Me levanté y salí de mi habitación. Fui hacia donde antes estaba Abby, pero ya no estaba.

- Ella se fue a su habitación - Chantel apareció y casi corrí hacia la habitación de Abby.

Me paré en su puerta y me relajé antes de entrar. Tenía que arreglar las cosas, no empeorarlas. - No la cagues, Bieber - me dije a mi mismo. Puse mi mano en el manillar de la puerta y llamé antes de pasar. - ¿Abby?

- Lárgate - su voz tembló. Entré y cerré la puerta.

- Hablemos.

- No quiero hablar contigo - sollozó y me acerqué a ella, pero movió su silla para que no la viera.


- Abby - cogí su mano y ella intentó zafarse.

- Déjame - sus lágrimas caían por sus mejillas.

- Por favor... - rogué. - Lo siento.

- No, déjame, déjame. Eres un estúpido, engreído, solo quiero volver a casa - su voz disminuyó. Y aunque ella intentaba apartarme de ella la cogí en peso y la abracé.

- Shhhhhh - la tranquilicé. Ella me abrazó fuerte y lloró en mi hombro.

- No quiero estar inválida, no quiero tener más pesadillas, no puedo más - sollozó.

- Lo sé, lo sé - me senté en la cama dejándola en mi regazo. Su rostro estaba escondido en mi sudadera mientras ella me abrazaba.

Esperé martirizándome a mí mismo mientras que ella se relajaba.

-No te vas a ir a España ¿Verdad?

- ¿Quieres me vaya? - ella sorbió su nariz.

- Nunca - cogí su mano.

- Lo siento por lo de ayer - su voz era débil.

- Tranquila, yo siento haber olvidado que fue tu cumpleaños.

- No tiene importancia, me comporte como una perra ayer - admitió, y era verdad.

- Y yo como un gilipollas hoy, no sé qué me paso para comportarme así.

- Hoy fuiste un verdadero capullo - sonreí.

- Lo sé, se me cruzaron los cables - parecía que ahora estaba todo en calma, o era la sensación de tenerla junto a mí.

- Quiero creer que lo que me dijiste no lo piensas, pero sé que si lo dijiste es que lo piensas. Yo no soy una puta...

- Nunca pensaría algo de lo que dije. Sabes que mi mecanismo de defensa en decir todo lo que se me pase por la cabeza, sin pasarlo antes por el filtro. - Ella rio suavemente.

- Sigo pensando que es mejor que vuelva... Aunque me digas que no, soy un estorbo, no vas a poder hacer las cosas que quieras. - Ella apretó mi mano.

- Lo único que quiero es estar junto a ti. - ella levantó su mirada y bajé la mía para mirarla.

- Tonterías - murmuró. ¿Cómo le hacía ver que era verdad?

- Para nada. Es como si me dijeras que me voy a cansar de mis beliebers. Eso nunca. - puse el mejor ejemplo que se me pudo ocurrir.

- Llámame negativa, pero no creo que esto funcione - miré nuestras manos entrelazadas.

-Yo soy el positivo que cree que si, el equilibrio perfecto.

-Lo hemos dejado tres veces en lo que llevamos, no podré soportar una vez más.

-Pero siempre volvemos. Lo mejor de dejarlo es volver - tenía que buscar el lado positivo. No quería verla llorar más.

Undercover // Justin Bieber Where stories live. Discover now