Llegó el lunes, tristemente.
Y digo tristemente, porque la persona a la que más quiero, me ha fallado y me ha roto el corazón en mil pedazos. Tenía a última hora educación física, pero esta vez no coincidía con 4ºC.
Hoy jugamos a un partido de volley, y luego al final, la profe nos mandó a hacer 100 abdominales. Como sudé mucho, me duché en las duchas del gimnasio.
Mientras me estaba desnudando, Carla me habló y…:
-Sandra, ¿me haces un favor?-me preguntó.
-Dime.
-Yo ahora voy a salir un momento a preguntarle una duda a la profe, ¿te importa cuidar mi maleta? Es por si acaso me roben algo…ya sabes cómo es la gente en el instituto. Ah, y si me llama alguien o recibo un mensaje, dímelo porfi.
La verdad es que no tenía ningunas ganas de hacerle un favor a Carla, pero como paso de que hayan malos rollos, pues no le voy a decir que no:
-Sí, vale. No pasa nada, yo te vigilo la maleta.
-Gracias-me dijo, me sonrió y se fue.
-Odio su sonrisa-me susurró Emily a mi oído:-¿No te das cuenta que nos sonríe falsamente?
-Ya. Pero en fin, estoy acostumbrada a sus tonterías de coneja-le respondí.
Vigilé la maleta de Carla mientras me estaba duchando junto con Emily. Me estaba hablando de las movidas que ha tenido últimamente con Alex:
-Oye, ¿sabes qué le pasa a Alex conmigo? Es que últimamente está demasiado amable conmigo.
-¿Amable en qué sentido?-le pregunté.
-En el sentido de que ya no me molesta, ni me insulta…ya no me llama rubia teñida ni cosas parecidas. Y me ha sonreído. Qué raro.
Cuando hablé de Alex con Álvaro, no se lo conté a las chicas SEIL porque pensé que a lo mejor me iban a echar un poco la bronca por meterme en donde no me llaman. Pero bueno, una amiga hace lo que sea por la otra, y viceversa.
Salimos de las duchas, nos vestimos y de repente oí el sonido de un nuevo mensaje de un móvil. Se oía desde la mochila de Carla.
Vi como Emily se acercaba a la mochila de Carla para buscar su móvil:
-¡Emily! ¡No lo hagas! ¿Y si nos pillan qué?-intenté hablar lo más bajo posible para que las demás chicas de mi clase no me oyeran.
-Tranquila, no nos va a pillar, porque desde la ventana de mi ducha, vi que Carla se quedó hablando, perdón ligando con Kevin, el de nuestra clase.-me dijo Emily.
Emily abrió una abertura de la mochila de Carla. Vio su móvil y lo cogió. Lo desbloqueó y no tenía clave, por suerte. Era un mensaje de Diana, su mejor amiga en el que decía:
‘’Tía, ya conseguí el vídeo que grabó mi novio el fin de semana, en la verbena de Igueste. Así conseguirás fastidiar a Sandra. Verás que esta no fallarás jajaja.’’
Después de este mensaje venía un vídeo, lo descargamos y lo vi.
Era un vídeo en el que salían Carla y Álvaro besándose.
Cuando los vi, noté como mi corazón se rompía poco a poco en pedazos y cada vez más pequeños. Según Álvaro, estaba enamorado de mí y ya veo todo lo enamorado que estaba. ¿Cómo ha podido ser capaz de ponerme los cuernos? ¿Acaso he sido mala novia? ¿Le hecho algo malo en alguna ocasión?. Y encima ese vídeo fue el fin de semana pasado, por lo que SÍ, me puso los cuernos. Estaba más que claro.
Menos mal que Carla me tiene a mí en el Whatsapp, así que me envié el vídeo a mí misma y luego metí el móvil donde estaba anteriormente.
Salí pitando del baño, estaba cabreada y demasiado, pero a la vez dolida y como si me hubiesen metido una puñalada por detrás.
Me senté en las escaleras que estaban al lado del aula de Latín:
-Sandra, ¿estás bien?.
Esa pregunta hizo que me saltaran las lágrimas:
-No, no lo estoy- sollocé
Emily me abrazó. Ella sabía todo lo que sentía por Álvaro y ella también se sorprendió cuando vio el vídeo:
-¿Cómo ha podido hacerme esto?- me pregunté a sí misma.
-No lo sé, pero habla con él. De todas formas, me ha decepcionado cuando vi el vídeo.
Es que no solo me ha decepcionado a mí. También ha decepcionado a mi mejor amiga. Está claro que Álvaro sigue siendo el ligón del instituto que tiene a todas las chicas en el bote. Me siento tan engañada...
Tocó el timbre, la gente ya estaba saliendo deprisa de las aulas. Eso ocurre todos los días a estas horas.
Vi a Álvaro salir del aula de Latín junto con Óscar. Y también a Lucía y a Irene.
Álvaro se me acercó a darme un beso pero no le dio tiempo de dármelo, pues le metí un tortazo. Hice mal, pero tenía que desahogarme:
-¿Qué coño haces Sandra?-me preguntó Álvaro cabreado.
Toda su clase nos estaba mirando y la mía también.
Saqué mi móvil de mi mochila, puse el vídeo y se lo enseñé:
-¿Tú le ves normal que me hayas dicho que estás enamorado de mí y que luego vayas y me pongas los cuernos?-le dije mientras mis ojos soltaban lágrimas de dolor y engaño.
Álvaro vio el vídeo y miró que estaba besándose con Carla:
-Fue sólo un beso. Y en una verbena, por lo que no tuvo importancia.
-¿Pasan esas cosas cuando estás enamorado? ¿En serio? Porque si te parece bien, en la próxima verbena me morreo con otro, y delante de tus narices, a ver qué te parece-le respondí, bastante enfadada.
Álvaro no supo qué decir, por lo que se fue y me dejó sola, delante del público mientras me miraba. He quedado como una puta imbécil…
Y encima se fue, parece que estaba avergonzado después de lo sucedido, por lo que no tuvo respuesta ante mi pregunta.
Yo también me fui, y hecha una mierda.
Pero hay una cosa que no sé…después de lo sucedido, ¿sigo siendo su chica?.
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A dos vidas
RomanceSandra, una chica difícil, dura y fría cae bajo los pies de un chico de otra onda diferente a la de ella, Álvaro, el típico chico guapo del instituto que tiene a todas las chicas en el bote. Empieza intensamente una relación con él, la cual, acaba m...