- Espero que le den el alta pronto y pueda estar en casa.

- Yo también lo espero. - bebió de su taza.

Nos quedamos callados un momento hasta que él volvió a hablar. - Así que... ahora mismo tu madre no está cobrando nada.

Lo miré. - Sí - suspiré. - Algo está cobrando. Le bajaron el sueldo. Yo tengo dinero ahorrado y mi abuela nos ayuda.

Diego asintió. - Pensé que...

- No. Él solo pagó el tratamiento, que no se si servirá de mucho. - bebí. - Cada vez está peor.

Diego cogió mi mano y la apretó. - Todo irá bien. Tu madre tiene muchas ganas de vivir.

Eso esperaba. Esperaba que siguiera luchando y no se dejara vencer.

Diego se fue al día siguiente y me despedí de él con un fuerte abrazo. - Avísame cuando él vuelva a cagarla. - Besó mi mejilla, dejando sus labios ahí durante unos segundos.

- Ten un buen viaje.

————

Mi hermano y mi abuela estaban en el hospital, así que fui a casa a ducharme. Me bajé del coche y bostecé mientras lo cerraba. Caminé los metros que me separaban del portal y vi a una chica bajita con su pelo corto rizado. Se giró y me quedé parada cuando vi a Marta.

Ella sonrió y me saludó efusivamente con la mano. No tardé en llegar a ella y fundirnos en un fuerte abrazo. - Te he echado de menos. - dije.

- Yo también mucho. - nos separamos.

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo estás? - le sonreí.

- No podía no venir a veros después de lo de tu madre.

Sonreí y volví a abrazarla. - Gracias. ¿Él no ha venido?

- Tenía que trabajar, pero está deseando venir.

Entré en el portal y Marta empezó a contarme como le estaba yendo. Se metió conmigo en el cuarto de baño mientras me duchaba y en mi habitación mientras me vestía. Había olvidado todo lo que podía hablar.

- Y bueno, ahora tú - me señaló mientras me secaba el pelo con la toalla. - Explícame qué es eso de que has vuelto con él. He visto fotos.

Cogí aire y después lo solté. - ¿Crees que es un error?

- ¡Por supuesto que sí! ¿Te has olvidado de lo que te hizo? Estuvo jugando contigo por años. Sé que no soy nadie para meterme en tu vida, pero te he visto llorar y sufrir por él, demasiado. Te he recibido en el aeropuerto viendote llorar cuando tendrías que venir super feliz de que habías pasado unos días con él.

Me senté en la cama. - Lo sé.

- ¿Entonces? No lo entiendo, ¿Os encontrasteis en Ibiza?

Asentí. - Lo vi en una discoteca, estaba con una de mis amigas en la zona VIP.

- ¿Te vio? - Asentí. - ¿Se acostó con tu amiga? - lamí mis labios y Marta se quedó callada un momento. - ¿No pudiste simplemente ignorarlo?

- El me invitó a su yate.

- Y aceptaste ir.

Asentí. - Llevaba mucho tiempo sin acostarme con nadie.

- ¡Te lo tiraste después de que se acostara con tu amiga!

Vaya, si que sonaba mal cuando lo decías en voz alta.

- Él me pidió una segunda oportunidad.

Undercover // Justin Bieber Where stories live. Discover now