas?.

¡Dios! ¿Y qué le respondo ahora?. Tendré que pensar en algo que sea creíble y que parezca que no esté mintiendo, porque mentir no es lo mío...:

-¡Ah! Es que...me dio este regalo-le respondí y señalé mis orejas, para que viese los nuevos pendientes, que los llevaba puestos.

-¡Qué generosa! Son muy bonitos, y te quedan muy bien. Yo no sabía nada de eso, digo, del regalo. Ella no me comentó nada de eso...¿y por qué te lo dio?.

-Me quiso agradecer todo lo que he hecho por ti. Según ella, yo fui un buen partido para ti. Sigue sin entender por qué lo dejemos...bueno, más bien te dejé yo a ti.

-¿Tú sigues molesta por ponerte los cuernos?

-No. La gente comete errores, incluso la gente a la que hemos amado, y a la que amamos actualmente. 

-¿Te puedo decir una cosa?-me preguntó.

-Dime.

-Que yo recuerde...yo no me he besado con Carla. Es que...no recuerdo muy bien lo que sucedió ese día.

Claro, es que la zorra de tu novia te metió droga en la bebida para que te dejaras besar. ¿Cómo puedes estar con una chica así? Si estuviste con una chica como yo, no tiene sentido que estés ahora con una perra:

-No te preocupes Álvaro. No quiero que hablemos de este tema. Hablar del pasado es malo ¿no lo sabías?.

-Sí. Y es verdad.

-¿Cómo te parece Praga?-le pregunté cambiando de tema.

-Es una pasada. Estoy muy contento de estar aquí.

-Y yo, la verdad es que sí. Nos perdemos los Carnavales, pero no pasa nada. Tenemos que aprovechar oportunidades como esta. Y a ti ¿cómo te va con Carla?.

-Bien, le mandaré un mensaje de buenas noches y ya está. No quiero estar todo el día hablando con ella, necesito desconectarme...

-Eres como yo. Te gusta la libertad.

-Por algo estuvimos juntos ¿no crees?.

Y por algo, fuiste la primera persona de la cual, estuve enamorada por primera vez, Álvaro.

A dos vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora