— Algo así —dijo Atifa levantándose—, no te pases con la cerveza Bieber.

— No lo haré —le sonrió. Justin me miró—. ¿No vas a abrir la cerveza?

— Si —abrí la lata.

— Espera, ¿bebes? —me quitó la cerveza de las manos.

— Nunca he bebido cerveza, cuando salgo y tomo algo, nunca es cerveza. Déjame probar esta —le quité la lata.

— No quiero ser una mala influencia —antes de beber un sorbo lo miré sonriendo y bebí. Amarga. Estaba muy amarga—. Por tu cara parece que no te ha gustado.

— Que amarga, no sé cómo puedes beber esto.

— ¿Quieres otra cosa?

— ¿Tienes agua?

— ¿Agua? —alzó una ceja y asentí—. Ahí tienes mucha —señaló el mar.

— Que gracioso.

Él sonrió de lado y le dio otro sorbo a su cerveza. — Lo sé, iré por una botella de agua.

— ¡Se está moviendo! —escuché un grito de Marta y miré donde ella estaba.

Ella se agarraba a la cintura de Ryan por detrás mientras que este reía y Jacque sacaba una foto inmortalizando el momento. Justin me puso la de agua frente a mí. La cogí y la abrí para después darle un largo trago.

— ¿Qué? —pregunté cuando él llevaba un tiempo mirándome.

— Nada —se encogió de hombros y le dio un último trago a su cerveza—. Vamos a ver esos pequeños tiburones —se levantó.

Me levanté y dejé la botella a un lado, quitándome mis shorts. Justin cogió mi mano y nos dirigimos a las escaleras del pequeño yate. Justin bajó primero y después me ayudó a bajar.

— ¿Seguro que no hacen nada? —me agarré de su brazo. El agua nos llegaba por la cintura y estaba un poco fría.

— Eso espero —murmuró.

— Vaya, eso me deja más tranquila, gracias.

**

— ¡Te gané! —gritó Justin emocionado. Dejé la raqueta de ping-pong encima de la mesa y rodé los ojos.

— Solo te he dejado ganar, ya que eres un pésimo perdedor —escuché una risa proveniente de Jeremy, que estaba sentado con algunos alrededor de una mesa, en la terraza y en frente de ella había una pista de pádel.

— Ahora me toca a mí —dijo Chaz cogiendo la raqueta.

— Suerte.

— Gracias —me sonrió—, prepárate para perder Bieber.

— Que te lo has creído - dijo Justin empezando a sacar.

— ¡Vamos a jugar chicas! —dijo Jacque dándonos unas raquetas de padel.

Nos pusimos en el césped artificial y Marta y yo jugamos contra Mariah y Jacque, sacándonos una foto antes. Jacque era delgada, alta y guapa. De estas chicas que ves en tumblr y te entra envidia de lo perfectas que son. Llevaba su pelo castaño suelto y un suéter ancho que cubría un poco más abajo de su trasero.

— Os la quito un momento chicas —Justin entró y cogió mi mano.

— Oh, vamos Justin —se quejó Jacque.

— Yo ocuparé su lugar —dijo Za cogiendo mi raqueta. Justin me guio hacia un camino, alejándonos de todos.

— ¿Te lo estás pasando bien? —me preguntó.

— Sí.

— Veo que ya habéis arreglado las cosas con las chicas —asentí— Jacque es una buena amiga.

Y no sé por qué, pero sentí celos de Jacque. Bajamos unos escalones y toqué la arena con mis pies.

— ¡Justin! —se escuchó la voz de Jeremy. Ambos miramos hacia atrás.

— Ahora vengo.

Justin soltó mi mano y desapareció entre las plantas que había a los lados del camino. Me crucé de brazos intentando darme un poco de calor a mí misma. Mi suéter dos tallas más grande que la mía ayudaba bastante. Miré el mar y pude ver la luna reflejada en él. Ojalá mi móvil sacara fotos buenas para fotografiar esto. Aunque, ¿por qué no intentarlo? Lo saqué del bolsillo de mis shorts y puse la cámara.

Bufé, se veía todo negro. Cuando iba a guardar mi móvil en el bolsillo este sonó.

— ¿Si?

— Hola cariño - escuché la voz de mi madre al otro lado de la línea.

— Hola mamá - dije metiendo uno de pies en la arena fría.

— ¿Cómo estás? ¿Cómo te lo estás pasando?

— Muy bien, esto es increíble.

— ¿Os cuidan bien? ¿Coméis bien?

— Si, mamá —reí—, son muy simpáticos.

— Me alegra oír eso. ¿Todo bien con Justin?

— Si, va todo bien.

— ¿Ha habido beso?

— Mamá, no voy a contarte eso.

— Eso es que sí. No quiero que te ilusiones, Abby. No dejes que te suba a la nube.

Suspiré. — No, mamá, ya me lo has dicho.

— Solo quiero que no salgas herida. Eso no va a ninguna parte. Él no va a dejar todo lo que tiene por ti.

— Y no quiero que lo haga.

— Bueno, tengo que colgar. Te llamaré mañana.

— Está bien. Adiós.

Colgué y metí el móvil en el bolsillo de nuevo. Me crucé de brazos suspirando.

— ¿Todo bien? —escuché la voz de Justin detrás de mí.

Me giré un poco para verlo en el último escalón, ya que yo había andado un poco mientras hablaba por teléfono

— Si —sonreí.

Justin guardó su móvil en su bolsillo y se acercó a mí. Puso sus brazos sobre mis hombros y me acercó a él, haciendo que descruzara mis brazos, los pusiera alrededor de su cintura y apoyara mi cabeza en su pecho mientras que sus brazos me rodeaban.

— Quiero pasar esta noche contigo. ¿Podrás? —lamí mis labios.

¿Por qué siempre me ponía nerviosa? Se supone que ya debería de estar acostumbrada a él y a su cercanía.

— No puedo dejar a Marta sola —murmuré.

— Ella estará entretenida, solo te secuestrare por la noche. Podemos mantenerlo en secreto.

Lo miré. — De acuerdo —besó mi coronilla.

— Aunque creo que nos va a resultar más difícil en Los Ángeles. Pero pensaremos en algo.

¿Todo esto significaba que tenía algo con él?

— Sé que todo esto es una locura, pero lo intentaremos. ¿Te parece bien?

Sí, teníamos algo a partir de este momento. Ni siquiera podía reaccionar porque seguía pensando en lo que me había dicho. ¿No era precipitado? Él era... él y vivía en Los Ángeles y yo era yo y vivía en España. Quizás se refería a que estaríamos en algo mientras estábamos juntos porque nos atraíamos.

— Si —miré hacia arriba y vi a Justin mirándome.

Levantó más mi mentón y juntó sus labios con los míos mientras que yo bailaba en mi interior.

Undercover // Justin Bieber Where stories live. Discover now