- Nunca se ve un buen culo por aquí - volví a rodar los ojos. - No seas celosa, tu también

tienes un buen culo -reí mientras negaba con la cabeza.

- Supongo que gracias - sonreí.

- Bueno, pero todo bien con Justin ¿No?

- Si, solo nos enfadamos y después lo arreglamos - Adrián aparcó fuera de la heladería.

Me bajé del coche y lo seguí hasta la heladería. - ¿Chocolate y vainilla? - asentí y me senté en una mesa agradeciendo el aire acondicionado de la heladería.

Observé a Adrián mientras pedía los helados y mi mente viajó a Justin. "Hasta que encontremos cada uno a alguien mejor, disfrutamos de este tiempo juntos".

Yo lo amaba más de lo que él me amaba, esas palabras me dejaron completamente descolocadas, obviamente él esperaba encontrar a alguien mejor que yo. Yo no era lo suficiente buena para él, pero mientras que él buscaba a su alma gemela, se entretenía conmigo.

Eso seguía clavado en mi corazón hacía semanas. No me había comportado rara o seca con él porque sabía que no valía la pena.

Si él pensaba eso, yo no podía hacer nada. - Aquí tienes - Adrián puso frente a mí una tarrina de helado pequeña y se sentó a mi derecha. - ¿Te pasa algo?

- No - comí un poco de helado.

Esperé a que Justin terminara de hablar con John y después él volvió a nuestra conversación - ¿Entonces no lo conseguiste?

- No...

- Poco a poco, no tienes por qué agobiarte por eso.

- Ya, pero necesito coger ya el coche, poder moverme a los sitios sin depender de Marta o Adrián.

- Solo ten paciencia.

- Lo intentaré.

- Ya sé dónde nos vamos a quedar en Grecia.

¿Verdaderamente íbamos a ir a Grecia los dos solos? Pensé que él me había dicho que sí, por decirme algo.

- ¿Cómo es? ¿Dónde es?

- Es todo lo que tú imaginas. Lo pasaremos bien, tengo ganas de estar contigo. Disfrutaremos de Grecia - sonreí.

- Gracias.

- No tienes que darlas, después de este año te mereces unas vacaciones ¿No? Nena, si suspendes alguna tendré que cancelar el viaje...

- Oh venga - reí - No voy a suspender ninguna.

- ¿Seguro?

- Tan seguro como que estoy a base de café.

- Entonces serán unas merecidas vacaciones.

- Si - suspiré y cambié mi postura en la cama - Dale recuerdos a tu familia, y felicidades a tu padre - me acordé.

- Se los daré. Te echo de menos.

- Yo también.

- ¿Estás segura?

- ¿Por qué no iba a estarlo?

- No lo sé - casi pude ver como él se encogía de hombros indiferente.

- ¿Que va mal? - pregunté.

- Nada va mal. ¿Qué hora es allí?

- Pues... - quité mi móvil de la oreja y lo miré - Las tres y cuarto.

- Es tarde, dejo que duermas.

- Esta bien.

- Descansa nena, te quiero.

Undercover // Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora