- Hola mamá.

- Hola cariño. ¿Cómo estás? - preguntó.

- Bien, ¿Y tú? - suspiré.

- Bien, ¿Cómo te lo estás pasando?

- Bien, esto está muy bien.

- Me alegro, Y ahora... ¿Qué te preocupa? - fruncí mi ceño.

- ¿Por qué iba a preocuparme algo?

- Soy tu madre, Justin. Te conozco. ¿Qué pasa?

- Yo... Estoy confuso, mamá. - pasé la mano por mi pelo.

- ¿Es sobre la chica?

- Si, es sobre ella. Hoy... Le dije que si le gustaría intentarlo, y ella aceptó. Pero... ahora estoy inseguro sobre eso. No creo que sea una buena idea.

-¿Por qué no?

- Pues porque ella es una chica normal y yo soy famoso.

- Aunque seas famoso, tú también eres un chico normal.

- Si mamá, pero... Ella vive en España, yo en Los Ángeles, ella va a empezar la universidad y yo seguiré con la gira y... si empezamos algo va a ser muy difícil vernos - me froté mi rostro desesperado.

- ¿Te gusta?

- Si - suspiré.

- Cariño, llevabas una relación a distancia con Selena

- Si, pero esto es diferente. Además, tengo miedo de hacerle daño, o que ella me lo haga a mí.

- ¿Por qué ibais a haceros daño?

- Temo enamorarme de ella y que esto no funcione, o que no pueda aguantar mi estilo de vida y se vaya.

- Cariño... Yo no puedo decidir por ti, pero si te digo, que si a lo mejor no te arriesgas, después te arrepientas de haberlo hecho. Pero aclárate antes de darle más esperanzas a ella.

- Esta bien, gracias mamá.

- No hay de qué. Te quiero.

- Y yo a ti - colgué y apoyé mis codos en mis rodillas y dejé caer mi cabeza.

"Yo lo pagare por ti - le dije lamiendo mis labios. Ella me miró confusa.

 

- Oh, no - negó con la cabeza - Gracias.

- Insisto - la miré de arriba abajo y me imaginé que escondería debajo de esa sudadera.

- No, de verdad - me sonrió.

- No voy a decírtelo otra vez - cogí su mano y tiré de ella.

- Que no hace falta, yo...

- No vas a convencerme. No voy a dejar que una fan duerma en el aeropuerto.

- Muchas fans duermen en la calle por ti - me paré en la puerta de la furgoneta y la miré.

- Lo - solté su mano - ¿Quieres dormir en una cama o en los asientos del aeropuerto? - Ella juntó sus labios en una fina línea.

- Esta bien - suspiró. Sonreí victorioso y la dejé entrar. Ella se sentó en uno de los asientos y yo me puse a su lado. Jacson cerró la puerta y la miré. Ella iba mirando por la ventana. Llevaba su mochila en sus piernas y jugaba con sus dedos nerviosa.

- ¿Qué edad tienes? - le pregunté.

 

- Dieciocho - me contestó sin dejar de mirar por la ventana.

- Hemos llegado - me informó Jacson. Él bajó primero y después bajé yo, y esperé a que ella bajara. Varios flashes se dispararon y seguí a la chica hasta el hotel.

Entramos y le pedí a Jacson que le reservara una habitación a mi nombre. Ambos esperamos. Ella miraba a su alrededor.

- Habitación 345 planta 3 - dijo Jacson entregándome la llave.

- Gracias - cogí la llave y la cogí de su codo guiándola al ascensor. Esperamos a que bajara y entramos. Las puertas se cerraron y la miré. Se estaba mordiendo el labio. La empujé contra la pared del ascensor ella me miró sobresaltada y junté mis labios con los suyos. No movió sus labios. Me empujó un poco con sus puños en mis hombros pero la apreté más contra la pared si eso era posible, hasta que se rindió al beso y puso sus manos en mi nuca para que me acercara más. 

 

Las puertas se abrieron y me separé de ellas, quedando a centímetros de su rostro mientras que respiraba agitado. Ella tragó saliva duramente y cogí su mano. Caminé por el pasillo rápido hasta llegar a mi habitación. Metí la tarjeta y la puerta se abrió. Metí a la chica adentro y cerré la puerta. Me quité la chaqueta tirándola al suelo al igual que mis gafas y volví a besarla cogiéndola de sus mejillas. Con una mano hice que se quitara la maleta y esta cayó al suelo. 

Retrocedí hasta que su espalda chocó en una pared. No pensaba en nada, solo la quería debajo de gritando mi nombre. Besé su clavícula y tiré de su sudadera hacia arriba para sacársela. Ella levantó sus brazos facilitándomelo y vi su camiseta blanca con un infinito y la palabra "Belieber" en ella. Volví a besarla y pasé mis manos hacia su trasero, impulsándola hacia arriba, a lo que ella reaccionó liando sus piernas alrededor de mi cintura. 

Entramos en la habitación y cuando mis rodillas chocaron con la cama caí encima de ella, sin hacerle daño. Bajé a su cuello, besándolo y mordiéndolo, haciendo que ella levantara su pelvis para estar más en contacto conmigo. Me estaba volviendo loco. Me puse en pie y me quité la camiseta mientras que ella se sentaba un poco aturdida y confusa. Le quité la camiseta y miré sus pechos cubiertos por su sujetador. Esta sería una noche interesante. " 

Undercover // Justin Bieber Where stories live. Discover now