— Yo no tengo ego —dijo sin quitar la sonrisa de cara.

— No, claro que no —reí.

Paramos frente a una puerta y Justin me bajó para después sacar la tarjeta de la habitación. La metió en la ranura y la puerta se abrió. Justin me hizo una seña para que entrara y así lo hice.

Una cama de matrimonio en medio de la habitación, con dos mesitas a los lados. Un sillón en una esquina con una pequeña mesa redonda, donde había un pequeño televisor en ella.

— Te daré algo de ropa —asentí en su dirección y dejé la cartera en una de las mesillas de noche.

Justin estaba sacando algo de su maleta y camine descalza por la habitación hasta llegar a la ventana. Abrí las cortinas y me asomé, viendo la calle. Sentí unos dedos acariciar desde la parte de abajo de mi espalda hasta arriba haciéndome estremecer. Su cuerpo se pegó al mío y mordí mi labio mientras mi corazón golpeaba fuerte contra mi pecho.

— Al final cojo un avión mañana por la mañana —me informó poniendo sus manos en mis caderas.

— Oh, está bien -—susurré. Justin apartó el pelo de mi hombro y sentí sus dientes en él. Mordí mi labio con fuerza y me giré haciendo que Justin se sobresaltara un poco—. ¿Por qué estás haciendo esto?

— Cariño, solo quiero desnudarnos — dijo con voz ronca—, solo así podremos hacer el amor dulcemente.

Cogió mi mejilla y juntó sus labios con los míos mientras me derretía ante sus palabras.

Su lengua pidió paso a mi boca y la dejé entrar sin resistencia. Aumentó el ritmo del beso y sentí las manos de Justin bajar por mi cintura, hasta llegar al dobladillo de mi vestido.

— Quiero volver a ver tu cuerpo —levantó mi vestido y yo levanté mis brazos para que pasara por mi cabeza, lo tiró a un lado y me miró.

Yo también quería que lo viera. No llevaba sujetador, por lo que mis pechos quedaron libres ante él. Se quitó la camiseta y empezó a quitarse los zapatos, me quité los pendientes, dejándolos en le mesita de noche. Justin volvió a besarme con intensidad, pasando su lengua por mis labios. Sus manos estaban en mi trasero y lo apretó, pegándome a él y dejándome sentir su erección. Su pecho desnudo estaba pegado al mío y podía sentir el calor que él desprendía. Sus manos pasaron por mi espalda, acariciándome y me di cuenta que él hacía que volara a otro mundo del que no quería volver nunca. Sus manos se pusieron en mis muslos y me alzó, haciendo que rodeara su cintura con mis piernas. Caminó conmigo en brazos y me dejó en la cama.

Sus besos se desplazaron desde mi boca hasta mi cuello, lo que me hizo elevar mis caderas. Tocó con sus manos uno de mis pechos y dirigió su boca al otro. Mordí mi labio y cerré los ojos, disfrutando de todas las sensaciones.

Después se dirigió a mi otro pecho y bajó sus besos por mi abdomen. Hasta llegar a mis bragas. Justin se levantó y lo vi bajarse los pantalones, tirándolos a un lado. Mi pecho subía y bajaba al ritmo de mi rápida respiración. Se dirigió a su maleta y rebuscó en ella hasta que sacó un preservativo. Se bajó su bóxer e intenté controlar mis reacciones.

Él me miró mientras rasgaba con sus dientes el papel plateado y me sonrió matadoramente, no podía creerme que iba a caer de nuevo. Pero me encantaba caer.

Mientras se colocaba el preservativo inseguridades se crearon dentro de mí, haciéndome sentir aterrada. Justin se acercó de nuevo a mí, y antes de echarse sobre mí con cuidado, me besó, mandando a tomar por culo todo lo que estaba pensando. Alcé mis caderas y él me quitó las bragas, quedando ambos completamente desnudos.

Undercover // Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora