Diego recogió la caja de pizza y fue a dejarla en la cocina. Víctor cogió un mechón de mi pelo y me quedé quieta, mirando la televisión mientras el liaba el mechón en su dedo. Mi corazón empezó a ir rápido y lamí mis labios. - ¿Crees que hice algo mal, Abby? – susurró.

- No lo creo – murmuré.

Víctor suspiró y soltó el mechón cuando Diego apareció. - ¿Cerveza? – yo negué con la cabeza y Víctor aceptó otra.

Fui a ducharme mientras ellos hablaban en el salón y me puse el pijama. Esperé tener algún día un mensaje de Justin, pero no lo tuve. Si quería volver a conseguirme, no sé qué estaba haciendo.

Salí de la habitación y Víctor estaba de pie, despidiéndose de Diego. - ¿Ya te vas? - Víctor asintió.

— Lo llevaré a su casa. No está en condiciones de conducir. No sé dónde narices he puesto las llaves. - murmuró.

Fue a su habitación a buscarlas y Víctor me atrajo hacia él, para abrazarlo. Era la primera vez que lo abrazaba. Me separé de él y le sonreí.

Esperé a Diego sentada en el sofá con la televisión encendida mientras miraba mi móvil. Entré en el Instagram de jbcrewdotcom y vi fotos de Justin en Ibiza con su padre, Jeremy. Aguanté la respiración, ese hombre nunca me había causado mucha confianza. Siempre se había mostrado distante conmigo y me miraba de una forma que no me gustaba un pelo.

 Siempre se había mostrado distante conmigo y me miraba de una forma que no me gustaba un pelo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Diego entró y suspiró. - ¿Vamos a la cama? - asentí y me levanté. Apagué la televisión y lo seguí a la habitación.

No era la primera vez que dormía con Diego. En nuestro viaje a Florencia, tuvimos que dormir los siete en cuatro camas. Que yo durmiera sola no era factible, y Teresa quiso dormir con Tamara solo para molestarme y que durmiera con alguno de los chicos, ya que "necesitas relacionarte con hombres."

Me acosté y Diego no tardó en meterse, sin camiseta y con unas bermudas. - ¿Podrás dormir? - me preguntó.

— Por supuesto, estás hablando con la señora marmota.

Diego rio y lo observé poner sus manos tras su cabeza y mirar hacia el techo. - ¿Qué piensas?

— En todo el trabajo que tengo para mañana.

Diego era informático y le iba muy muy bien, por eso podía permitirse vivir solo.

— Siento tener que hacerte levantar tan temprano.

— No lo sientas. Me gusta llevarte. - le sonreí de lado y cerré los ojos.

_____

Estaba de nuevo en el aeropuerto, mirando la gente que había esperando para pasar el control de seguridad. Estaba cansada de cargar con la maleta de un lado a otro. Miré a Diego, que tenía metida sus manos en los bolsillos mientras miraba hacia el frente. Bajó su vista para encontrarse con mis ojos y sonrió.

Undercover // Justin Bieber Where stories live. Discover now